
La industria de la acuicultura juega un papel cada vez más importante para satisfacer la creciente demanda mundial de productos del mar. Sin embargo, el crecimiento de la acuicultura alimentada depende en gran medida de insumos como la harina y el aceite de pescado (FMFO). Conocer la procedencia y producción de estos ingredientes es fundamental para comprender y mejorar la sostenibilidad del sector.
Recientemente, una investigación liderada por investigadores de la The University of British Columbia y de la University of Pretoria arrojó luz sobre la distribución espacial de las fábricas que producen FMFO a nivel global, ofreciendo datos esenciales para productores, reguladores e investigadores.
Durante mucho tiempo, la información detallada sobre la ubicación de las plantas de procesamiento de FMFO ha sido difícil de obtener públicamente. Esta falta de transparencia limita la capacidad de evaluar los impactos localizados y regionales, tanto ambientales como sociales. El nuevo estudio publicado en la revista Science Advances compiló y presentó en una base de datos abierta la ubicación de 506 fábricas operadas por 413 empresas en 63 países.
La Metodología Detrás del Mapa
¿Cómo lograron mapear esta industria global? Los investigadores se basaron en gran medida en información disponible públicamente. Recopilaron nombres de empresas productoras de FMFO a través de bases de datos nacionales, listas de miembros de asociaciones de la industria como IFFO y MarinTrust, literatura científica y gris, y directorios comerciales en línea. Se realizaron esfuerzos de traducción para incluir información de fuentes no inglesas.
Una vez identificadas las empresas, se buscaron en sus sitios web las ubicaciones de sus plantas de producción. Cuando no se encontró un sitio web o la información era escasa, se recurrió a búsquedas en Google Maps. Para verificar las ubicaciones, se utilizaron imágenes satelitales de Google Maps, buscando edificios de fábrica, almacenes y tanques cilíndricos, a menudo situados en zonas industriales y costeras. La confianza en la ubicación se categorizó en cuatro tipos de datos, desde verificada por imagen satelital hasta solo conocer el país de operación.
Además de la ubicación, se recopiló información sobre las materias primas utilizadas: pescado entero o subproductos. Los datos de producción de FMFO por país para el año 2022, proporcionados por IFFO, fueron clave para enfocar la búsqueda en los principales países productores y analizar la relación entre la producción de harina y aceite.
Hallazgos Clave: Distribución, Materias Primas y Producción
El estudio identificó 506 fábricas en 63 países. Perú lidera la lista con el mayor número de fábricas (125), seguido por Mauritania (42) y Chile (33). Notablemente, la disponibilidad de listas publicadas por los departamentos de pesca nacionales, como en Perú y Mauritania, facilitó enormemente la recopilación de datos.
En cuanto a las materias primas, se obtuvo información para el 75% de las fábricas. Contrariamente a lo que se podría pensar, los subproductos fueron la fuente única más común (49%), mientras que el pescado entero constituyó la fuente principal para el 37% de las fábricas. Un 14% utilizaba ambos. Los subproductos provinieron mayormente de residuos de pesquerías de captura, pero también de la acuicultura. Cuando se utiliza pescado entero, el 60% de las empresas se basó en pequeños pelágicos. Es importante señalar que estos resultados se basan en el número de fábricas y no en la cantidad de producción, ya que esta última información es limitada.
Un hallazgo interesante es que el número de fábricas en un país no necesariamente indica su volumen de producción de FMFO. Países europeos como Noruega, Dinamarca e Irlanda tienen menos fábricas, pero alcanzan altos niveles de producción, posiblemente debido a diferencias en tecnología y capacidad.
El estudio también reveló una alta variabilidad en la proporción de producción de harina con respecto a la de aceite entre países. Esto podría deberse a diferencias en costos y equipos para la producción de aceite, el contenido lipídico de las materias primas (algunas especies son más ricas en aceite) e incluso las condiciones ambientales que influyen en el contenido de ácidos grasos en los peces.
Finalmente, al comparar la ubicación de las fábricas con la producción de acuicultura alimentada por país, el estudio encontró que los países con mayor producción acuícola alimentada, como China, Noruega e Indonesia, no siempre son los que tienen el mayor número de fábricas de FMFO o los mayores volúmenes de producción de FMFO. China, el mayor productor de acuicultura alimentada, ocupó el cuarto lugar en producción de FMFO, Noruega el octavo e Indonesia el 23°.
Implicaciones para la Acuicultura y la Sostenibilidad
Los hallazgos de este estudio tienen importantes implicaciones para la industria acuícola y la gestión de los recursos marinos. Saber dónde se ubican las fábricas permite identificar puntos clave donde se concentran los impactos ambientales localizados, como la contaminación del aire y el agua, facilitando estrategias de mitigación específicas.
El uso de subproductos pesqueros para la producción de FMFO, cuando se gestiona de manera transparente y regulada, puede ser una estrategia eficiente de manejo de residuos y promover la economía circular. Sin embargo, es crucial evitar que esto incentive prácticas de pesca insostenibles. El uso de pescado entero para FMFO, por otro lado, plantea preocupaciones, especialmente cuando se trata de especies importantes para la seguridad alimentaria local.
La variabilidad en la producción de FMFO y las materias primas utilizadas subraya la necesidad de políticas adaptadas a los contextos locales. Los responsables políticos deben considerar cómo las operaciones de las fábricas afectan a las comunidades costeras, los pescadores locales, los procesadores y los consumidores, así como al medio ambiente circundante.
El estudio destaca la necesidad de una mayor transparencia en la industria de FMFO. Se insta a los países productores a informar oficialmente sobre la ubicación precisa de las fábricas, el año de operación, las especies procesadas (incluyendo cantidades y si se usa pescado entero o subproductos), la producción total de FMFO por especie, las tasas de conversión, las certificaciones obtenidas y el cumplimiento normativo. Iniciativas como la Fisheries Transparency Initiative (FiTI) pueden proporcionar orientación sobre marcos de presentación de informes y transparencia.
Conclusión
Este análisis espacial de las fábricas de harina y aceite de pescado a nivel mundial, basado en datos recopilados de diversas fuentes, proporciona una base fundamental para comprender la distribución de esta industria vital para la acuicultura. Los hallazgos sobre la concentración de fábricas, el uso de materias primas y la disparidad entre el número de fábricas y la producción de FMFO por país son cruciales para informar el desarrollo de políticas más efectivas y garantizar una producción y uso de FMFO más sostenibles, responsables y equitativos en toda la cadena de suministro.
A medida que la acuicultura continúa creciendo, la transparencia y la gestión adecuada de la industria de FMFO serán esenciales para minimizar los impactos negativos y maximizar los beneficios para las personas y el planeta.
Referencia (acceso abierto)
Shea, L. A., C. Wabnitz, C. C., L. Cheung, W. W., Pauly, D., & Sumaila, U. R. (2025). Spatial distribution of fishmeal and fish oil factories around the globe. Science Advances. https://doi.org/adr6921

Editor de la revista digital AquaHoy. Biólogo Acuicultor titulado por la Universidad Nacional del Santa (UNS) y Máster en Gestión de la Ciencia y la Innovación por la Universidad Politécnica de Valencia, con diplomados en Innovación Empresarial y Gestión de la Innovación. Posee amplia experiencia en el sector acuícola y pesquero, habiendo liderado la Unidad de Innovación en Pesca del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA). Ha sido consultor senior en vigilancia tecnológica, formulador y asesor de proyectos de innovación, y docente en la UNS. Es miembro del Colegio de Biólogos del Perú y ha sido reconocido por la World Aquaculture Society (WAS) en 2016 por su aporte a la acuicultura.