Chile – El Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) se adjudicó el proyecto FIPA 2020-34 “Propuesta de diseño e implementación de un plan de monitoreo del estado y de la actividad extractiva de las algas pardas en el área marítima de la Región de Arica y Parinacota hasta la Región de Coquimbo”, el cual permitirá levantar información relevante para el manejo.
El objetivo general del proyecto que durará 28 meses es; Implementar y evaluar un diseño de monitoreo de indicadores poblacionales, pesqueros, sociales y económicos básicos, asociados a la pesquería de algas pardas de los recursos huiro negro, huiro palo y huiro flotador en las regiones que van desde Arica y Parinacota hasta Coquimbo y el sector de Bahía Chasco, que permita evaluar y proponer medidas de administración y manejo, con la menor incertidumbre posible.
Los objetivos específicos son:
– Propuesta de un diseño de muestreo que permita disponer de indicadores poblacionales, pesqueros, sociales y económicos para los recursos huiro negro, huiro palo y/o flotador en áreas marítimas de la macro zona norte del país comprendida entre las regiones de Arica y Parinacota y de Coquimbo.
– Implementar en escala piloto, el diseño de muestreo en los recursos y las zonas seleccionadas para el seguimiento de los indicadores propuestos.
– Evaluar el diseño y recomendaciones/sugerencias respecto del escalamiento espacial del monitoreo piloto.
– Proponer reglas de decisión asociadas a las medidas de administración y manejo de los planes de manejo en función de la batería de indicadores evaluados.
Pablo Araya investigador bentónico de IFOP y jefe del proyecto explicó “Es un proyecto muy esperado por quienes se encuentran trabajando en la sustentabilidad de la actividad productiva de las algas pardas (huiros). En las últimas décadas se ha producido un rápido crecimiento de la actividad productiva en la zona norte de país, en especial entre las regiones de Arica y Parinacota y Coquimbo, presentando actualmente altos niveles de desembarque, lo que ha provocado interés y preocupación por la conservación de las praderas naturales, dada su alta importancia para los ecosistemas marinos.
La administración ha establecido diversas normas para una explotación racional y sustentable, dentro de las cuales destacan numerosas áreas de manejo y explotación de recursos bentónicos (AMERB) en sectores puntuales a través de la de la costa y planes de manejo en extensas áreas de libre acceso, existiendo uno para cada región de la zona norte, además de uno específico en bahía Chasco dentro la región de Atacama. Dichos planes consideran diferentes medidas de administración, tendientes a la conservación y extracción sustentable de estos recursos, pero resulta difícil su correcta operación y fiscalización por las particulares características de la actividad productiva.
Los Planes de Manejo tienen dificultades para evaluar las medidas implementadas, ya que, no existe un monitoreo permanente que origine insumos para generar indicadores, tanto del estado de los diversos huiros como de la actividad ejercida sobre ellos. Si bien ha existido investigación de algas pardas, en el ámbito extractivo han estado orientadas a evaluaciones directas ejecutadas para conocer el estado de las praderas en un momento determinado y han permitido estimar biomasas explotables poco explicativas del desembarque en algunas regiones, con alta incertidumbre en su estimación, dada la gran escala espacial donde se distribuyen las macroalgas. El presente proyecto se orienta a la identificación de zonas o sectores acotados, representativos de cada recurso y región, que permitan levantar datos informativos, tanto cuantitativos y cualitativos, capaces de proveer indicadores para vigilar y explicar la dinámica extractiva y poblacional de las praderas de las algas pardas sujetas a explotación en la zona norte de Chile”.
Pablo Araya comentó “Personalmente me encuentro honrado y orgulloso de poder dirigir al equipo de trabajo que hizo posible la adjudicación de este proyecto. La iniciativa reunió a profesionales que lideran grupos de investigación bentónica de alto nivel dentro de nuestra institución, además de integrar a consultoras lideradas por profesionales con vasta experiencia en evaluaciones poblacionales de algas pardas en la zona de estudio. La mayor parte del equipo con una activa participación en las instancias de manejo. Existe mucho optimismo en poder contar con la colaboración del sector extractivo en el desarrollo del proyecto. Se promoverá la participación activa en el levantamiento de los datos, registro de la actividad extractiva y aportes en la discusión de los resultados emanados de la iniciativa. La sustentabilidad de la actividad productiva sólo es posible con el trabajo colaborativo y multidisciplinario de todos los actores”.
En líneas generales el proyecto contempla tres etapas:
1) Implementación; donde se deben identificar, seleccionar y definir los sectores de monitoreo (red piloto de monitoreo), para esto se necesita de una revisión de la información existente, rescate del conocimiento local y reclutamiento de muestreadores.
2) Ejecución del monitoreo, levantamiento de datos biopesqueros, poblaciones y socioeconómicos desde los sectores seleccionados para su monitoreo.
3) Análisis, evaluación de la red de monitoreo establecida y potencial continuidad, selección de indicadores claves y proposición de reglas decisión que permitan avanzar en la gestión de estas pesquerías al interior de cada plan de manejo.