La intensificación de la acuicultura en el Mediterráneo viene de la mano con el incremento en los parásitos que afectan a peces como la dorada y la lubina.
Sparicotyle (sinónimo Microcotyle) chrysophrii se ha convertido en el principal ectoparásito patogénico en la piscicultura de la dorada (Sparus aurata). Se ha reportado que este parásito tiene una gran versatilidad para diseminarse en otras especies.
Aún cuando la incidencia de S. chrysophrii es bien monitoreada en los sistemas de acuicultura marina en todo el Mediterráneo, existe una falta de disponibilidad de datos sobre su epidemiología.
Los expertos esperan que la proliferación de este parásito se incremente bajo las condiciones de calentamiento global, así como la falta de datos de la implementación de estrategias para la gestión integrada de pestes a nivel nacional y del Mediterráneo.
En este sentido, los investigadores del Biology Centre Czech Academy of Sciences, de la University of Udine, de la Institute of Marine Biology, Biotechnology & Aquaculture y de la Universitat Autònoma de Barcelona publicaron una revisión científica donde compilan los hallazgos de reportes, analizan críticamente el conocimiento existente y proponen temas de investigación sobre el ectoparásito Sparicotyle chrysophrii que afecta a las doradas (Sparus aurata).
El estudio describe la morfología y fisiología, el ciclo de vida, la epidemiología, factores ambientales, rango de huéspedes, transferencia de pez a pez en granjas acuícolas, transferencia a peces salvajes, modelos de infección, respuesta del huésped y gestión de la enfermedad.
A continuación te ofrecemos un resumen del artículo científico, el mismo que puedes descargar en la parte final de este post.
Epidemiología
Según el estudio, el rango geográfico de los parásitos, que afecta a peces silvestres o de cultivo, es limitado a la cuenca del Mediterráneo y el Mar Rojo, excepto en las Islas Canarias, el archipiélago frente a la costa del noroeste de África en el Océano Atlántico.
Los factores ambientales, como la temperatura del agua de mar, el pH, el fotoperíodo y la salinidad son parámetros cruciales para la propagación de los monogéneos en general, y particularmente durante sus estadíos larvales.
Los autores del estudio citan que temperaturas del mar entre 14 y 30 oC están estrechamente asociadas con la tasa metabólica y, en consecuencia, con el desarrollo de los parásitos y la inmunidad del huésped. Esto indica que la temperatura es la variable más significativa.
“Las larvas exhiben un rango de temperatura óptimo considerablemente amplio (medido como un éxito de eclosión superior al 88%); de 14°C a 22°C que corresponde principalmente a primavera y otoño en el Mediterráneo, lo que podría explicar en parte su amplia presencia en el Mediterráneo. Las temperaturas de 22 y 26 °C inducen una aparición más rápida de oncomiracidios de manchas oculares tempranas (96 h), y también acortan el período de incubación y eclosión”, destacaron.
Rango de huéspedes
Según el estudio, el rango de huéspedes para Sparicotyle chrysophrii esta limitado a especies de peces de la familia Sparidae. El huésped tipo es la dorada, pero el monogeneo también ha sido aislado de la dorada “shartpsnout” (Diplodus puntazzo) y, en menor medida de la boga (Boops boops).
Asimismo, un estudio reciente del proyecto ParaFishControl de H2020 evidenció la capacidad del homogéneo para infectar a otro espárido, el lucio blochet (Spicara maena) en el área de actividades acuícolas intensivas en el archipiélago de Zadar, mar Adriático.
Transferencia de pez a pez en granjas acuícolas
“Características biológicas de S. chrysophrii, como el hermafroditismo que permite que todos los parásitos adultos produzcan huevos fertilizados; alta prolificidad de los adultos; y el corto tiempo de generación que resulta en múltiples infecciones de peces en la misma jaula o en jaulas vecinas durante un solo ciclo de producción (alrededor de 8 a 10 meses en la jaula) permiten una alta incidencia de esricotilosis”, resaltan los investigadores.
Además, describen, la proporción de infectividad de parásitos en las granjas acuícolas se ve reforzada por la dispersión limitada de huevos dentro de las jaulas debido a la bioincrustación en la red y la alta densidad de peces en el mismo volumen de agua.
De acuerdo con los investigadores: “Los niveles resultantes de infecciones y reinfecciones en las granjas han contribuido a que la esricotilosis se establezca como una enfermedad endémica en muchas granjas productoras de dorada y en un número cada vez mayor de áreas geográficas”.
Transferencia de pez de cultivo a peces silvestres
Estudios previos han reportado la transferencia de S. chrysophrii entre los espáridos silvestres y la dorada de cultivo, y la destacan como el factor de riesgo más importante para la propagación del monogéneo en la acuicultura.
“Potencialmente, una carga adicional del patógeno es transmitida por doradas de piscifactoría escapadas que, una vez liberadas accidentalmente de las jaulas marinas debido a daños en la red (desgarro mecánico, condiciones climáticas extremas, doradas pastando en la bioincrustación), se amontonan en su sitio de cultivo original, o unirse a los sitios de cultivo vecinos”, describen.
Modelos de infección
Según los investigadores los modelos de infección dependen de la introducción y cohabitación de dorada infectada de forma natural (pez donante) con huéspedes no infectados (peces receptivos) durante 10 semanas, prestando especial atención al control del nivel de infección en los peces no infectados.
“Alternativamente, la infección se puede lograr mediante la transmisión directa de huevos aprovechando sus filamentos gemelos y la flotabilidad positiva que ayuda a su unión a varios sustratos. Para ello, los huevos se extraen de tanques con peces donantes utilizando una malla de 250 μm sostenida por un anillo de PVC que flota durante 2–3 días en la columna superior de agua”, reportaron.
Patología de Sparicotyle chrysophrii
Según reportan los investigadores, la patogenia se inicia en el sitio de unión cuando los grupos del parásito pellizcan y aprietan las láminas branquiales y los movimientos haptorales generan daño en el epitelio branquial.
Las bacterias introducidas en la herida y los tejidos dañados provocan una reacción inflamatoria, manifestándose con hiperplasia epitelial, congestión capilar, infiltrado inflamatorio, desarrollo de sinequias lamelares y reducción progresiva de los espacios interlamelares.
“Por lo tanto, los principales signos clínicos son inducidos por la fijación del parásito de las pinzas en el epitelio branquial y la posterior alimentación de sangre, exacerbados por la colonización de infecciones bacterianas secundarias, particularmente T. maritimum”, destacaron.
Gestión de la enfermedad
El control de la presencia y proliferación de monogéneos dentro de una granja acuícola se realiza a través de un sistema de control integrado que engloba diferentes estrategias:
- Vigilancia de la presencia del parásito mediante técnicas de diagnóstico,
- Limpieza periódica de los sustratos más relevantes: redes o cuerdas,
- Limpieza, desinfección y cambio de equipos para el trabajo con alevines y peces de mayor tamaño,
- Control de biomasa en las jaulas, y
- Eliminación rápida de las mortalidades diarias.
Los tratamientos contra la esricotilosis se pueden realizar en jaulas, tanques y estanques, principalmente como baño y esporádicamente como tratamientos orales, y combinados con otras estrategias preventivas para mejorar su eficacia.
La formalina continúa representando la primera opción para la mayoría de piscicultores en el Mediterráneo, aunque es probable que su prohibición en Italia también se copie en otros países de la Unión Europea. Asimismo, también se ha empleado aceites esenciales.
Otros compuestos comerciales sintéticos y naturales, como agua destilada, limoseptic®, peróxido de hidrógeno, cloro y praziquantel (PZQ) fueron probados contra la esricotilosis como tratamientos de baño, resultando en diferente eficiencia. Un estudio reciente destacó el uso de fenbendazol como una alternativa importante para controlar estos parásitos.
Tendencias de investigación
Aunque los piscicultores están monitoreando la incidencia de S. chrysophrii con el primer incremento estacional de la temperatura del agua de mar, los datos no están disponibles, y los estudios científicos publicados están obsoletos.
Por otro lado, los científicos destacan que la implementación de la selección genómica en los programas de reproducción selectiva pueden ser una eficiente metodología para la mejora genética de la resistencia a S. chrysophrii.
El estudio fue financiado por el proyecto ParaFishControl del programa Horizonte 2020 y del proyecto Cure4Aqua del programa Horizonte Europa.
Referencia (acceso libre)
Mladineo, I, Volpatti, D, Beraldo, P, Rigos, G, Katharios, P, Padros, F. Monogenean Sparicotyle chrysophrii: The major pathogen of the Mediterranean gilthead seabream aquaculture. Rev Aquac. 2023; 1- 22. doi:10.1111/raq.12839