La alta densidad de cultivo en la piscicultura es un aspecto crucial porque proporciona las condiciones epidemiológicas y ambientales que conducen a posibles brotes de enfermedades infecciosas que provocan pérdidas económicas.
En la mayoría de los casos, los antibióticos suelen representar la primera opción de tratamiento, que pueden administrarse por diferentes vías: alimentación, inmersión en agua o inyección.
Los investigadores de la University of Teramo publicaron una revisión científica que se enfoca en las principales regulaciones internacionales y de gestión de la administración de antibióticos en la piscicultura, y resumen los datos con respecto a la distribución de la resistencia bacteriana en la cadena de producción de alimentos.
La segunda parte de la revisión científica examina enfoques alternativos prometedores para la producción de peces, técnicas de cultivo sostenibles, y la vacunación que evita el uso excesivo de antibióticos incluidas nuevas medidas de bienestar animal.
Uso de antibióticos: regulaciones en las granjas acuícolas
Debido a su aspecto crucial, representado por el fenómeno de la resistencia a los antimicrobianos (AMR), diferentes países han organizado sus respectivas legislaciones para prevenir y disminuir su difusión.
Los datos de la Organización Mundial de Salud (OMS) informan un escenario alarmante: dentro de 10 años, la eficacia terapéutica de los antibióticos, tanto en humanos como en animales, se verá fuertemente reducida.
En esta sección, los autores de la revisión científica describen las principales medidas legislativas adoptadas por diferentes naciones. Durante los últimos 20 años, las instituciones de salud públicas europeas y estadounidenses han elaborado listas de moléculas autorizadas.
Asimismo reportan que las autoridades gubernamentales de China, Tailandia, Vietnam, Brasil, Chile, Bangladesh, Noruega, Filipinas e India han listado los compuestos antibióticos autorizados y prohíben otras moléculas para su uso en el sector industrial de la acuicultura.
Ambiente acuático y la circulación de la resistencia a los antibióticos
Estudios previos han identificado los ambientes acuáticos como posibles rutas de transmisión y reservorios de genes de resistencia a los antibióticos (ARG) y bacterias resistentes a los antibióticos (ARB).
El agua y, en particular, la gestión de las aguas residuales son pasos cruciales en el llamado “ciclo del agua” como vectores de formas de resistencia a los antibióticos. De hecho se ha informado repetidamente que la detección de ARG y ARB en muestras de agua recolectadas de plantas de tratamiento.
Los autores del estudio citan estudios de la circulación de ARG a la tetraciclina y quinolonas en la salmonicultura chilena; la presencia de ARG en el contenido intestinal de trucha arcoiris recolectadas en diferentes sistemas acuícolas.
Administración de antibióticos en la acuicultura mundial
En el año 2017, los científicos estimaron que una cantidad total de 10,259 toneladas de antibióticos fueron administrados a los animales criados para la alimentación humana. El continente de Asia representa el mayor productor y consumidor (93.8%) de esas moléculas.
La International Pharma Agencies reporta que la administración y el consumo global de antimicrobianos por animales, y más específicamente para la industria acuícola, involucran las siguientes especies: 8.3% bagre (Ameiurus melas), 3.4% tilapia (Tilapia spp.), 2.7% camarones (Penaeus spp.), 0.8% trucha (Oncorhynchus mykiss) y 0.7% salmón (Salmo salar).
En general, los antimicrobianos prescritos y detectados con mayor frecuencia son las siguientes clases de antibióticos: quinolonas, tetraciclinas, sulfonamidas y anfenicoles.
Sustitutos de los antibióticos
Vacunación
La FAO informa numerosas vacunas administradas contra diferentes enfermedades bacterianas o virales entre las especies de peces. Los más utilizados proporcionan seroconversión frente a Vibrio salmonicida, Vibrio anguillarum, Photobacterium damselae, Aeromonas salmonicida, Yersinia ruckeri, etc.
En las granjas acuícolas, las vacunas se pueden administrar a través de diferentes métodos: inyección, en baño o por vía urofecal. La inyección, por vía intraperitoneal, proporciona una protección potente y duradera, pero, por otro lado, este procedimiento influye en el bienestar animal, induciendo un estado de estrés relevante.
Mejora de estructuras de cultivo
Los sistemas de producción innovadores se han vuelto populares entre los piscicultores. Los nuevos sistemas de cultivo de peces proveen más espacio y una gestión más eficientes de los efluentes, evitando de esta forma el uso de grandes cantidades de antibióticos.
En EEUU, los piscicultores introdujeron un sistema de cultivo innovador llamado “spilt-pond” para optimizar las condiciones sanitarias para los peces y los niveles productivos. Este sistema se construye mediante la división de los estanques tradicionales en dos áreas: un área de crecimiento y algas y un área de crianza de peces.
Probióticos
Los probióticos tienen diferentes efectos en la piscicultura: reducen la mortalidad, mejorar el bienestar animal mediante la estimulación del sistema inmunológico y reducen la necesidad de terapias con antibióticos.
Los piscicultores introducen las bacterias a través de la dieta de los peces, como alimento complementario.
Conclusiones
“Esta revisión tuvo como objetivo proporcionar un escenario actual sobre la circulación de ARG en aislados bacterianos, generalmente identificados en las cadenas de la industria alimentaria de la acuicultura”, reportan.
Asimismo, destacan que los programas de vacunación, la administración de probióticos y las mejoras de las estructuras de cultivo son tres ejemplos que representan medidas alternativas válidas para reducir el uso de antibióticos.
Referencia (acceso libre)
Ferri, Gianluigi, Carlotta Lauteri, and Alberto Vergara. 2022. «Antibiotic Resistance in the Finfish Aquaculture Industry: A Review» Antibiotics 11, no. 11: 1574. https://doi.org/10.3390/antibiotics11111574
