La acuicultura es la industria de producción de alimentos de más rápido crecimiento en el mundo; sin embargo, este crecimiento impresionante puede generar un “exceso de optimismo en la acuicultura”, es decir, la creencia de que la acuicultura puede continuar creciendo a su ritmo reciente o incluso más rápido y, por lo tanto, ser capaz de satisfacer la demanda mundial de pescado.
Un equipo internacional de investigadores de la University of British Columbia, del Technology and Research—Experimental Station for the Study of Sea Resources, de la Universita’ degli Studi di Cagliari, del GEOMAR Helmholtz Centre for Ocean Research, de la New York University, de la University of Southern Denmark, y de la Stanford University, investigaron, usando datos públicos, si la actual tasa de crecimiento de la producción acuícola puede ser mantenido.
Asimismo, compararon las proyecciones de la producción de la acuicultura con aquellas necesidades futuras de pescado, para determinar si el optimismo en la industria acuícola puede estar justificado.
Tendencias de crecimiento de la producción acuícola
“Nuestro análisis muestra que las tasas de crecimiento promedio móvil de cinco años de la producción han alcanzado su punto máximo”, reportan.
Según los resultados del estudio, la tasa de crecimiento promedio móvil de cinco años de la producción acuícola alcanzó un máximo de 14.1% en 1996, mientras que el promedio móvil equivalente para la captura silvestre alcanzó un máximo de 8.4% en 1963.
“Encontramos que mientras la producción total de las diez principales especies cultivadas continúa aumentando, las tasas de crecimiento han alcanzado su punto máximo y están disminuyendo. Este resultado también se aplica a las diez principales especies cultivadas alimentadas y no alimentadas”, destacaron.
La producción total de los tres grupos de especies acuícolas ha ido en aumento desde 1950, pero las tasas de crecimiento están disminuyendo, con la mayor disminución registrada para las diez principales especies acuáticas no alimentadas.
“Este es un resultado importante y sorprendente porque la producción de especies no alimentadas se considera un factor clave para la seguridad alimentaria, y es ecológicamente menos dañina en comparación con las especies alimentadas”, citan.
De acuerdo con los investigadores el salmón del Atlántico (Salmo salar) es la especie con la mayor caída en la tasa de crecimiento en el mundo, disminuyendo de 314% a solo 0.9%.
Asimismo, los datos del estudio revelan una caída en la tasa de crecimiento de la producción de la acuicultura china, de 46.1% en 1954 a 2.6% en los últimos cinco años anteriores a 2018.
¿Podrá la producción acuícola satisfacer la demanda mundial de pescados?
La demanda anual promedio proyectada de pescado para consumo humano en el 2030 por la FAO, el Banco Mundial y la OCDE es de 173 millones de toneladas. Estas mismas instituciones han proyectado una producción acuícola anual promedio de 101 millones de toneladas anuales, lo que significa que esperan que la tasa de crecimiento anual de la producción acuícola sea en promedio 2%.
“Estos números sugieren que para que la acuicultura abastezca la mayor parte o la totalidad de la demanda mundial total de pescado, con un total de 173 millones de toneladas para el 2030, la oferta de las piscifactorías tendría que crecer al menos hasta 3 veces la tasa de crecimiento anual promedio proyectada”, describen.
Para que la industria acuícola desafíe las proyecciones, las ganancias en tecnología y gestión deben ser muy sustanciales, y la economía tiene que funcionar. Sin embargo, los investigadores no son muy optimistas al respecto, debido a que el desarrollo tecnológico se enfrenta finalmente a las limitaciones del sistema biológico.
Ellos también citan las limitaciones en la gestión y la economía.
Implicaciones socio-económicas
La actual producción acuícola está geográficamente concentrada en Asia, que representa alrededor del 90% de la producción mundial. El 10% restante de la producción se comparte en los otros cinco continentes.
“Dadas las tendencias en las tasas de crecimiento, es probable que las proyecciones sobre el crecimiento mundial de la acuicultura estén infladas”, destacan los investigadores.
El sesgo de la producción acuícola actual con China por sí sola produciendo aproximadamente el 60% de la producción mundial implica que muchas comunidades costeras en desarrollo, con poco poder adquisitivo, sufrirían una creciente inseguridad nutricional y alimentaria si la mayor parte del suministro de pescado se produjera mediante la acuicultura.
“Nuestro análisis sugiere que la noción de que las piscifactorías por sí solas podrían suministrar la mayor parte del pescado que el mundo necesita parece poco realista, especialmente porque tanto los ingresos globales como la población continúan creciendo”, advierten.
Asimismo, resaltan que una de las consecuencias más graves del exceso de optimismo en la acuicultura es que podría reducir en gran medida el incentivo para reconstruir y conservar las pesquerías silvestres, excepto los peces forrajeros silvestres utilizados en los piensos.
“En lugar de un exceso de optimismo en la acuicultura, sería mejor centrarse en las formas éticas de sostener la producción acuícola dentro de los valores sociales cambiantes y los límites biogeofísicos del planeta”.
De acuerdo con los investigadores, los optimistas en exceso de la acuicultura pasan por alto tres puntos importantes:
- Las capturas pesqueras generalmente se comparan con la producción de animales y plantas marinas en granjas, y esto infla artificialmente la percepción de que la acuicultura contribuye mucho más de lo que aporta en el suministro de pescado como alimento;
- Al igual que la captura de peces silvestres, la tasa de crecimiento de la producción acuícola también alcanzó su punto máximo y desde entonces las tasas de crecimiento han disminuido; y,
- El hecho de que la captura de peces silvestres alcanzó su punto máximo unos 30 años antes que la tasa de crecimiento de la producción acuícola era de esperar debido a que la acuicultura industrial moderna de gran volumen comenzó décadas después de la pesca industrial.
Conclusiones
“A medida que consideramos más a fondo la sostenibilidad del suministro mundial de alimentos en términos de nutrición, impactos ecológicos y distribución, debemos modificar muchas de nuestras proyecciones actuales de producción acuícola a la luz de reducir las tasas de crecimiento y reconocer las tendencias insostenibles actuales para que podamos poner a la acuicultura en un mejor camino para contribuir a satisfacer la demanda mundial de pescado para consumo humano de manera sostenible y equitativa”, concluyen los investigadores.
Asimismo, enfatizan que la distribución geográfica actual de la producción de peces de cultivo sugiere que incluso si el optimismo excesivo de la acuicultura es factible física, económica, técnica y ecológicamente, su costo socioeconómico para los países costeros de bajos ingresos podría ser devastador.
Referencia (acceso libre)
Sumaila U. Rashid, Pierruci Andrea, Oyinlola Muhammed A., Cannas Rita, Froese Rainer, Glaser Sarah, Jacquet Jennifer, Kaiser Brooks A., Issifu Ibrahim, Micheli Fiorenza, Naylor Rosamond, Pauly Daniel. 2022. Aquaculture over-optimism? Front. Mar. Sci., 14 November 2022, Sec. Marine Fisheries, Aquaculture and Living Resources https://doi.org/10.3389/fmars.2022.984354