Acuarios, Impacto Ambiental

Calculan la huella de carbono de los peces ornamentales

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By Milthon Lujan

Acuario plantado estilo holandés. Fuente: Peter Kirwan

La pasión por la crianza de peces ornamentales es una práctica popular en las sociedades de todo el mundo, e implica recrear y mantener un ecosistema completo en una pecera dentro de un entorno doméstico.

Sin duda tener peces de ornato en casa también tiene un impacto ambiental. Las primeras evaluaciones de este impacto se han limitado solamente a las consecuencias ecológicas de la captura de peces en la naturaleza o la liberación de especies de peces no autóctonas.

Sin embargo, no conocemos los impactos ambientales del consumo de agua y de energía para el funcionamiento de los acuarios tropicales.En este marco, el Water Research Institute de la Cardiff University calculó por primera vez la huella de carbono y los impactos ambientales de tener peces como mascotas.

El objetivo del estudio fue identificar el impacto ambiental de mantener peces tropicales ornamentales en un acuario a través de la experimentación in silico, centrándose en métricas ambientales comunes como el CO2eq y el uso del agua.

El Dr. William Perry, investigador asociado del Instituto, manifestó: “En el Reino Unido, 4 millones de hogares tienen un pez como mascota y se estima que el 70% de los que tienen peces tienen un acuario tropical de agua dulce».

Huella carbono de las mascotas

“La huella de carbono de tener mascotas como perros y gatos se calculó previamente, pero proporcionamos las primeras estimaciones de las emisiones de dióxido de carbono producidas por el funcionamiento de un acuario tropical, así como el consumo estimado de agua”.

Perry desarrolló estimaciones de los impactos ambientales de la cría de peces en varios países del norte de Europa (Francia, Polonia y Reino Unido).

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Las estimaciones se analizan en el contexto de los acuarios de agua dulce y marinos, calculadas utilizando ejemplos de tamaño de acuario de 50, 200 y 400 litros.

Producción de CO2 de las peceras

Usando estimaciones del Reino Unido, según el tamaño y las condiciones de funcionamiento, un acuario tropical produce un estimado de 85.3 a 635.2 kg de CO2 por año, lo que equivale al 1.6% – 12.4% de las emisiones de CO2 domésticas promedio anuales del Reino Unido.

La investigación también estimó que los acuarios tropicales utilizan de 156 a 31,200 litros de agua al año, lo que equivale al 0.2% – 30.1% del consumo medio anual de agua en los hogares del Reino Unido, según el tamaño y los regímenes de mantenimiento.

Los factores ambientales más importantes incluyeron calentar el agua, especialmente en peceras más grandes, así como el país de origen, debido a los diferentes niveles de descarbonización en las redes eléctricas en diferentes países.

Perry agregó: “La crianza de peces ornamentales puede ser una elección de mascota más respetuosa con el medio ambiente que tener un perro o un gato de tamaño promedio, que es probable que produzcan muchas más emisiones a través del consumo de carne”.

“Sin embargo, los impactos ambientales de la cría de peces también pueden ser sustanciales según el tamaño del acuario, cómo se administra e incluso en qué país se encuentra. Todavía se pueden realizar mejoras para garantizar la sostenibilidad ambiental del hobby”.

Minimizar los impactos ambientales de las peceras

El investigador recomienda el uso de electricidad renovable en los hogares, como la energía solar fotovoltaica, para reducir el impacto de la piscicultura tropical. Perry estima que el consumo de energía de un acuario de 200 litros es de 1521.1 kWh/año, por eso se requieren seis paneles solares para compensar esta demanda de energía.

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Asimismo, destaca que una casa bien aislada también reducirá la diferencia de temperatura entre el acuario y la habitación en la que se encuentra, lo que reducirá la demanda de energía necesaria para calentar el acuario.

“Los cambios en las prácticas de mantenimiento de peces también pueden reducir las emisiones, como mantener el acuario a la temperatura mínima sugerida y al umbral de luz”, recomienda Perry.

El investigador también describe que para reducir la alta demanda de agua, los criadores de peces tropicales pueden realizar un seguimiento de los parámetros importantes del agua, como el pH, el amoníaco y los nitratos, utilizando kits comerciales económicos que pueden informar la frecuencia y la cantidad de cambios de agua requeridos, y no solo confiar en guías arbitrarias, que a menudo pueden ser excesivo.

Conclusión

Según Perry: “El impacto ambiental de las necesidades energéticas de la cría de ornato mejorará a medida que las redes energéticas nacionales comiencen a descarbonizarse, pero reducir el impacto ambiental del alto consumo de agua no será fácil y requerirá ingenio a nivel individual”.

“Estas son consideraciones importantes ya que enfrentamos una emergencia climática relacionada con nuestras demanda de energía, así como la inseguridad del agua relacionada con nuestras demandas de agua” dijo el investigador.

Además, destaca que los resultados del estudio son vitales para reducir el impacto ambiental en el futuro y tratar de mitigar las presiones antropogénicas que están causando una degradación ecológica masiva en todo el mundo, incluido el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos hídricos.

“Tener peces tropicales como mascotas podría contribuir hasta el 12.4% de las emisiones de CO2, y hasta el 30% del uso promedio anual de agua en los hogares del Reino Unido” concluye el estudio.

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Contacto
William Bernard Perry
Water Research Institute, Cardiff University
Cardiff, CF10 3AX, UK.
Email: perryw1@cardiff.ac.uk

Referencia (acceso abierto):
Perry, W. B. (2023). The environmental impact of keeping a tropical aquarium in Northern Europe. Journal of Fish Biology, 1– 9. https://doi.org/10.1111/jfb.15478

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