Nutrición

Un alimento vivo de mejor calidad reforzará la acuicultura europea

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By Milthon Lujan

Noruega.- El sector de la acuicultura está creciendo y la piscicultura es un modo clave de garantizar que Europa disponga de los alimentos de calidad que necesita sin seguir explotando los recursos marinos. La industria se enfrenta a un problema clave: cómo lograr que los peces inmaduros superen sus primeros meses. Un proyecto de la Unión Europea (UE) podría allanar el camino hacia una solución.

La acuicultura es un mercado creciente en la UE que aporta empleo y una fuente sostenible de pescado en un momento en que nuestra vida marina está sometida a gran presión. El principal escollo en la producción de peces marinos es la fase juvenil, especialmente cuando se utiliza alimento vivo. Incluso las especies más asentadas, como el pargo o la lubina, presentan una tasa de supervivencia muy reducida, de una media del 25 %. Para especies recién llegadas a la acuicultura, como el pez limón o el atún, la mortalidad es incluso mayor.

El primer alimento natural para las larvas de la mayoría de peces son los nauplios de crustáceos, la descendencia de muchos tipos de zooplancton crustáceo. Las larvas de peces están adaptadas evolutivamente a tal dieta y se considera que este tipo de presa satisface sus requisitos nutricionales.

Planktonic AS, la empresa responsable del proyecto CryoPlankton2, ha desarrollado técnicas novedosas y revolucionarias para utilizar nauplios de crustáceos marinos, «CryoProduct», tanto de forma comercial como sostenible. Descubrieron un modo de crioconservar los nauplios en grandes entidades de fácil uso y de revivirlos como individuos vivos tras su descongelación.

«Nuestra visión general era realizar una mejora, probar en fase piloto y comercializar el innovador proceso de producción de CryoPlankton para nauplios de crustáceos marinos crioconservados. Esto puede sustituir el alimento vivo convencional empleado en los criaderos marinos», explica el principal investigador, el doctor Nils Egil Tokle, de CTO Planktonic AS.

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Un ensayo industrial a gran escala demostró que el período vulnerable durante el cual las larvas consumen alimento vivo podría reducirse considerablemente en comparación con el tiempo necesario cuando los alevines subsisten con las dietas empleadas habitualmente en los criaderos marinos.

«Tradicionalmente, los alevines suelen presentar una elevada tasa de deformidades. Estos peces poseen un bajo valor de mercado y deben seleccionarse a mano antes de introducirlos en jaulas marinas», explica el doctor Tokle, mencionando que la principal razón de la baja calidad de los alevines es una alimentación de baja calidad. La tasa de deformidades en el último ensayo fue extremadamente baja, inferior al 2 %. No obstante, el doctor Tokle señala rápidamente que, aunque la tasa habitual es muy superior, los controles también eran limitados, por lo que no existe una diferencia estadística. «Poseemos indicativos firmes de que las deformidades se han reducido, pero todavía no podemos realizar una afirmación absoluta», explica.

El proyecto logró mejorar la producción más de lo que habían previsto inicialmente, puesto que obtuvo más de 8 toneladas, y los protocolos desarrollados en los criaderos de los usuarios finales permitieron obtener unos alevines con unas tasas de crecimiento entre un 50 y un 100 % superiores, además de una tasa de supervivencia mucho mayor que con los tratamientos de control. Los alevines obtenidos presentaban una calidad mayor, un menor número de deformidades y una alta resistencia al estrés.

Además de las ventajas derivadas de la calidad de CryoPlankton, el proyecto ha descubierto un modo de lograr que el proceso sea mucho más respetuoso con el medio ambiente reduciendo la cantidad de plásticos que suele utilizarse en el proceso. «Además, es mucho más fácil de utilizar», afirma el doctor Tokle. Antiguamente, los criaderos tenían que extraer bolsas de alimento de un recipiente aislante (una botella de metal o vidrio plateado con vacío entre sus dos paredes, empleada para conservar líquidos a una temperatura muy inferior a la ambiente). «Esto resultaba difícil, teniendo en cuenta que la temperatura en el interior era de -196 grados Celsius. Además, era complicado abrir la bolsa, dado que se volvía quebradiza en el nitrógeno líquido».

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Su sistema también es más eficiente: utiliza una sola unidad para derretir, lavar y revitalizar los nauplios, por lo que el proceso resulta más sencillo de llevar a cabo en las instalaciones del usuario final. En total, tan solo lleva una hora al día. «Las dietas de alimento vivo», explica el doctor Tokle, «requieren mucho tiempo y una gran habilidad».

Sin embargo, independientemente de la buena calidad del alimento, este debe ser sencillas de manipular y fácil de distribuir. «También nos sorprendió gratamente observar que el suministro del producto era relativamente sencillo», añade el doctor Tokle. El equipo envió contenedores llenos de CryoPlankton a Grecia, Portugal y Malta sin problema alguno. «Empleamos el transporte por carretera ordinario; no se necesita ninguna medida logística especial».

El equipo considera que CryoPlankton puede ayudar al sector de la acuicultura a superar problemas como el crecimiento, la supervivencia, la vitalidad y la respuesta al estrés. «Uno de los motivos de la elevada mortalidad es la presencia de bacterias patógenas en las dietas de alimento vivo convencionales. No se han detectado nunca patógenos en CryoPlankton y los productores pesqueros incluso han tratado larvas de peces infectadas con nuestro producto», señala el doctor Tokle.

Mayor información en: http://www.planktonic.no/ 

Fuente: CORDIS

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