Las Palmas de Gran Canaria, España.- El estudiante de doctorado de la ULPGC e investigador asociado al Instituto Universitario ECOAQUA, Fernando Espino Rodríguez, ha demostrado en su tesis que muchas especies de gran valor económico para la flota artesanal canaria se cobijan y se alimentan en estas praderas submarinas cuando aún son alevines o juveniles para protegerse de la depredación de otras especies, favoreciendo su desarrollo hasta su fase adulta.
Una tesis doctoral de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) ha demostrado que los sebadales de las aguas canarias actúan como ‘guardería’ crucial para las fases de alevines y juveniles de diversas especies de peces con interés pesquero para la flota artesanal canaria, al hallar en ellos el alimento y refugio frente a los depredadores de otras especies.
Es uno de los principales hallazgos de la tesis realizada por el estudiante de doctorado de la ULPGC e investigador asociado al Instituto Universitario de Acuicultura y Ecosistemas Marinos Sostenibles (IU-ECOAQUA), Fernando Espino Rodríguez, cuya lectura se llevó a cabo el pasado viernes 31 de enero, obteniendo la nota máxima de sobresaliente Cum Laude. Los resultados de estas investigaciones, además, han recibido el eco de siete publicaciones científicas de impacto internacional.
A la luz de estos resultados, se demuestra que los sebadales canarios cobijan una gran biodiversidad de peces y que estas praderas de refugio contribuyen de forma significativa a la producción secundaria y al mantenimiento de stocks de especies de interés pesquero para la pesca artesanal de las islas.
Esos stocks de peces con utilidad comercial cuentan con un valor económico relativamente alto en comparación a los valores registrados en otras zonas del planeta. Hecho que evidencia la necesidad imperiosa de desarrollar una gestión y conservación adecuadas de este ecosistema en el Archipiélago Canario.
La tesis, dirigida por Fernando Tuya, profesor titular de la ULPGC y miembro del grupo de investigación en Biodiversidad y Conservación (BIOCON) del IU-ECOAQUA, y por Ricardo Haroun, catedrático de la ULPGC, subdirector del IU- ECOAQUA y responsable de BIOCON, ha revelado que grandes cantidades de juveniles de especies como la chopa, mojarra, pejepipa, salmonete, breca, guelde blanco, seifío, romero, besugo y la vieja son muy abundantes en estas áreas, alcanzando una densidad media de 96 individuos por 100 metros cuadrados. Una circunstancia que desvela que las fases tempranas de todas estas especies se crían en el interior de estos sebadales.
Fernando Espino Rodríguez leyó su tesis, titulada «Ictiofauna asociada a praderas de Cymodocea nodosa en las Islas Canarias (Océano Atlántico Noreste)», ante un tribunal compuesto por el Dr. José Antonio González, presidente del tribunal e investigador de la ULPGC, la Dra. Sabrina Clemente, profesora de la Universidad de La Laguna (ULL), y el Dr. Juan Socorro, director del IFP Marítimo Pesquero de Las Palmas de Gran Canaria (Casa del Marino).
El objetivo de la investigación de Espino Rodríguez fue la de estudiar en profundidad la variabilidad espacial y temporal de la comunidad de peces que habita los sebadales canarios. En un primer capítulo, en el que se analiza el aspecto macro-ecológico de la ictiofauna en toda el área de distribución de estas praderas marinas situadas en el Mediterráneo y en el Océano Atlántico Noreste, se demuestra que la composición de la comunidad de peces de los sebadales canarios es muy diferente al resto del mundo.
Una exclusividad motivada, en gran parte, por las características ambientales únicas de Canarias, proporcionando, así, otro argumento de peso para la conservación de este ecosistema a nivel regional ya que, pese a su alta productividad y diversidad con un valor económico relevante para las pesquerías artesanales, su superficie se ha reducido en Canarias entre un 40 y un 60% a causa de diferentes impactos ambientales.
Que estos impactos medioambientales se incrementen o se reduzcan dependerá de las políticas de crecimiento azul que se promuevan desde las administraciones públicas.
La tesis alumbra, además, otros hallazgos como, por ejemplo, que en las aguas canarias todos los sebadales no son iguales. Cada uno de ellos es un hábitat propio con una estructura específica cuya particularidad se define por la densidad de las plantas, la altura de las hojas y la superficie ocupada por la pradera.
Las características singulares de cada uno de estos sebadales ‘guardería’ tiene una incidencia fundamental en los patrones de distribución, cantidad y biomasa de algunas especies de peces, como son los casos del pejepeine y de la vieja.