Las algas ya no son sólo un adorno viscoso en la playa o un ingrediente del sushi. Están siendo aclamados como un recurso revolucionario, una oportunidad para promover la bioeconomía, y según el Banco Mundial podría alcanzar un valor de US$ 11 800 millones para el año 2030.
En Europa, se están intensificando los esfuerzos para cultivar las macroalgas en granjas marinas, impulsados por su promesa como fuente de biocombustibles, alimentos y materiales industriales. Pero aumentar la producción de algas no es tan sencillo como plantar y cosechar. Abundan las preocupaciones sobre la seguridad, que van desde el impacto ambiental hasta el bienestar de los trabajadores.
La buena noticia es que no vamos a sumergirnos en este auge de las algas marinas con los ojos vendados. Existen marcos regulatorios que cubren la seguridad alimentaria, el impacto ambiental y la protección de los trabajadores. Pero he aquí el problema: están fragmentados, un mosaico de directrices y prácticas variables. Esto dificulta garantizar una producción constante y responsable de algas en todos los ámbitos.
En este contexto, los científicos de Wageningen University & Research, de la Solent University, y de Arctic Seaweed desarrollaron un protocolo de evaluación de riesgos que fomenta el debate profesional entre los productores de algas, los compradores, y otros involucrados en la cadena de valor de las macroalgas, enfocado en tres dimensiones: seguridad el alimento, seguridad ambiental y seguridad y salud en el trabajo (SST).
Protocolo de la seguridad para las algas marinas
Los investigadores desarrollaron un protocolo genérico y lo probaron en un caso de estudio, que luego fue evaluado, siguiendo los principios de la creación de prototipos. El protocolo se basó inicialmente en una revisión de la literatura disponible y en consultas con las partes interesadas.
El protocolo de seguridad de las algas marinas resultante es como una hoja de ruta de seguridad, un lenguaje compartido para abordar los diversos riesgos asociados con la acuicultura de algas. Al analizar la literatura existente y consultar con acuicultores, procesadores y reguladores, el equipo detrás de este protocolo elaboró un marco flexible para evaluar la seguridad en toda la cadena de producción de algas.
De acuerdo con el estudio, el protocolo consta de cinco pasos que facilitan una comprensión compartida de los peligros y riesgos, la priorización y evaluación de riesgos de los peligros restantes por parte de los acuicultores de algas, y los próximos pasos a seguir para una evaluación de riesgos de los agricultores de algas.
Pruebas en el mundo real
Y no se queda sólo en el papel. El protocolo se puso a prueba en una granja de algas noruega, una prueba de fuego en el mundo real. Los resultados fueron prometedores. El enfoque estructurado ayudó a identificar peligros clave, priorizar la recopilación de datos y guiar los debates sobre seguridad dentro de la industria. Es importante destacar que el protocolo reconoció que los riesgos varían según la ubicación y las prácticas agrícolas, lo que lo hace adaptable a diferentes contextos.
Este es un importante paso adelante. El protocolo genérico proporciona un terreno común para discutir y gestionar la seguridad, permitiendo una transición más fluida hacia la producción de algas a gran escala. Centra la recopilación de datos en los peligros más urgentes, garantiza que los recursos se utilicen de manera efectiva y fomenta la colaboración dentro de la industria.
La prueba piloto del protocolo en Noruega demostró su eficacia. Al aplicar el marco, las partes interesadas podrían:
- Identificar los peligros relevantes para su entorno local y sus prácticas acuícolas.
- Centrar los esfuerzos de recopilación de datos en los peligros más críticos.
- Generar debates en todo el sector sobre seguridad, generando una comprensión común de los riesgos y las estrategias de mitigación.
Aplicación en la maricultura de algas
Por supuesto, el viaje está lejos de terminar. El protocolo necesita mayor perfeccionamiento y pruebas en diversos entornos. Pero su éxito en Noruega demuestra el poder de un enfoque unificado para la seguridad de las algas marinas. Al trabajar juntos, los científicos, los reguladores y los actores de la industria pueden afrontar los desafíos y desbloquear el inmenso potencial de este recurso sostenible cultivado en el océano.
Las algas marinas vienen siendo reconocidas por los beneficios que tienen para los ecosistemas marinos, seguridad alimentaria o la generación de empleo; sin embargo, aún existen preocupaciones sobre su seguridad cuando se usa como alimento o los impactos ambientales negativos que podría tener. En este sentido, el protocolo ayuda a unificar los criterios de evaluación de los peligros y riesgos del cultivo de macroalgas.
Aún cuando el protocolo ha sido diseñado para la realidad europea, los fundamentos del mismo se pueden adaptar a otras regiones del mundo donde las algas marinas forman parte de la dieta de las personas.
Conclusión
“Los resultados muestran que un enfoque coherente y estructurado de la seguridad permite identificar peligros y priorizar y recopilar datos sobre peligros clave. El protocolo facilitó una discusión sectorial sobre seguridad, brindando un discurso compartido para hablar de seguridad”, concluyen los investigadores.
Este artículo es sólo un punto de partida. Sumérgete más profundamente en el fascinante mundo de la seguridad de las algas marinas explorando el artículo de investigación original, aprendiendo más sobre el protocolo genérico y participando en la conversación en curso sobre el cultivo responsable de algas. Recuerde, al priorizar la seguridad, allanamos el camino para un futuro impulsado por las algas que beneficie tanto a las personas como al planeta.
El proyecto Safe Seaweed by Design fue encargado y financiado por el Lloyds Register Foundation.
Contacto
S. W. K. van den Burg
Wageningen Economic Research
Part of Wageningen University & Research
P.O. Box 29703, 2502, LS, The Hague, the Netherlands
Email: sander.vandenburg@wur.nl
Referencia (acceso abierto)
van den Burg, S.W.K., Koch, S.J.I., Banach, J.L. et al. Learning to discuss safety within the European seaweed aquaculture sector. Aquacult Int (2023). https://doi.org/10.1007/s10499-023-01358-3
