La Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Milán publicó un estudio de mercado sobre la acuicultura en Italia, y las oportunidades que ofrece para los acuicultores del mundo.
A continuación te presentamos el resumen del estudio; sin embargo, puedes descargar el estudio completo, previo registro, en la página de ICEX.
Este estudio de mercado tiene como objetivo examinar la situación del sector de la acuicultura en Italia. Se analizará la evolución de la industria en los últimos años y se estudiarán las oportunidades que el mercado de la acuicultura puede ofrecer a potenciales exportadores e inversores extranjeros.
La acuicultura italiana, aunque no alcanza un peso elevado en volumen, con una cantidad aproximada de 150.000 toneladas al año, se centra en la calidad de los productos y de los métodos de cultivo, produciendo especies variadas y de alto valor añadido. Se caracteriza por el predominio del cultivo de marisco, que representa más del 50% de las explotaciones. En concreto, destaca la producción de mejillones y de almejas. En cuanto a especies de agua dulce, el cultivo de trucha representa el segmento más importante, mientras que, en la acuicultura marina, las especies más producidas son la lubina y la dorada.
Las cifras de producción de productos pesqueros no son suficientes para abastecer el mercado italiano, por lo que alrededor del 80% del consumo procede de las importaciones. El principal proveedor de productos pesqueros a Italia es España, con un valor importado de unos 770 millones de euros en 2020, por delante de Países Bajos, Suecia, y Dinamarca. Del mismo modo, España es el principal país de destino de las exportaciones de los productos pesqueros italianos, por un valor de 93 millones en 2020, seguido de Alemania, Francia, Austria y Portugal.
Los principales productos pesqueros españoles que son importados por Italia son la sepia, los calamares, los camarones, langostinos y el pulpo, todos ellos en estado congelado.
El ecosistema empresarial italiano está compuesto fundamentalmente por empresas familiares. En 2018 se contabilizaron 592 empresas de acuicultura en Italia, la mayoría de ellas productoras de mariscos.
Demanda del mercado italiano
Desde el punto de vista de la demanda, Italia es el segundo país de la Unión Europea que más productos pesqueros consume (308.035 toneladas en 2020), solo por detrás de España. El gasto medio anual de los hogares en productos pesqueros se ha incrementado en los últimos años, situándose en 171,42 euros en 2020.
Según los datos de 2020, en la categoría de pescado fresco, los productos más consumidos por volumen son la lubina, el bacalao y la merluza. En cuanto a moluscos, destacan los mejillones, las almejas y el calamar. De la familia de los crustáceos, solo los langostinos constituyen cerca del 50% del consumo.
En el sur de Italia se consume pescado de forma mucho más recurrente que en el norte. Sin embargo, no existen grandes diferencias en el perfil de consumidor en cuanto a clase socioeconómica se refiere. En general, la población de edad más avanzada muestra una mayor propensión al consumo de productos pesqueros. La frescura, la seguridad, la calidad y el precio son los factores más relevantes en la decisión de compra.
Los precios para el consumo del pescado han mantenido una tendencia al alza en los últimos años. Los productos provenientes de la acuicultura vienen subiendo de precio a causa, principalmente, de la fuerte demanda de algunas especies como el salmón, la lubina, la dorada, la ostra y la almeja.
Otros factores que explican la subida de precios son el descenso de la oferta debido a la alta mortalidad de algunas especies, así como una mayor calidad de los productos, incluidos los de origen ecológico.
El prestigio de los productos españoles
El producto español es reconocido por los profesionales del sector en Italia. Además, cada vez los consumidores italianos están más abiertos al consumo de productos pesqueros cultivados en granjas, puesto que existe una mayor conciencia de la necesidad de reducir el número de capturas.
Las grandes superficies de alimentación son el principal canal de distribución, sobre todo en las grandes ciudades y más en zonas del norte de Italia. Aun así, siguen siendo significativos los especialistas (pescaderías y mercados callejeros o lonjas), los grandes grupos de distribución y el canal horeca.
En términos de acceso al mercado, no existen barreras legales que dificulten o imposibiliten la comercialización de productos españoles en el mercado italiano. En lo que respecta a la legislación vigente, se aplica la normativa europea, siguiendo siempre los objetivos de crecimiento y desarrollo sostenible de la Política Pesquera Común.
El exportador español debe ser consciente de la existencia de barreras no arancelarias que pueden dificultar el acceso al mercado italiano: los consumidores italianos son muy exigentes con la calidad de los productos, y priorizan los productos del país ante aquellos provenientes del extranjero.
Pese a que el sector se enfrenta a una situación internacional afectada por la crisis de la COVID19, el rápido desarrollo de la tendencia social de una alimentación sana y sostenible favorece el consumo de productos pesqueros. En este sentido, las empresas españolas tienen la oportunidad de penetrar en el mercado italiano adecuando sus productos a los nuevos hábitos de consumo, entre los que destaca el consumo de alimentos con sellos de calidad “bio”.
En conclusión, el sistema productivo italiano no es autosuficiente para satisfacer la totalidad de la demanda de sus consumidores y debe acudir en gran medida a la importación, por lo que el mercado ofrece grandes oportunidades para las empresas españolas del sector.
Referencia
Rollán Serrat, Paula. 2021. Estudio de mercado. El mercado de la acuicultura en Italia 2021. ICEX España Exportación e Inversiones. 57 p.