Sarasota, EEUU.- Décadas de investigación básica han revelado algunos secretos de los peces elasmobranquios que podrían beneficiar al hombre. Una revisión científica reúne información sobre el desarrollo de nuevos antibióticos y nuevos tratamientos para el cáncer, degeneración macular, patógenos virales, la enfermedad de Parkinson; el uso potencial de la información genómica de los transcriptomas, entre otros.
Los invertebrados marinos se han constituido en una fuente importante de medicamentos; sin embargo, los vertebrados marinos han permanecido subutilizados como fuente potencial para nuevos agentes terapéuticos. Los elasmobranquios, que incluyen a los tiburones, rayas, han tenido éxito en su evolución, la cual puede ser atribuida a sus numerosos sistemas sensoriales, sus estrategias de reproducción y su incapacidad para enfermarse.
Carl Luer y Catherine Walsh publicaron una revisión científica sobre la aplicabilidad de la investigación en elasmobranquios a los problemas de salud humana, mediante la actualización de información sobre algunas áreas de investigación que se mostraron prometedoras en el pasado, además de introducir nuevos enfoques para terapias potenciales basados en los descubrimientos recientes.
Nuevos antibióticos contra los patógenos humanos
La adaptación de los patógenos humanos a los antibióticos existentes y el incremento en su resistencia no es un secreto. Al menos que antibióticos nuevos y mejorados sean descubiertos, el tratamiento efectivo de las infecciones bacterianas, hongos, parasitarias y virales, además de enfermedades crónicas, incluido el cáncer, continuará siendo un desafío.
La recurrente observación de la curación de las heridas, libre de infección, entre los elasmobranquios, podría dar luces sobre una fuente rica de nuevos antibióticos. En el año 2017, los científicos aislaron 1860 bacterias simbióticas del mucus epidermal de tres mantarrayas; cuando evaluaron sus capacidades para producir compuestos antibacterianos con actividad inhibitoria contra un grupo de cepas patogénicas, 311 de los aislados demostraron actividad contra uno o más de los patógenos, 57 de los cuales produjeron antibióticos de amplio espectro.
Escualamina: nuevo compuesto
En el año 1993, el aislamiento y la purificación de un aminosterol del tejido del estómago de los tiburones con una amplia actividad antifúngica, antibacteriana y antiprotozoos fue descrito. Este compuesto fue denominado escualamina. En la actualidad la escualamina puede ser sintetizada.
La escualamina tiene actividad antiangiogénica, una propiedad útil para inhibir el crecimiento de tumores sólidos, debido a que este tipo de tumores dependen del reclutamiento de los vasos sanguíneos para prosperar. La escualamina también mostró tener actividad antitumoral en modelos de roedores de cánceres del cerebro, mama, pulmón y ovario de humanos.
Genoma: Transcriptomas de los tiburones
Los estudios genómicos y transcriptómicos proveen una base para la exploración molecular de los fenotipos únicos de los elasmobranquios. El análisis genómico de sus características de morfología, reproducción, capacidades sensoriales y longevidad, combinada combinado con la lenta tasa de evolución del ADN, tiene el potencial para elucidar mecanismos moleculares específicos que les dan sus características únicas.
Los transcriptomas de los elasmobranquios pueden ser útil para la aplicaciones biomédicas humanas. “Una comparación de las transcripciones de genes entre el tiburón blanco y pez cebra, reveló un sorprendente resulta, que los productos de los genes del tiburón blanco asociados con el metabolismo, las funciones moleculares y las ubicaciones celulares de estas funciones fueron más similar al humano que al pez cebra” destacan los investigadores. De hecho, los estudios de la expresión del transcriptoma de los genes de tiburón identificaron la selección de genes que juegan importantes roles en las respuestas del sistema inmune a ciertos tipos de cánceres.
Los autores del estudio concluyen que las potenciales aplicaciones biomédicas de la investigación en elasmobranquios están empezando a recibir atención, debido a los avances en conocer la fisiología de los elasmobranquios, especialmente el sistema inmune. “Los avances recientes han conducido al desarrollo de nuevas herramientas genómicas, y el descubrimiento de nuevas estructuras de antimicrobianos y anticuerpos, así como los compuestos producidos por el tejido único de los peces elasmobranquios” concluyen.
Referencia (libre):
Luer, Carl A.; Walsh, Catherine J. 2018. «Potential Human Health Applications from Marine Biomedical Research with Elasmobranch Fishes.» Fishes 3, no. 4: 47. https://www.mdpi.com/2410-3888/3/4/47
