Michael Metzger, PhD, investigador asistente en el Pacific Northwest Research Institute, en Seattle (EEUU), y un equipo de co-investigadores de todo el mundo estudiarán cómo como un cáncer se propaga de forma similar a un virus entre los berberechos en la costa del Pacífico y las almejas de concha blanda en la Costa Atlántida a través de una subvención de $3 millones de la Division of Ocean Sciences de la National Science Foundation (NSF).
“Normalmente no pensamos en el cáncer como una enfermedad infecciosa”, dijo el Dr. Metzger.
“Pero recientemente se han encontrado varios cánceres transmisibles en la naturaleza, que causan una mortalidad significativa, y los bivalvos marinos, como los mejillones, las ostras, los berberechos, las vieiras y las almejas parecen particularmente susceptibles”.
Cáncer transmisible
Lo que hace único a este cáncer, en comparación con los cánceres humanos, es que es transmisible. Las propias células cancerosas se propagan de un animal a otro, como un virus.
Se sabe que esta cepa de cáncer afecta negativamente el medio ambiente marino, la industria de la acuicultura y las comunidades nativas americanas que dependen de los bivalvos como fuentes tradicionales de alimento.
Proyecto internacional
El proyecto reúne a un equipo diverso de biólogos marinos, genetistas de poblaciones, modeladores matemáticos, biólogos del cáncer y biólogos genómicos/moleculares de las siguiente organizaciones e instituciones de todo el mundo: Suquamish Tribe, Puget Sound Restoration Fund (PSRF), Western Washington University, Bigelow Laboratory for Ocean Sciences (Maine) y Gloucester Marine Genomics Institute (Massachusetts), y, University of London.
Durante los próximos cinco años, la colaboración interdisciplinaria recolectará muestras, analizará genomas, desarrollará modelos matemáticos y medirá la progresión de la enfermedad.
“Se necesita experiencia en el manejo de recursos tribales, la conservación marina y la ecología de enfermedades infecciosas para resolver este problema complejo”, dijo Ryan Crim, biólogo marino del PSRT que ha estado trabajando con la tribu Suquamish en el estado de Washington para restaurar los hábitats marinos durante más de una década.
Cáncer infeccioso
Los investigadores descubrieron que el cáncer infeccioso prevalece en los berberechos locales, una especie de subsistencia favorita para los miembros tribales que se ha vuelto escada en los últimos años.
Elizabeth Unsell, bióloga marina de la Tribu Suquamish, explicó que la Tribu está motivada para trabajar para restaurar las poblaciones locales y aprender más sobre las amenazas que pueden estar enfrentando.
“Aumentar nuestra conciencia y comprensión de la presencia y la gravedad del cáncer transmisible en esta especie de bivalvo nos brindará herramientas para comprender mejor la dinámica de la población e informar las decisiones de gestión”, manifestó Unsell.
En la costa este de los EEUU, las almejas de concha blanda son una de las pesquerías más valiosas para Massachusetts y la especie tiene una gran relevancia cultural e histórica en la región.
El cáncer transmisible en las almejas de concha blanda ha causado grandes pérdidas en Massachusetts en el pasado, impactando severamente en las pesquerías comerciales.
Conocer mejor la dinámica de la infección del cáncer
“Al comprender mejor la dinámica de la infección y los mecanismos del cáncer transmisible en las almejas de concha blanda, seremos más efectivos en la prevención o el manejo de la enfermedad para conservar mejor este preciado recurso natural”, dijo Tim O’Donnell, investigadores de peces de agua dulce y marina en el Gloucester Marine Genomics Institute.
“Comprender exactamente cómo estos bivalvos luchan o se recuperan de este cáncer afecta directamente la supervivencia de esas especies y las personas que dependen de ellas”, dijo el Dr. Metzger.
“Si tenemos éxito, obtendremos una mejor comprensión de cómo se propagan estos cánceres transmisibles y qué podemos hacer para detenerlos”.
“Estoy agradecido de que la NSF valore este tipo de investigación interdisciplinaria”, manifestó el Dr. Metzger. “Sin su financiación, no podríamos lanzar un estudio como este que vincula el análisis genómicos de los cánceres con estudios ecológicos de varios años y modelos para comprender todos los factores involucrados en la propagación de la enfermedad”.