Patologías, Sistemas de Cultivo

¿Cuáles son los desafíos para la implementación de las estrategias de bioseguridad?

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By Milthon Lujan

Las cuatro etapas de la Ruta de Gestión Progresiva para la Bioseguridad Acuícola (PMP-AB). Sigue los principios de estar basado en el riesgo, progresivo y colaborativo. Fuente: Subasinghe et al., (2023)
Las cuatro etapas de la Ruta de Gestión Progresiva para la Bioseguridad Acuícola (PMP-AB). Sigue los principios de estar basado en el riesgo, progresivo y colaborativo. Fuente: Subasinghe et al., (2023)

Una revisión científica describe los problemas que vienen desafiando el diseño e implementación de estrategias y protocolos de bioseguridad en la acuicultura, y que requieren de atención en la próxima década.

El estudio fue elaborado por investigadores de FUTUREFISH Co. Ltd., National Aquaculture Group (NAQUA), Food and Agriculture Organization (FAO), Network of Aquaculture Centres in Asia-Pacific (NACA), INVE y University of Ghent, y publicado en la Journal of the World Aquaculture Society.

De acuerdo con el estudio los principales desafíos para la bioseguridad en la acuacultura incluyen: semilla sana, preparación y respuesta para la emergencia, diagnóstico, gestión microbiana a nivel de producción, monitoreo de las enfermedades y patógenos, comercio de especies acuáticas, políticas y marco regulatorio, bienestar, investigación y desarrollo tecnológico, resistencia antimicrobiana, vías no convencionales de la transferencia de patógenos, y gestión progresiva.

A continuación te resumimos los principales aspectos del artículo científico; sin embargo, al final de este post puedes encontrar el enlace para descargar el artículo completo.

Bioseguridad

La bioseguridad en la acuicultura consiste de prácticas que minimizan el riesgo de la transferencia. establecimiento y diseminación de patógenos. Estos incluyen prácticas para reducir el estrés en los peces, además de hacerlos menos susceptibles a patógenos/enfermedades.

Los componentes principales de un enfoque holístico y progresivo de manejo de la bioseguridad deben incluir, entre otros:

  • manejo de animales: obtener poblaciones saludables y optimizar su salud e inmunidad a través de una buena crianza,
  • manejo de patógenos: prevenir, reducir o eliminar patógenos,
  • gestión de personas: educar y gestionar a las partes interesadas relevantes,
  • investigación adecuada, y
  • la política conducente.

Semilla sana

Los años de experiencia han convencido a los acuicultores que el uso de semilla sana es un asunto de alta prioridad en la bioseguridad para prevenir los brotes de enfermedades y las subsecuentes pérdidas.

La exclusión de patógenos es una estrategia con muy buenos resultados. La estrategia de semilla libre de patógenos específicos usada en la acuicultura fue copiada de la industria avícola desarrollada en los años 50. La primera especie acuícola que ingresó en un proceso de semilla libre de patógenos específicos fue el camarón blanco Penaeus vannamei en los años 80.

La definición más precisa hasta ahora es que los animales libres de patógenos específicos deben provenir de una población que haya dado negativo en la prueba de patógenos específicos durante un período de al menos dos años consecutivos, que haya sido criada en instalaciones altamente bioseguras y que haya sido alimentada con alimentos bioseguros.

Preparación y respuesta a las emergencias

De acuerdo con el estudio para hacer frente a las emergencias se requiere: velocidad de respuesta, toma de decisiones y acción; sistemas de gestión de la información y comunicación; y buena ciencia.

El objetivo general debe ser minimizar el riesgo de que la enfermedad entre en un país; mantener el estado de alerta o vigilancia será fundamental para lograrlo.

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Las siguientes inversiones, entre otras, son esenciales para reducir las pérdidas de las enfermedades de los animales acuáticos:

  • Estrategias de prevención y regreso a lo básico: buena acuicultura y mejores prácticas de bioseguridad a nivel de granja.
  • Planes de contingencia para guiar las acciones de respuesta operativa y técnica a eventos de emergencia, incluidas las auditorías del sistema de respuesta de preparación para emergencias.
  • Educación sobre riesgos en todos los niveles, incluso a nivel de finca, para apoyar la evaluación oportuna de la amenaza de especies nuevas o en expansión.

Diagnóstico

Los esfuerzos de investigación en biología molecular han permitido mejorar nuestro conocimiento de la biología del patógeno, patogenicidad y el comportamiento, lo que ha resultado en mejores y más rápidos procedimientos de diagnósticos y pruebas.

Sin embargo, las técnicas moleculares tienen limitaciones en términos de capacidad de diagnóstico de la enfermedad y la evaluación de la viabilidad de los patógenos para la evaluación de riesgos.

Por otro lado, la mayoría de las pruebas y herramientas moleculares se enfocan en especies acuícolas de alto valor y comercialmente importantes.

Gestión microbiana a nivel de producción

La implementación de medidas de bioseguridad incluyen medidas que van desde la exclusión de patógenos hasta el manejo de los patógenos dentro de la instalación acuícola.

Tener protocolos y procedimientos eficientes, como la desinfección como herramienta principal para matar o inactivar los patógenos microbianos, es una parte esencial de la bioseguridad. Sin embargo, no es suficiente para minimizar el riesgo de que ocurra una enfermedad infecciosa, debido a que los patógenos oportunistas o secundarios pueden aumentar durante el período de cultivo.

Todavía se conoce muy poco de los microorganismos que crecen junto a los animales en los sistemas acuícolas, independientemente de si se implementan medidas de bioseguridad eficientes para evitar la entrada de patógenos específicos.

La estabilidad y composición de estas poblaciones microbianas in situ tienen un papel determinante en el éxito del producto. Por esta razón, el manejo de los microorganismos que crecen en el sistema es tan importante como las medidas de bioseguridad para evitar la entrada de patógenos.

La actual percepción de la gestión microbiana en la acuicultura es casi exclusivamente “usar la desinfección para matar las bacterias malas”, y “usar probióticos para agregar bacterias buenas”.

Monitoreo de la enfermedad y los patógenos

Aún cuando se han realizado algunos avances en la vigilancia de las enfermedades acuáticas, muchas barreras permanecen para desarrollar sistemas de monitoreo efectivos que sostengan la bioseguridad nacional y a nivel de granja.

Muchos países con incapaces de cumplir con los estándares de vigilancia de la Organización Mundial para la Salud Animal (WOAH), necesarios para demostrar y mantener un estado libre de enfermedad, impidiéndoles aprovechar al máximo el sistema, establecido por el acuerdo Sanitario y Fitosanitario (SPS) de la Organización Mundial del Comercio (OMC), para minimizar la propagación de enfermedades a través del comercio.

La relación entre la inversión en vigilancia y los costos de intervención para mitigar una enfermedad necesita ser integrada mediante el modelamiento económico en la toma de decisiones de la salud de animales acuáticos.

Reporte de enfermedades y comercio

Informar las enfermedades de animales acuáticos tiene dos funciones principales: uno relacionado al comercio y otro relacionado al acuerdo del control de enfermedades de la OMC.

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Un efectivo sistema de reporte de enfermedades requiere de transparencia. Sin embargo, debido a que la notificación se realiza en gran medida a través de la Autoridad Competente nacional.

El costo de establecer un sistema nacional de informar y evaluar es significativo y debe estar balanceado con respecto a otros objetivos de desarrollo. A pesar de muchas iniciativas en los últimos 20 años, muchos países carecen de experiencia, capacidad e infraestructura para operar sistemas efectivos de reporte de enfermedades.

Políticas y marco regulatorios

La planificación estratégica nacional sobre la gestión de la salud acuática y la bioseguridad es vital para reducir la vulnerabilidad del sector acuático a las enfermedades nuevas y emergentes, y frecuentemente las soluciones ad-hoc y reactivas a las enfermedades transfronterizas graves y los eventos de mortalidad masiva en las poblaciones acuáticas.

Como resultado de las externalidades negativas asociadas con las enfermedades de los animales acuáticos, existe la obligación de que las autoridades implementen la legislación nacional relacionada con la bioseguridad.

Esto ha iniciado varios marcos de bioseguridad internacionales y nacionales/regionales. Marcos relacionados con acuerdos, declaraciones, lineamientos y planes de política.

Bienestar de los peces

Generalmente no existe una definición aceptada del concepto de “bienestar animal”. Sin embargo, las siguientes tres dimensiones de bienestar son citados con frecuencia:

  • Basado en la función: los animales pueden hacer frente fisiológicamente a su entorno y gozan de buena salud.
  • Basado en la naturaleza: los animales pueden llevar una vida natural, utilizando sus adaptaciones naturales.
  • Basado en sentimientos: los animales deben estar libres de estados emocionales desagradables prolongados o intensos, como dolor, miedo y hambre.

La relación entre la bioseguridad y el bienestar provienen del hecho de que el bienestar se relaciona con la salud y el estado de salud de los animales en la granja. El buen bienestar incrementa la capacidad de los animales para resistir a las enfermedades, mientras que el pobre bienestar incrementa la susceptibilidad a la infección y enfermedades.

Investigación y tecnología

Es evidente que la mayor parte de la investigación en la salud de los animales acuáticos, especialmente en tecnologías de diagnóstico y gestión de la salud, se enfoca en las especies comercialmente importantes y comercializadas en el ámbito internacional.

La consideración primordial en el desarrollo de marcos nacionales de I+D es quién es el cliente. Reconociendo que los clientes serán variados, desde gobiernos hasta industrias a gran escala, empresas emergentes y pequeños productores, se entiende que los marcos nacionales de I+D deben ser holísticos y receptivos.

Los investigadores indican que la investigación debe concentrarse en: los impactos del cambio climático sobre las enfermedades, enfoques de gestión basados en el ecosistema, enfoque de gestión integrada de pestes/enfermedades, evaluación y reducción de la resistencia antimicrobiana, impactos antropogénicos, entre otros.

Enfoque de la gestión progresiva

Aproximadamente cada tres a cinco años, un patógeno no informado anteriormente que causa enfermedades nuevas emergerá y se propagará rápidamente, cruzando fronteras nacionales e internacionales.

Por lo general, transcurre un largo período antes de que se identifique el patógeno, se determine el rango de huéspedes, se comprenda la patología, se establezca la conciencia global y se establezcan medidas efectivas de contención y manejo de la enfermedad.

Según los investigadores es necesaria una buena comprensión de los factores y las vías que permiten la diseminación de las enfermedades exóticas y endémicas. Se agrupan en cuatro:

  • Comercio de animales vivos y sus productos: los animales acuáticos son productos alimenticios que se comercializan a nivel mundial; en ausencia de una bioseguridad nacional adecuada, los patógenos pueden transferirse junto con el movimiento del huésped.
  • Conocimiento de los patógenos y sus huéspedes: el conocimiento sobre nuevos patógenos, huéspedes susceptibles y diagnósticos frena el rápido desarrollo del sector y el gran número de especies criadas bajo variados sistemas de cultivo.
  • Gestión de la salud acuática y control de enfermedades: capacidades institucionales y técnicas limitadas o inexistentes, incluida la aplicación e implementación de normas directrices internacionales para las mejores prácticas de bioseguridad.
  • Cambios en los ecosistemas: los ecosistemas acuáticos son dinámicos y cambian a través de la actividad humana directa e impactos humanos indirectos. En condiciones tan dinámicas, la acuacultura está limitada por la fisiología de los animales, la aparición de patógenos oportunistas y el cambio de rangos geográficos de poblaciones silvestres, microbios y parásitos.
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Perspectivas

Aunque el sector de la acuicultura sufrió incursiones de patógenos y brotes de enfermedades que causaron pérdidas significativas de producción e ingresos, hasta la fecha, aún falta conocimiento basado en evidencia sobre los impactos económicos (y sociales posteriores) de las enfermedades en la acuicultura.

Hay varios desafíos para la recopilación de datos relacionados con las pérdidas económicas y sociales de los episodios de enfermedades acuáticas. Estos incluyen la falta de métodos uniformes de recopilación de datos y protocolos estandarizados para la recopilación de datos en todos los países y regiones, lo que puede dar lugar a datos incoherentes e incompletos.

Si bien existe un enorme potencial para que la acuicultura continúe con su rápido crecimiento y aumente su contribución a la seguridad alimentaria mundial, el crecimiento sostenible de la acuicultura se ve amenazado tanto por enfermedades conocidas, que no podemos controlar de manera efectiva, como por enfermedades nuevas, que pueden convertirse en pandemias.

Las pandemias recientes han demostrado que los sistemas de producción global están conectados epidemiológicamente y, en consecuencia, las enfermedades de las especies acuáticas cultivadas presentan una amenaza global compartida que exige solidaridad global.

Contacto
Rohana Subasinghe
FUTUREFISH Co. Ltd.,
Suit LG 11, St James’s Place,
London,SW1A1NP,
United Kingdom.
Email: rohana@futurefish.org

Referencia (acceso abierto)
Subasinghe, R., Alday-Sanz, V., Bondad-Reantaso, M. G., Jie, H., Shinn, A. P., & Sorgeloos, P. (2023). Biosecurity: Reducing the burden of disease. Journal of the World Aquaculture Society, 1– 30. https://doi.org/10.1111/jwas.12966

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