La Paz, México (Agencia Informativa Conacyt).- Un equipo de científicos del Centro Interdisciplinario de Ciencias del Mar (Cicimar) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) está desarrollando tecnologías aplicadas al cultivo de huachinango del Pacífico (Lutjanus peru), generando métodos de manejo para la crianza de los ejemplares hasta una etapa juvenil.
La doctora Marie Sylvie Dumas Lepage, responsable de la investigación, comentó que el huachinango ha sido una especie difícil de manejar en cautiverio por particularidades en su alimentación en la etapa larvaria, que requiere de grandes cantidades de nutrientes provenientes de microorganismos vivos.
En las granjas de acuicultura también se necesita un estricto control de la temperatura del agua, condiciones de iluminación y dosis hormonales para obtener gametos de manera natural.
«La principal dificultad era que las larvas de los pelágicos en su mayoría nacen muy pequeñas y con escasas reservas de nutrientes llamados vitelo; la larva después de tres días de nacida tiene que alimentarse de microorganismos vivos. Sin embargo, en el caso de la larva de huachinango no ha querido comer el rotífero, por lo que nuestra investigación se enfocó en encontrar una especie idónea para el huachinango, más que nada el tamaño de la presa», explicó.
La doctora, quien pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con el nivel I, agregó que en las granjas de acuicultura se alimenta a las larvas de los peces con tres principales tipos de organismos: rotíferos, artemia y copépodos, los primeros relativamente fácil de cultivar con microalgas. Sin embargo, para el cultivo de huachinango en estado larvario se utilizaron los copépodos como alimento, estos son pequeños crustáceos que se alimentan sobre todo de fitoplancton y son la base alimenticia de las larvas de una diversidad de peces marinos en sus primeros estadios, que en el caso del huachinango llega a durar hasta 20 días.
«El copépodo es una de las primeras presas de las larvas de peces marinos en el mar y son organismos mucho más ricos nutricionalmente que el rotífero, hay muchas ventajas que se combinan en el copépodo. Sin embargo, todo el alimento lo tenemos que cultivar antes que tengamos los huevos del huachinango», comentó Dumas Lepage.
Los copépodos se cultivan principalmente mediante métodos extensivos e intensivos en los que la producción varía de forma considerable. Actualmente el equipo de investigación del Cicimar ha logrado la transferencia tecnológica de los métodos de cultivo de estos organismos a la iniciativa privada, quienes están desarrollando procesos de producción que garanticen el alimento para cultivos de huachinango en una escala comercial.
«El cultivo intensivo se trabaja con densidades más altas, se les da más comida y se hace recambio de comida más seguido. En el caso del copépodo, cada dos días se tienen que filtrar los tanques, recolectar los organismos, ponerlos en agua limpia y darles de comer. El cultivo extensivo se hace en el exterior con densidades menores, alimento moderado y se considera la iluminación del sol que ayuda a desarrollar las microalgas necesarias para el desarrollo de los organismos; sin embargo, genera volúmenes menores de producción que el cultivo intensivo», detalló Dumas Lepage.