Reino Unido.- Los científicos han desarrollado una prueba para identificar híbridos que proceden de los cruces entre el bogavante europeo y el bogavante americano.
Los bogavantes americanos han eventualmente escapado o han sido librados en las aguas europeas tras su importación al mercado alimenticio europeo.
Los expertos han temido desde hace un tiempo que podrían poner en peligro los bogavantes europeos por la introducción de enfermedades o por la consolidación de ellos mismos como especie invasora.
Hibridación – cuando una especie “pura” está amenazada a nivel genético mediante el mestizaje con especies distintos pero similares – no había suscitado mucha preocupación ya que los estudios de laboratorio habían demostrado que los bogavantes europeos y americanos se mostraron reacios a aparearse.
Sin embargo, cuando se encontró un bogavante hembra americano con huevas en un fiordo en Suecia, investigadores de la Universidad de Exeter analizaron la descendencia y descubrieron que eran “claramente distintos” de los bogavantes europeos y americanos.
“Acabamos de desarrollar una prueba genética para la trazabilidad de productos de mar, la que puede separar cualquier bogavante americano etiquetado incorrectamente como el equivalente europeo más caro una vez cocinado, cuando el color del caparazón ya no sirve como manera de distinguir las dos especies,” dijo Dr Charlie Ellis de la Universidad de Exeter.
“Cuando probamos a la descendencia, se descubrió que estaban en la media de esta separación, eran mitad americano y mitad europeo, así que estos bogavantes eran híbridos.”
Esto tiene potenciales implicaciones preocupantes para la industria de la langosta y los esfuerzos de conservación, y Dr Ellis dice que se necesita investigación adicional para evaluar el grado de la amenaza.
“Hasta hace poco, se creía que los bogavantes americanos y europeos evitarían el mestizaje, pero esta hembra americana introducida ha apareado con un macho nativo de Europa, probablemente porque no podía encontrar un macho americano,” dijo.
“Ahora hay que comprobar si algún híbrido adulto maduro es fértil, porque si son fértiles, tienen la capacidad de propagar estos genes americanos indeseados entre la población de bogavante nativo.”
Trabajando con colaboradores de la Universidad de Gothenburg que originalmente habían encontrado los huevos híbridos, los investigadores dicen que su estudio, publicado en el periódico Scientific Reports, subraya el uso vital de la genética para distinguir bogavantes híbridos que puedan parecer idénticos a una cepa pura.
Dr Jamie Stevens, el líder de la investigación que recibe una subvención de la UE mediante el programa Agri-tech Cornwall, dice: “Lo bueno es que ahora tenemos esta herramienta genética para analizar los bogavantes o sus huevos para ver si son híbridos, y la podemos usar para rastrear la propagación de estos genes ‘foráneos’ para determinar el grado de amenaza que presenta a la especie de bogavante nativa.”
Por razones de conservación diversas, incluido el contacto potencial con bogavantes americanos, el equipo aconseja sobre la importancia de que el público general nunca libere un bogavante comercializado, incluso nuestra especie nativa.
Dr Tom Jenkins agregó: “Aunque apreciamos que todos los amantes de los animales estén preocupados por el destino de los animales individuales, en este caso el rescate de un animal podría poner en peligro la salud de toda la población salvaje, por lo que una vez que haya ingresado a la cadena de suministro de mariscos un bogavante, debería quedarse allí».
Contacto:
Dr Charlie Ellis
Research Fellow (Industrial Impact)
C.Ellis@exeter.ac.uk
Referencia (acceso abierto):
Ellis, C.D., Jenkins, T.L., Svanberg, L. et al. Crossing the pond: genetic assignment detects lobster hybridisation. Sci Rep 10, 7781 (2020). https://doi.org/10.1038/s41598-020-64692-z
Traducido por Beth Wright-Watson, MA Translation Studies Student, University of Exeter