Valor Nutricional

Más personas y menos peces silvestres conducen a una brecha en el suministro de ácidos grasos omega-3

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By Milthon Lujan

Por Nancy Bazilchuk*
Tromso, Noruega.- Los ácidos grasos omega-3 son componentes esenciales de las dietas saludables, tanto para los humanos como para los peces. El incremento dramático de la piscicultura en todo el mundo ha impulsado la demanda por ácidos grasos omega-3 tanto que el suministro actual no puede satisfacer la demanda. Reducir el desperdicio y encontrar nuevas fuentes puede ayudar.

Todo el mundo sabe que comer pescado es bueno, en parte debido a los ácidos grasos omega-3 que contiene. Varios de estos ácidos grasos son esenciales en las dietas humanas, especialmente cuando se trata del desarrollo infantil y la reducción del deterioro cognitivo en adultos.

Pero la disminución de las poblaciones de peces en todo el mundo, combinado con una población en crecimiento, significa que un número sustancial de personas en todo el planeta no obtienen suficientes nutrientes esenciales, según muestra un nuevo estudio.

Los investigadores se concentraron en dos ácidos grasos omega-3 en particular, EPA y DHA, debido a que son dos ácidos grasos esencial y de suministro limitado. Otros ácidos grasos están fácilmente disponibles a través de los vegetales.

“Cuando observamos cómo se producen y consumen EPA y DHA, en humanos y en el océano, descubrimos que el 70 por ciento de la población mundial no obtiene lo que realmente necesita. Eso puede tener consecuencias en la salud a largo plazo” manifestó Helen Hamilton, primera autora del artículo.

Hamilton completó recientemente su postdoctorado en el Industrial Ecology Programme de la Norwegian University of Science and Technology (NTNU), quien ahora es Especialista de Sostenibilidad en Biomar Global.

Hamilton y sus colegas documentaron las razones detrás de la brecha de suministro y sugirieron formas de aumentar los suministros a través de un mejor reciclaje y aprovechar nuevas fuentes primarias, y reducir la demanda a través de dietas alternativas. Sus hallazgos han sido publicados en la revista científica Nature Food.

Presión sobre las poblaciones de peces

Hamilton y sus colegas reportan que las pesquerías mundiales están bajo presión, con un estimado de que el 63% de todas las poblaciones de peces se consideran explotadas y necesitan ser recuperadas. Eso hace que sea poco probable que las personas puedan capturar la cantidad suficiente de peces para satisfacer sus necesidades dietéticas de EPA y DHA.

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“No podemos sacar más peces del océano” resalta Hamilton. “Eso significa que realmente necesitamos optimizar lo que tenemos o encontrar fuentes novedosas. Tenemos que ver cómo el EPA y DHA son producidos y consumidos por los humanos y en el océano”.

Para arribar a sus resultados, los investigadores recolectaron datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y de la International Marine Ingredients Organization, además de artículos e informes de investigación publicados. Los datos se introdujeron en un modelo llamado marco de análisis de flujo de material multicapa. Esto permitió a Hamilton y sus colegas estimar la cantidad de ácidos grasos omega-3 disponibles, y cómo y dónde se consumen.

Los investigadores sugieren que una mejor gestión de la pesca, como limitar las capturas y modificar las artes de pesca para reducir la captura de peces no deseados, como formas de aumentar las poblaciones de peces. Sin embargo, permitir que las poblaciones se recuperen es una solución de largo plazo que dará como resultado una disminución de los suministros a corto plazo, dijeron.

Krill como fuente de EPA y DHA

“El aumento de la captura de krill para su uso como alimento podría sustancialmente incrementar el abastecimiento de EPA/DHA” escribieron Hamilton y sus colegas. Las tasas anuales de cosecha de aproximadamente 300,000 toneladas están muy por debajo de los límites de captura recomendados de 5.6 millones de toneladas, destacan los investigadores.

Pero capturar krill tampoco es necesariamente una respuesta rápida, destacan los investigadores. La captura del krill de la Antártida es costosa y desafiante debido a la gran distancia de las aguas antárticas a los mercados, dijeron.

Piscicultura es un beneficio neto

La piscicultura puede ayudar, pero muchos peces de cultivo, incluido los salmones, necesitan piensos para peces que incluyan harina y aceite de pescado.

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La fuerte demanda por harina y aceite de pescado ha conducido a la industria de la acuicultura a desarrollar piensos para peces basados en productos vegetales, como la soja. Pero una pequeña cantidad de EPA y DHA en los alimentos de los peces puede causar problemas de salud en los peces de cultivo y también reduce la cantidad de los ácidos grasos omega-3 que ellos contienen.

Hamilton y sus colegas sugieren que la acuicultura puede hacer un uso estratégico de los aceites de pescado en la alimentación de los peces, al brindar estos compuestos esenciales a los peces de cultivo en etapas clave de la vida, especialmente justo antes de que los peces sean sacrificados para el consumo.

El análisis de los investigadores también mostró que la acuicultura, aunque es un gran consumidor de EPA y DHA, también es un gran productor cuando se trata de especies que no dependen del aceite de pescado en su dieta. Estas especies incluyen moluscos y carpas. Los peces de agua dulce como la carpa también pueden sintetizar las dos sustancias, anotaron los investigadores.

Desperdicio de alimentos ¿Microalgas al rescate?

Las personas rara vez comen un pescado entero, sin embargo, los subproductos sobrantes, como las vísceras y las cabezas, también contienen ácidos grasos omega-3. Los piensos y el aceite de pescado pueden elaborarse a partir de desechos de pescado, escribieron los investigadores, a través de la recolección y procesamiento de los residuos.

“En Europa y América del Norte, los peces son eviscerados y procesados por la industria, lo que hace que sea muy fácil de recolectar y reutilizar los subproductos” dijo Hamilton. “Pero en China, específicamente, la cultura consiste en filetear y destripar el pescado en casa, lo que hace que sea muy difícil utilizar los desechos para algo útil”.

Asia, mucho más que en cualquier otro lugar del mundo, es donde más se puede ganar recolectando subproductos de pescado para uso, manifestaron.

Como resultado, un mejor uso de los subproductos requerirá tanto de cambios culturales como de instalaciones de procesamiento central, destacaron.

Cambiar las dietas puede ayudar

Los investigadores observaron que EPA y DHA pueden ser producidos por microalgas, tanto naturales como genéticamente modificadas, así como por microbacterias y plantas.

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Pero eso también requerirá un aumento en la producción y cambios en la aceptación cultural, particularmente en Europa, donde las regulaciones actuales limitan el uso de organismos modificados genéticamente.

“No hay una solución mágica para cerrar la brecha de suministro y ninguna de las estrategias que hemos sugerido es fácil. Pero tenemos que encontrar una manera de equilibrar la nutrición humana saludable, una población en crecimiento y proteger nuestro ambiente” destacó Hamilton.

“Para hacer esto, necesitaremos una combinación de estrategias dirigidas a diferentes partes de la cadena de suministro. Sin embargo, ante de seguir adelante, es esencial que comprendamos las posibles compensaciones, como las repercusiones que puedan derivarse del uso generalizado de organismos genéticamente modificados” dijeron.

Contacto:
Daniel Beat Müller

Helen A. Hamilton
helha@biomar.com

Referencia:
Hamilton, H.A., Newton, R., Auchterlonie, N.A. et al. Systems approach to quantify the global omega-3 fatty acid cycle. Nat Food 1, 59–62 (2020). https://doi.org/10.1038/s43016-019-0006-0 https://www.nature.com/articles/s43016-019-0006-0 

*Fuente: Norwegian SciTech News

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