
El lucrativo y poco transparente comercio de peces ornamentales marinos en Estados Unidos se nutre principalmente de ejemplares extraídos de los arrecifes de coral, incluyendo especies amenazadas. Una nueva investigación analiza el mercado online y destaca tanto los riesgos para la conservación como el potencial de la acuicultura para ofrecer una alternativa más sostenible.
El hobby del acuarismo marino es una industria global multimillonaria, con Estados Unidos como el principal importador, absorbiendo casi dos tercios de la oferta mundial. Gran parte de este negocio se ha trasladado al entorno digital, donde la facilidad de compra oculta una compleja cadena de suministro con importantes implicaciones ecológicas.
Un reciente estudio publicado en Conservation Biology por investigadores de la Princeton University, de la University of Sydney, de la Nanyang Technological University, de la Roger Williams University y de la University of Massachusetts Boston, ha arrojado luz sobre este mercado, analizando la oferta de las cuatro principales plataformas de comercio electrónico de peces marinos en EE.UU. entre julio de 2021 y noviembre de 2024. Los hallazgos son contundentes: la dependencia de los peces capturados en la naturaleza es abrumadora y la información disponible para evaluar su sostenibilidad es, en muchos casos, insuficiente.
Conclusiones clave
- 1 Conclusiones clave
- 2 ¿De dónde vienen los peces de nuestro acuario?
- 3 Especies amenazadas en el carrito de compras
- 4 El precio de lo salvaje frente a lo cultivado
- 5 La acuicultura y la gestión sostenible como herramientas de conservación
- 6 Hacia un comercio más transparente y sostenible
- 7 Entradas relacionadas:
- El 89.2% de las 734 especies de peces marinos vendidas en las principales plataformas online de EE.UU. provienen exclusivamente de la captura en su medio natural.
- Se identificaron 45 especies de interés para la conservación (amenazadas o con poblaciones en declive) a la venta, de las cuales 38 se obtienen únicamente de la naturaleza.
- Cien de las especies comercializadas no estaban registradas como parte del comercio de acuarios en bases de datos de referencia como FishBase o la UICN, lo que evidencia una falta de seguimiento.
- Para las especies disponibles tanto de origen silvestre como de cultivo, los ejemplares de acuicultura resultaron ser, en promedio, un 28.1% más económicos que sus contrapartes salvajes.
¿De dónde vienen los peces de nuestro acuario?
Para comprender la magnitud del mercado, los investigadores recopilaron datos de 734 especies únicas pertenecientes a 13 de las familias de peces más populares en el acuarismo. El análisis reveló que la fuente de estos animales es predominantemente extractiva:
- 89.2% de las especies (655 en total) se obtienen exclusivamente del medio silvestre.
- Solo un 2.9% (21 especies) proviene únicamente de la acuicultura.
- Un 6.8% (50 especies) está disponible tanto de captura como de cultivo.
La investigación destaca que muchas de las especies más comercializadas, como los lábridos (Labridae), los peces payaso y otras damiselas (Pomacentridae), y los góbidos (Gobiidae), se recolectan en arrecifes tropicales, a menudo en la región del Indo-Pacífico. Estas regiones han sido durante mucho tiempo focos del comercio marino ornamental, donde se han documentado prácticas de pesca insostenibles, incluido el uso de cianuro. Al mismo tiempo, también albergan pesquerías sostenibles que sirven como ejemplos para un comercio responsable. Para las comunidades locales de estas zonas, la recolección de peces ornamentales puede ser una fuente importante de ingresos.
Especies amenazadas en el carrito de compras
Más allá de la escala del comercio, una de las mayores preocupaciones es el impacto sobre las poblaciones vulnerables. De manera alarmante, el estudio identificó que 45 de las especies a la venta son de interés para la conservación, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). De estas, 20 están clasificadas como amenazadas y 25 adicionales muestran tendencias poblacionales decrecientes.
Preocupantemente, 38 de estas 45 especies vulnerables se abastecen exclusivamente mediante la captura en la naturaleza. Esto significa que la demanda del hobby podría estar contribuyendo directamente al declive de especies que ya enfrentan un riesgo elevado de extinción.
Además, el estudio destapó importantes vacíos de información. Cien de las especies comercializadas no figuraban como parte del comercio de acuarios en las bases de datos de la UICN o FishBase. A esto se suman 34 especies clasificadas como «Datos Insuficientes» y 463 con tendencias poblacionales desconocidas, lo que complica enormemente la gestión y regulación del comercio.
El precio de lo salvaje frente a lo cultivado
El estudio también exploró los factores que influyen en el precio de los peces. Se encontró que los ejemplares más económicos tienden a ser aquellos de menor tamaño, que viven en aguas más someras y que forman cardúmenes, características que facilitan su captura.
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Un hallazgo que debería ser un motor de cambio en el mercado es que los peces de acuicultura son más baratos. Al comparar los precios de las 58 especies que se ofrecían tanto de origen silvestre como de acuicultura, los ejemplares criados en cautividad eran significativamente más económicos. En promedio, un pez de acuicultura costaba un 28.1% menos que su contraparte salvaje.
«El hecho de que los peces de acuicultura sean a menudo más baratos que los capturados en la naturaleza sugiere que las alternativas sostenibles no solo son posibles, sino también rentables», afirmó el Dr. Lin, investigador principal del estudio. Sin embargo, la gran mayoría de los peces en el mercado estadounidense siguen siendo capturados en la naturaleza. «Las preferencias de los consumidores, las barreras técnicas y biológicas para la cría y las cadenas de suministro poco claras continúan alimentando la demanda de peces capturados en la naturaleza», añadió.

La acuicultura y la gestión sostenible como herramientas de conservación
Los autores del estudio señalan que el cambio hacia la propagación en cautividad podría aliviar la presión sobre las poblaciones salvajes y reducir los daños ecológicos. No obstante, el Dr. Lin enfatizó la importancia de un enfoque equilibrado que proteja la biodiversidad y los ecosistemas de arrecife al tiempo que sostiene los medios de vida de las comunidades costeras en las regiones de origen.
«Invertir en acuicultura, apoyar las pesquerías silvestres bien gestionadas, implementar esquemas de ecocertificación creíbles y reducir la demanda de peces capturados de forma insostenible podría ayudar a dirigir la industria hacia un camino más sostenible», explicó el Dr. Lin.
Esta visión integral es crucial, ya que un cambio total hacia la acuicultura en los países importadores podría perjudicar a las comunidades pesqueras que dependen de este comercio. Por ello, promover pesquerías silvestres sostenibles es una opción complementaria y viable.
Hacia un comercio más transparente y sostenible
La opacidad de la industria es un obstáculo fundamental. «Necesitamos urgentemente una mayor trazabilidad y supervisión regulatoria para garantizar que los peces de acuario se obtengan de manera responsable«, declaró el Dr. Lin. «Los consumidores no tienen una forma fiable de saber si los peces que compran fueron capturados de forma sostenible».
Aunque no formó parte de este estudio, el Dr. Lin también señaló que el mercado de peces de acuario en Australia enfrenta problemas similares. «Australia se encuentra entre los 20 principales importadores mundiales de peces ornamentales vivos. Eso no es necesariamente algo malo, pero cuando el comercio mundial es tan opaco, nos quedamos adivinando de dónde vino cada pez y cómo fue capturado».
Para impulsar el cambio, la concienciación pública es clave. «La conciencia pública sobre los impactos ecológicos del comercio de acuarios también es fundamental para impulsar mejores decisiones de los consumidores y una reforma política significativa», afirmó.
«Esperamos que nuestros hallazgos motiven a los legisladores, a las partes interesadas de la industria y a los consumidores a trabajar juntos para salvaguardar las especies de arrecifes vulnerables, fomentar prácticas comerciales sostenibles y apoyar a las comunidades costeras cuyos medios de vida dependen de esta industria», concluyó el Dr. Lin.
Contacto
Bing Lin and David S. Wilcove
School of Public and International Affairs, Princeton University
Princeton, NJ, USA.
Email: thebinglin@gmail.com and dwilcove@princeton.edu
Referencia (acceso abierto)
Lin, B., Zeng, Y., To, B., Holmberg, R. J., Rhyne, A. L., Tlusty, M., & Wilcove, D. S. Extent of threats to marine fish from the online aquarium trade in the United States. Conservation Biology, e70155. https://doi.org/10.1111/cobi.70155
Editor de la revista digital AquaHoy. Biólogo Acuicultor titulado por la Universidad Nacional del Santa (UNS) y Máster en Gestión de la Ciencia y la Innovación por la Universidad Politécnica de Valencia, con diplomados en Innovación Empresarial y Gestión de la Innovación. Posee amplia experiencia en el sector acuícola y pesquero, habiendo liderado la Unidad de Innovación en Pesca del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA). Ha sido consultor senior en vigilancia tecnológica, formulador y asesor de proyectos de innovación, y docente en la UNS. Es miembro del Colegio de Biólogos del Perú y ha sido reconocido por la World Aquaculture Society (WAS) en 2016 por su aporte a la acuicultura.




