Bogotá, Colombia (@Aunapcolombia).- Dos años después de la primera reproducción en cautiverio del mero guasa en el Centro de Investigación, Educación y Recreación (Ceiner), esta especie vuelve a ser noticia por cuenta de la segunda reproducción masiva que se dio hace una semana en el Oceanario de las Islas del Rosario en Cartagena.
En esta ocasión, se produjeron más de 60 millones de larvas de mero guasa (a partir de la selección de tres hembras y dos machos) que fueron en gran parte liberadas al medio marino, con el propósito de contribuir a la siembra de larvas de mero y así repoblar el medio natural, teniendo en cuenta que es una especie que se encuentra amenazada.
Este resultado se dio como consecuencia del trabajo entre la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap), Parques Nacionales Naturales de Colombia y el Ceiner, entidades que desde hace 20 años unen esfuerzos para crear paquetes tecnológicos dirigidos a la reproducción controlada de esta especie.
La Aunap consciente de su papel de diversificar la acuicultura marina en el país y de trabajar con especies potenciales para el desarrollo de la acuicultura marina y continental, vio en el mero guasa la oportunidad de contribuir a una investigación que pudiera obtener como resultado, por primera vez en el mundo, la reproducción en cautiverio de esa especie; y este año, la producción de larvas y alevinos que se presenta en el Ceiner desde el pasado 11 de mayo, con desoves diarios de los meros.
“De esta manera se busca conservar la especie a través de unos criterios técnicos de reproducción masiva y también buscamos fortalecer y diversificar la acuicultura en el país”, señala Otto Polanco, Director General de la Aunap.
De acuerdo con los expertos del Ceiner, este año las condiciones climatológicas favorecieron los ciclos de reproducción del mero que se ubican en el mes de mayo, gracias a las lluvias que se incrementaron en esta época del año; otro factor que también influyó en los resultados obtenidos fue la destreza del equipo técnico para saber elegir apropiadamente los reproductores que ya se encontraban maduros sexualmente; situación que se ha venido perfeccionando año tras año, con el apoyo desde la Oficina de Generación del Conocimiento y la Investigación (OGCI) de la Aunap y el Ceiner.
Vale la pena recordar que el mero guasa en edad adulta alcanza hasta los 3 metros de largo, con un peso cercano a los 400 kilos, la especie habita las zonas someras del mar Caribe, a una profundidad de hasta 100 metros, y se encuentra desde la Florida, recorriendo la zona de?Bahamas, Golfo de México y el Mar Caribe hasta llegar a las costas de Brasil.
Debido a la sobrepesca y a la destrucción de su hábitat, el mero se encuentra como una especie amenazada en la categoría “En Peligro Crítico” según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y también por el Libro Rojo de Peces Marinos de Colombia.
En el mercado gastronómico el mero es una especie altamente demandada debido al sabor de su carne y a los altos precios que tiene el producto, el avance en este tipo de investigaciones contribuirá a mejorar las condiciones en materia de seguridad alimentaria, al poderse involucrar la acuicultura marina a este propósito.
El logro obtenido obedece al apoyo institucional de la Aunap y a la labor del Ceiner, que con un trabajo continúo y disciplinado, permite mostrarle hoy a la comunidad científica los resultados de un trabajo de investigación por más de 20 años, y a los acuicultores animarlos a que es posible trabajar con especies nativas de gran potencial para la acuicultura.