Como una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero (GHG), la producción de alimentos ha ocupado durante mucho tiempo un lugar importante en la discusión sobre el cambio climático.
En un artículo publicado en BioScience, Alice Jones de la University of Adelaide, y un equipo internacional de científicos de la universidad y The Nature Conservancy, discuten el potencial de la acuicultura marina, o maricultura, para alimentar de manera sostenible a una población humana en crecimiento.
Ellos examinaron las principales fuentes de gases de efecto invernadero y sumideros de carbono asociados con la maricultura de peces, macroalgas y bivalvos, y los factores que influyen la variabilidad entre los sectores.
Los investigadores destacan las brechas de conocimiento y proveen recomendaciones para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y el almacenamiento de carbono, incluido las interacciones entre las operaciones en la acuicultura marina y los ecosistemas marinos que la rodean.
Maricultura
La maricultura ya constituye el 52% de los productos de animales acuáticos que las personas consumen, dicen los autores, y estos productos pueden ofrecer una vía para brindar alimentos ricos en proteínas sin una alta huella de carbono como los productos terrestres equivalentes.
Los investigadores exploran las oportunidades para los sectores de maricultura de peces, moluscos y de las macroalgas para mitigar el cambio climático mediante el diseño y prácticas operativas ambientalmente amigables que pueden evitar las emisiones de gases de efecto invernadero o incrementar el secuestro de carbono.
Emisiones de gases de efectos invernaderos de la acuicultura marina
“Las emisiones de gases de efecto invernadero por unidad de proteína producida por la acuicultura generalmente se comparan favorablemente con la mayoría de la producción ganadera”, dijeron Jones y sus colegas.
Asimismo, ellos reportan que las emisiones de gases de efecto invernadero de la maricultura ocurren por diferentes medios, incluidas las emisiones hacia arriba (por ejemplo la producción de alimento para peces), en la granja y hacia abajo (por ejemplo el transporte).
Los investigadores indican que los estudios previos indican que las actividades hacia arriba y hacia abajo contribuyen con una considerable proporción de las emisiones de gases de efecto invernadero en la maricultura.
Un importante contribuyente al perfil amigable con el clima de la maricultura es que, a diferencia del ganado de pastoreo, no requiere de un cambio sustancial en el uso de la tierra, como la destrucción de la selva tropical para dejar espacio para el ganado.
Oportunidades para la maricultura climáticamente amigable
Para mejorar aún más la ventaja de sostenibilidad de la maricultura, los autores describen formas en que se podrían reducir sus emisiones.
Por ejemplo, Jones y sus colegas mencionan que existen oportunidades para mejorar las cadenas de suministro que permitirían el transporte de productos de maricultura a los consumidores, con una huella de gases de efecto invernadero considerablemente mejorada.
Los mercados regionales para la maricultura también ayudarían, con el beneficio adicional de una mayor seguridad alimentaria.
En los propios sitios de maricultura abundan las oportunidades para mejorar el perfil de carbono, por ejemplo, mediante el “cultivo conjunto de bivalvos con algas marinas, que pueden conducir a una reducción neta de las emisiones de CO2, y el cultivo conjunto de peces con algas o bivalvos”.
Tales medidas, dicen los autores, darían como resultado una mayor absorción del exceso de nutrientes, reduciendo la eutrofización y, en última instancia, la degradación de los hábitats que ya almacenan carbono.
Las medidas son:
Reducción de las emisiones directas e indirectas de los gases de efectos invernaderos
“Hemos identificado algunos enfoques comunes para reducir las emisiones del uso de energía en la granja y el uso del combustible en los tres sectores (peces, macroalgas y bivalvos)”, destacan.
Esto incluye cambios hacia fuentes de energía de bajas emisiones y biocombustibles, además de materiales de construcción sostenibles.
Oportunidades para evitar las emisiones en la maricultura de peces
La selección de la ubicación de la acuicultura marina de peces debe excluir áreas de praderas marinas y otros hábitats sensibles de carbono azul en la medida de los posible, aunque evitarlo completamente no puede ser práctico en algunas regiones.
Oportunidades para evitar las emisiones en la maricultura de bivalvos
El cultivo de bivalvos en aguas someras regularmente ocurre en la proximidad de las praderas marinas; por consiguiente, puede ocurrir la pérdida de las praderas cuando se establecen las operaciones de bivalvos.
Asimismo, la instalación de los sistemas de cultivo de bivalvos puede afectar las praderas marinas.
Sin embargo, destacan los investigadores, el cultivo de bivalvos parece tener pocos impactos en las praderas marinas, en comparación con otras actividades.
Oportunidades para evitar las emisiones de gases de efecto invernadero en la acuicultura marina de algas marinas
Aunque la producción de biomasa de la maricultura de macroalgas puede ser muy alta, la variabilidad en el ambiente marino alrededor de la granja afecta la productividad. Esto, a su vez, puede afectar de forma significativa las eficiencias de producción y las emisiones de gases de efecto invernadero, además del potencial de interacciones negativas con el ambiente marino.
Potencial del secuestro de carbono mediante la maricultura de macroalgas
En los ambientes naturales, las algas marinas juegan un rol esencial y principal en la regulación del carbono en el océano y el flujo de carbono.
El secuestro neto de carbono orgánico particulado de las praderas naturales de las macroalgas se estima en 4 a 5% del carbono azul secuestrado en algunos manglares.
El cultivo intencional de las algas marinas como un medio para capturar y secuestrar el CO2 antropogénico puede funcionar de forma similar a las iniciativas de granjas de carbono en tierra. Este enfoque depende del modelo de maricultura en donde no se cosecha, la biomasa es mantenida in situ o se facilita su asentamiento en las profundidades del mar, donde el carbono permanece secuestrado por largos períodos de tiempo.
Recomendaciones
Aunque la maricultura típicamente es reportada por tener una pequeña huella de gases de efecto invernadero, en comparación con otras industrias de producción de alimentos. Existen grandes diferencias en las huellas de emisiones de gases de efecto invernadero de los sectores de peces, bivalvos y macroalgas.
Para que la maricultura avance de manera decisiva hacia operaciones en granjas respetuosas con el clima, necesitaremos un esfuerzo concertado para reducir las emisiones directas, y el desarrollo de oportunidades de mercado que apoyen el secuestro de carbono y la compensación de carbono.
Conclusiones
Los autores concluyen con la esperanza de que sus esfuerzos para integrar la maricultura con sus beneficios ambientales relacionados, como los programas de reducción de los gases de efecto invernadero, puedan “apoyar el desarrollo de prácticas de maricultura amigables con el clima, que generen resultados ecológicos, sociales y económicos sostenibles”.
Ellos esperan ayudar a alinear la industria de la maricultura con esquemas de contabilidad, compensación y acreditación de carbono que se centren en lograr una reducción demostrable de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero o el secuestro de carbono.
“Actualmente, esto se ve obstaculizado por la falta de marcos de políticas de maricultura específicos y las brechas de conocimiento que impiden una contabilidad efectiva del carbono, particularmente en el contexto de las emisiones y el secuestro ambiental”, reportan los investigadores.
La investigación fue financiada por una subvención de The Nature Conservancy.
Referencia (acceso abierto):
Alice R Jones, Heidi K Alleway, Dominic McAfee, Patrick Reis-Santos, Seth J Theuerkauf, Robert C Jones, Climate-Friendly Seafood: The Potential for Emissions Reduction and Carbon Capture in Marine Aquaculture, BioScience, 2022;, biab126, https://doi.org/10.1093/biosci/biab126