Quebec, Canadá.- Según las estadísticas, casi la mitad de los pescados que se consume en el mundo provienen de la acuicultura. Pero para alimentar toda esta producción es necesario pescar 20 millones de toneladas de peces en el mar, que sirven para extraer harinas y aceites, que se utilizarán después en la fabricación de la comida que sirve para alimentar a los peces criados en acuicultura.
Para disminuir la presión que esta práctica ejerce sobre las reservas de peces silvestres en los mares y ríos, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, sugiere utilizar larvas de insectos como alimento de reemplazo para los peces criados en acuicultura.
En la Universidad Laval de Quebec, se está llevando a cabo en este momento un estudio para medir la calidad nutritiva de las larvas de moscas como reemplazo a las harinas y aceites, ricas en omega 3, que sirven para alimentar a los salmones y truchas de acuicultura en Canadá.
Según los investigadores de la Universidad Laval de Quebec, las harinas fabricadas a partir de larvas e insectos presentan de forma general un perfil de ácidos aminados excelente para alimentación de los peces. En lo que respecta a las larvas de insectos, el problema está relacionado con los lípidos, porque el perfil de los lípidos no corresponde a lo que se encuentra en los aceites marinos. Se habla entonces de una deficiencia en omegas 3 y 6, que son benéficos en la alimentación no solo de los peces, sino también en la alimentación humana.
Por el momento aquí en Canadá no se utiliza todavía la harina de larvas de moscas para alimentar a los peces porque no ha sido autorizada por la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos. Pero sí se hace ya en otros países, como en Sudáfrica. Lo curioso es que sí está autorizada para la alimentación humana, pero no para los animales producidos en cautividad hasta que se demuestre que no es nociva para ellos.
Fuente: Radio Canada International