Impacto Ambiental

La acuicultura puede ser el arma secreta de la conservación

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By Milthon Lujan

Australia.- La acuicultura frecuentemente es considerada como un riesgo ambiental, y si es pobremente gestionada, puede representar una seria amenaza para el ecosistema que los rodea. Sin embargo, un nuevo estudio de científicos de The Nature Conservancy y la University of Adelaide muestra que la acuicultura podría ser una herramienta valiosa para la conservación, y restaurar los servicios perdidos del ecosistema mientras que provee alimentos para las personas.

¿Es mala la acuicultura para el ambiente?

Muchas de las preocupaciones ambientales sobre la acuicultura se concentra en la acuicultura del salmón y de otros peces. Pero estas especies representan un porción muy pequeña de toda la industria. De hecho, la mayor parte de producción acuícola esta concentrada en las macroalgas y bivalvos, como ostras y mejillones.

“Las poblaciones silvestres solas no podrán satisfacer la demanda mundial por pescados y mariscos” dijo Robert Jones, líder en estrategia de acuicultura en The Nature Conservancy. Él también indicó que la demanda por pescados y mariscos es mayor aún si los esfuerzos de conservación para recuperar las poblaciones de peces son exitosos.

Potencial de la acuicultura

En la actualidad los océanos producen solo el 2% de los alimentos para humanos, pero representan el 70% de la superficie del planeta. La acuicultura es el sector de producción de alimentos de más rápido crecimiento, crece a tasas de cerca de 6% cada año.

Pero este crecimiento no representa un desastre para la naturaleza, si la acuicultura se realiza de la forma correcta. Esto debido a que los impactos ambientales de la acuicultura pueden variar mucho, dependiendo de las especies, ubicación de las granjas, y las prácticas de gestión específicas.

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“Necesitamos pensar en la acuicultura como una parte interconectada del ambiente” dijo Heidi Alleway, científica de la University of Adelaide y autor líder del estudio. “Hay muchas cosas positivas que pueden resultar de la acuicultura, pero en este momento el diálogo es siempre negativo”.

Para ayudar a cambiar esa discusión, Alleway y sus colegas buscaron literatura científica para casos de estudios donde la acuicultura confiere beneficios a la naturaleza y luego evaluaron aquellos beneficios usando un sistema de clasificación ampliamente reconocida para los servicios del ecosistema.

Mejorar la calidad del agua y reemplazar los arrecifes perdidos

Los bivalvos tiene superpoderes, al menos cuando se trata de la filtración del agua. Las ostras, mejillones y almejas filtran las microalgas y nutrientes, y los depositan en el fondo del mar. “Este proceso limpia el agua de una forma segura, pero también provee alimentos para los invertebrados, como gusanos y cangrejos, y luego ayudan a alimentar a los peces” explicó Chris Gillies, administrador marino para el programa TNC de Australia.

Pero los ecosistemas naturales de los arrecifes de los bivalvos son uno de los ecosistemas marinos que están en peligro. Cerca del 85% de todos los arrecifes de bivalvos han desaparecido o están severamente degradados.

El programa TNC en Australia es pionero en nuevos métodos de restauración de estos históricos arrecifes, pero la restauración a escala continental no es factible. “La restauración es cara, y hay muchos estuarios donde no es una opción debido a que el área ya está zonificada para otros usos” dijo Gillies. “Pero podemos usar la acuicultura para reemplazar algunos de los beneficios de la filtración del agua, y al mismo tiempo producir alimentos”.

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En lugares donde el exceso de nutrientes son un problema, como la bahía Chesapeake, la acuicultura de bivalvos puede ayudar a solucionar los impactos ambientales negativos de otras industrias. Los arrecifes naturales ayudan a proteger las líneas costeras de las tormentas y la erosión, y ellos también proveen hábitat para especies de peces con fines comercial y recreacional. Los investigadores dicen que las instalaciones de la acuicultura podrían brindar algunos de los mismos servicios.

Provisión de hábitat y captura de carbono

Además de reemplazar los servicios ecosistémicos perdidos, la acuicultura puede crear hábitats adicionales para la vida marina.

La pesquería de la langosta espinosa de Belice está declinando, amenazando a los pescadores que dependían del recursos como única fuente de ingreso. TNC inició el programa de cultivo de macroalgas para ayudar a proveer un sustento alternativo a estas comunidades. Pero las granjas también proveyeron hábitats extras.

“Estas granjas generaron una tonelada de vida marina” dijo Jones. “Encontramos bastante macroinvertebrados y juveniles de peces de arrecifes”. Pero ellos también proveyeron hábitat para una de las especies que los pescadores querían cuidar: las langostas.

Las macroalgas también juegan un importante rol en el ciclo del carbono costero y han sido identificados como un sumidero de carbono. Aún cuando se requiere de más investigación, los autores proponen que el cultivo de macro y microalgas pueden ser una herramienta potencial para capturar y secuestrar el dióxido de carbono oceánico.

Puede acceder al artículo «Aquaculture Could Be Conservation’s Secret Weapon» aquí.

Referencia:
Heidi K Alleway, Chris L Gillies, Melanie J Bishop, Rebecca R Gentry, Seth J Theuerkauf, Robert Jones. The Ecosystem Services of Marine Aquaculture: Valuing Benefits to People and Nature. BioScience, Volume 69, Issue 1, 1 January 2019, Pages 59–68, https://doi.org/10.1093/biosci/biy137
https://academic.oup.com/bioscience/article-abstract/69/1/59/5209352 

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