Nutrición

Innovación en alimentos acuícolas para reducir el uso de la harina de pescado

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By Milthon Lujan

Uso responsable de la harina de pescado en la acuicultura.
Uso responsable de la harina de pescado en la acuicultura.

La acuicultura mundial ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, consolidándose como un pilar fundamental para la seguridad alimentaria global. Durante años, una pregunta ha sobrevolado al sector: ¿este crecimiento implica una presión insostenible sobre las pesquerías de peces pelágicos para producir harina y aceite de pescado? Un reciente documento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) titulado «Responsible use of fishmeal in aquaculture» ofrece una respuesta clara y, para algunos, sorprendente: el crecimiento de la acuicultura no está impulsando un aumento en la demanda de harina de pescado.

Gracias a la innovación científica y tecnológica, el sector acuícola no solo está optimizando, sino también reduciendo significativamente el uso de este ingrediente tradicional. Este artículo desgrana los hallazgos clave de este informe, explorando cómo la industria se está adaptando y qué futuro le espera a la nutrición acuícola.

La paradoja del crecimiento: más acuicultura, menos harina de pescado

Las cifras son contundentes. Mientras la producción acuícola de animales acuáticos se disparó de 4.7 millones de toneladas en 1980 a 94.4 millones en 2022, el volumen de pesca de captura destinada a la producción de harina y aceite de pescado ha disminuido. Alcanzó su punto máximo con 30.1 millones de toneladas en 1994 y para 2022 había bajado a 17.2 millones de toneladas.

Este desacoplamiento entre el crecimiento del sector y el consumo de harina de pescado no es casualidad. Responde a factores como la variación en el suministro y precio de la harina, la competencia con otros sectores y una percepción pública cada vez más crítica sobre su uso. Como resultado, la proporción de harina de pescado en los alimentos acuícolas ha caído notablemente, pasando de un 19% en el año 2000 a solo un 9% en 2020.

El cambio hacia la circularidad: el auge de los subproductos

Una de las transformaciones más importantes es el origen de la propia harina de pescado. Tradicionalmente, se obtenía de la pesca de pequeños peces pelágicos capturados para este fin. Sin embargo, hoy en día, una porción cada vez mayor proviene de subproductos (recortes, vísceras y espinas) derivados del procesamiento de pescado para consumo humano, tanto de la pesca como de la propia acuicultura.

La proporción de harina de pescado obtenida a partir de subproductos ha aumentado del 25% en 2010 a un estimado del 34% en 2022. Esta tendencia, que se espera continúe, es un claro avance hacia una economía circular dentro del sector, donde se maximiza el valor de cada recurso y se minimiza el desperdicio.

Estrategias clave para un uso responsable y reducido

El informe de la FAO identifica cuatro estrategias fundamentales que el sector acuícola está implementando para reducir su dependencia de la harina de pescado.

Uso selectivo y estratégico

    En lugar de usarla de forma generalizada, la harina de pescado se incluye selectivamente en las etapas más críticas: en las fases iniciales del desarrollo de larvas y para la nutrición de reproductores, donde su perfil nutricional es más beneficioso. Durante la fase de engorde, que es la más larga, su inclusión se reduce drásticamente o se elimina por completo.

    Mejora en la eficiencia alimenticia

      Los avances tecnológicos en la formulación y procesamiento de alimentos han permitido mejorar drásticamente el índice de conversión alimenticia (FCR). En los últimos 45 años, el FCR típico para diversas especies de acuicultura ha mejorado, pasando de un rango de 1.8-3.0 a uno de 1.2-1.8. Esto significa que se necesita menos alimento para producir la misma cantidad de pescado.

      Impulso a la acuicultura de bajo nivel trófico

        La FAO promueve activamente la producción de especies de bajo nivel trófico que no requieren alimentación formulada o que tienen bajos requerimientos, como los peces filtradores (carpas), las algas y los moluscos bivalvos. Estas especies no solo reducen la demanda de harina de pescado, sino que también pueden proporcionar valiosos servicios ecosistémicos.

        La búsqueda de ingredientes alternativos

          La industria ha invertido masivamente en la investigación y desarrollo de ingredientes que puedan sustituir a la harina de pescado sin comprometer la salud y el rendimiento de los animales.

          El universo de los ingredientes alternativos: ¿qué opciones existen?

          La sustitución de la harina de pescado es un desafío complejo debido a su alto valor nutricional, digestibilidad y palatabilidad. Sin embargo, la ciencia ha abierto un abanico de posibilidades, a menudo combinando varias fuentes para lograr un perfil nutricional equilibrado.

          • Subproductos de animales terrestres: Ingredientes como la harina de subproductos avícolas, la harina de carne y hueso o la harina de sangre son alternativas viables, aunque a veces presentan desafíos en digestibilidad y requieren suplementación con aminoácidos esenciales.
          • Ingredientes de origen vegetal: Son la alternativa más popular. La harina de soja es la más utilizada por su disponibilidad y buen perfil nutricional. También se emplean concentrados de colza, girasol o gluten de maíz. Su principal reto son los factores antinutricionales (FAN), que pueden reducir la absorción de nutrientes, pero que se superan con procesamientos adecuados y el uso de aditivos como enzimas.

          Caso de éxito: la transformación del sector camaronero en ecuador

          Ecuador, uno de los líderes mundiales en producción de camarón, es un ejemplo práctico de esta transición. El sector ha logrado reducir drásticamente el uso de harina de pescado en las dietas de engorde a niveles inferiores al 5%.

          ¿Cómo lo han conseguido?

          • Formulación avanzada: Sus piensos se basan mayoritariamente en ingredientes vegetales (>75%), con la harina de soja como pilar principal, suplementados con aminoácidos y otros aditivos funcionales para compensar cualquier deficiencia.
          • Tecnología de alimentación: Han pasado de la alimentación manual a sistemas automáticos e incluso a comederos acústicos que dosifican el alimento en tiempo real según la actividad de los camarones. Esto optimiza el crecimiento, reduce el desperdicio de alimento y mejora el FCR.

          Desafíos y la mirada hacia el futuro

          A pesar de los avances, el camino no está exento de desafíos. Encontrar ingredientes alternativos que sean asequibles, nutricionalmente completos, palatables y con un suministro constante y fiable es una tarea compleja. Además, es crucial evaluar el impacto ambiental y social de estos nuevos ingredientes.

          El caso de África Occidental, donde la producción de harina de pescado a partir de especies clave para el consumo humano local ha generado preocupación social, subraya la necesidad de una gestión responsable y trazable de toda la cadena de suministro.

          En conclusión, el informe de la FAO pinta un panorama optimista y dinámico. La acuicultura moderna está demostrando una increíble capacidad de innovación para crecer de manera más sostenible. El futuro de la nutrición acuícola no dependerá de un único ingrediente, sino de una formulación inteligente que combine subproductos, proteínas vegetales e ingredientes novedosos. Mejorar la trazabilidad de todas las materias primas será fundamental para garantizar que el sector no solo alimente al mundo, sino que lo haga de una manera verdaderamente responsable.

          Referencia (acceso abierto)
          FAO. 2025. Responsible use of fishmeal in aquaculture. FAO Innovation for Blue Transformation. Rome. 22 p.