por Fabio Mazzitelli, Jornal da UNESP*
El patógeno ganó la atención de científicos por el potencial de resistencia a los tratamientos convencionales; el estudio liderado por investigadoras de Caunesp recomienda el uso de sistema de vigilancia activa para evitar pérdidas en la piscicultura.
Un estudio liderado por investigadoras del Centro de Aquicultura da Unesp (Caunesp), campus de Jaboticabal, identificó, por medio del análisis microbiológico y pruebas moleculares, el patógeno Klebsiella pneumoniae en la crianza de tilapia del Nilo (Oreochromis niloticus), producida en jaulas en una piscicultura del Sudeste de Brasil.
Es la primera vez que se reporta en Brasil la infección por medio del patógeno Klebsiella pneumoniae en una producción comercial de tilapia, el pescado más producido en Brasil.
El descubrimiento ocurrió en juveniles de tilapia de 32 gramos.
Detección de patógeno Klebsiella pneumoniae
En el artículo, las investigadoras Fabiana Pilarski y Daiane Vaneci da Silva, acompañadas de otros investigadores, describen la detección del patógeno, presentan una discusión sobre patógenos bacterianos ya identificados en las piscicultura en Brasil y recomiendan la implementación de sistemas de vigilancia activa en la acuicultura para evitar pérdidas económicas significativas por infecciones.
El caso estudiado data de julio de 2018. En esa ocasión, se registraron pérdidas estimadas de cerca de 90 mil juveniles de tilapia en un período de cuatro días, reportan los investigadores.
El brote fue controlado luego del tratamiento iniciado por el productor, luego del diagnóstico realizado por el Laboratório de Microbiologia e Parasitologia de Organismos Aquáticos de Caunesp. Desde entonces, no se han registrado más casos de infección por Klebsiella pneumoniae en Brasil.
Según el artículo, todos los aislados clínicos estudiados en este caso forman parte del grupo clásico de Klebsiella pneumoniae, que se considera menos virulenta que algunas variantes de la bacteria ya conocidas y aisladas a nivel mundial.
“La K. pneumoniae clásica normalmente no se considera un patógeno humano grave, debido a que puede ser parte de la microbiota intestinal normal en la edad adulta”, reportan los investigadores.
Aunque este es el primer reporte que asocia el microorganismo con la tilapia en el país, ya se ha identificado su presencia en varios otros animales, incluidos los acuáticos.
La bacteria ha sido objeto de varios estudios en los últimos años por parte de científicos de diversas áreas debido a la posibilidad de mostrar resistencia a los tratamientos convencionales.
“Lo que estamos mostrando es que las bacterias oportunistas pueden afectar a algunos peces, en este caso a la tilapia, y eso puede causar un problema”, dijo la estudiante de doctorado Daiane Vaneci da Silva, primera autora del artículo.
El artículo publicado en la revista Aquaculture se basó en una investigación que culminó con la tesis de maestría de Daiane, defendida en el año 2021 bajo la dirección de la profesora Fabiana Pilarski. Ahora estudiando para el doctorado, está investigando otros aspectos del tema.
“Hoy solo tenemos dos antimicrobianos autorizados para su uso en la acuicultura brasileña. Para no recurrir a procedimientos inadecuados y alternativas de tratamiento de residuos, es importante cuidar, tan pronto como se detecte que los peces están enfermos, llevarlos al laboratorio para que se realice un correcto análisis. Es una alerta para la producción, para que la gente preste atención, como fue el caso del productor que trajo muestras infectadas con Klebisiella (pneumoniae)”, dijo Daiane Vaneci da Silva.
Principales signos clínicos
Los principales signos clínicos que presentaban las tilapias afectadas eran ascitis (vientre hinchado), exoftalmos (ojos saltones), hemorragias, letargo y anorexia, entre otros.
Como se trata de un conjunto de signos clínicos comunes a otros patógenos, los investigadores recurrieron a pruebas moleculares para identificar con precisión el agente causal de la enfermedad. Y se sorprendieron al identificar la bacteria Klebsiella pneumoniae.
Inicialmente se realizaron observaciones macroscópicas y microscópicas y una evaluación morfológica indicó que se trataba de bacilos Gram negativos.
En otro paso, se realizaron pruebas bioquímicas, basadas en el metabolismo de las bacterias. Con indicaciones de características y patrones específicos de K. pneumoniae, la secuenciación parcial del gen 16S determinó el tipo de bacteria que había infectado a los peces (análisis filogenético), lo que fue posible mediante comparaciones con muestras depositadas en GenBank, una base de datos internacional en la que se depositan secuencias de especies conocidas.
“Usamos varias técnicas para asegurarnos de que realmente era la bacteria, considerada un patógeno oportunista, la que infecta a los organismos con defensas debilitadas”, dijo el biomédico y microbiólogo André Pitondo-Silva, profesor de la Universidad de Ribeirão Preto (Unaerp), coautor del artículo.
Una salud
Como parte del estudio, los investigadores de Caunesp señalan que, luego del aislamiento e identificación del agente causante de la infección, se pusieron en práctica los postulados de Koch, inoculando la bacteria en tilapias juveniles sanas, de peso similar, para verificar si desarrollaban la mismas manifestaciones infecciosas encontradas en especies enfermas obtenidas del río.
Los resultados coincidieron con los signos clínicos iniciales y confirmaron el potencial nocivo de la bacteria: los ojos saltones, el vientre hinchado y las hemorragias subcutáneas hacen que el pez se vea asqueroso e incomible.
“Estos signos clínicos que aparecían en los peces enfermos son los mismos que provocan otras bacterias. El brote se contuvo porque el productor buscó ayuda rápidamente”, manifestó Fabiana Pilarski.
Dentro del equilibrio que propugna el concepto de salud única, la investigadora destaca que siempre es necesario estar atento a las cuestiones ambientales, como la calidad del agua de los ríos utilizada para albergar peces en tanques de red (estructuras que se asemejan a jaulas y flotan en los ríos) .
La principal hipótesis sobre el origen de la contaminación de los peces es que se produjo a través del agua. En caso de que un patógeno contamine el agua, ya sea a través de efluentes industriales o domésticos, la piscicultura puede verse directamente afectada.
“Estamos absolutamente seguros de que la bacteria no proviene del pescado. Trabajamos con algunas hipótesis de cómo pudo darse esta contaminación: por aguas servidas ilegales vertidas al río, por heces de aves o animales acuáticos que se encuentran alrededor de la piscigranja, entre otras posibilidades. Es una bacteria presente en la microbiota de humanos y animales. Esta bacteria presente en el agua del río, en cantidad razonable, infectó a los peces”, reflexiona Fabiana Pilarski.
Riesgo prácticamente cero
Después de una reciente entrevista concedida por Daiane, que generó algo de ruido debido a la asociación del nombre popular “superbacteria” a Klebsiella pneumoniae, la Associação Brasileira da Piscicultura (PeixeBR), que reúne a los productores de pescado cultivados en Brasil, emitió una nota sobre la el pasado día 20 de enero en el que afirma que “la bacteria Klebsiella pneumoniae no supone ningún riesgo para la tilapia producida en Brasil”.
El término “superbacteria” se generalizó en los medios nacionales debido a la KPC (Klebsiella pneumoniae carbapenemasa), responsable de brotes en hospitales brasileños en la última década.
La identificación del patógeno en el estudio no debe confundirse con peligro microbiológico inminente, enfatizan los investigadores de Caunesp.
“El riesgo para el consumidor es mínimo, prácticamente nulo. Si tuviera que comer un pescado, por cierto, lo comería de un productor que se preocupa de hacer ese tipo de pruebas de laboratorio para controlar la calidad de su agua”, enfatiza el microbiólogo y profesor de la Unaerp André Pitondo-Silva.
La investigación contó con el apoyo de la Fapesp (Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo), del CNPq (Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico) y de la Capes (Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior).
“Nuestro informe está basado en evidencia científica, es parte de la dinámica de la ciencia. Fue algo puntual, que ocurrió en una piscifactoría, en una determinada época del año y en una fase juvenil, y no de matanza. La bioseguridad en las piscigranjas funciona y no hay riesgo para la cadena productiva de la tilapia”, finalizó Fabiana Pilarski.
Referencia
Daiane Vaneci-Silva, Inácio Mateus Assane, Lindomar de Oliveira Alves, Fernando Cardoso Gomes, Evandro Bilha Moro, Suzana Kotzent, André Pitondo-Silva, Fabiana Pilarski. 2022. Klebsiella pneumoniae causing mass mortality in juvenile Nile tilapia in Brazil: Isolation, characterization, pathogenicity and phylogenetic relationship with other environmental and pathogenic strains from livestock and human sources, Aquaculture, Volume 546, 2022, 737376, ISSN 0044-8486,
https://doi.org/10.1016/j.aquaculture.2021.737376.
*Traducción: AquaHoy.com