Pasaia, España.- A lo largo de su trayectoria AZTI ha desarrollado diversos métodos de evaluación del estado ecológico y ambiental del medio marino. Entre ellos sobresalen, en la actualidad, las herramientas AMBI y M-AMBI (multivariate-AMBI) para la determinación del estado de la fauna de fondos blandos. Ambas herramientas, que destacan a nivel mundial frente a otras, exploran cómo las comunidades y la calidad marina responden a los cambios naturales y humanos (como el cambio climático o actividades como los vertidos o dragados, por ejemplo), integrando condiciones medioambientales a largo plazo. La herramienta se ha creado en el marco de los trabajos que el centro realiza desde 1994 para la Agencia Vasca del Agua – URA que, en línea con la Directiva Marco del Agua europea, ha permitido poder definir las líneas de una correcta planificación hidrológica que promueva la protección de los recursos hídricos disponibles en el País Vasco.
En la actualidad, la combinación de un rápido crecimiento poblacional, asociado a la industrialización y a la urbanización ha provocado un paulatino aumento de las presiones sobre los mares de diferentes países. La urbanización de las cuencas ha producido cambios en el uso del suelo, que han pasado de ser áreas rurales a ser ´áreas residenciales´ o industriales, lo que ha provocado un incremento de los vertidos urbanos y una acumulación de sustancias toxicas.
En los últimos años se han desarrollado programas y estrategias para minimizar la contaminación y la cantidad de residuos, favoreciendo una mayor concienciación social ´sobre la necesidad de proteger los sistemas acuáticos’. No obstante, todavía en muchos lugares los vertidos urbanos, agrícolas e industriales son una de las principales amenazas para la calidad de las aguas y la biodiversidad costera. Por lo tanto, se hace indispensable conocer el estado ecológico y ambiental de nuestros mares. Es por ello, que las nuevas reglamentaciones europeas (Directiva de Aguas, Directiva de la Estrategia Marina) ya enfatizan la importancia de los indicadores biológicos.
Con el fin de establecer la calidad ecológica de las costas y estuarios, personal investigador de AZTI, coordinados por el Dr. Ángel Borja, desarrollaron el índice AMBI (AZTI´ Marine Biotic Index) y la herramienta M-AMBI, todo un referente en el ámbito internacional, que se utiliza para la evaluación de la calidad de las comunidades de los fondos marinos.
Ambas herramientas exploran la respuesta de las comunidades a los cambios naturales y humanos en la calidad del agua, integrando condiciones medioambientales a largo plazo. Además, la última versión 5.0 de AMBI incluye un listado con casi 8.400 especies, representativas de todos los mares del mundo.
Las herramientas AMBI y M-AMBI se utilizan ya en numerosos lugares del mundo, incluyendo todos los continentes: Nueva Zelanda, China, México, Canadá, Chile, Marruecos, Argelia, Irán, Arabia, India, toda Europa… Además, tras publicarse en la prestigiosa revista Ecological Indicators un artículo sobre la adaptación y aplicación del M-AMBI en las aguas costeras de Estados Unidos, en estos momentos la agencia medioambiental de ese país está valorando utilizar de manera oficial esta herramienta como índice único para la evaluación de todos sus mares (Atlántico, Golfo de México y Pacífico).
Una herramienta inspiradora
Tras haber iniciado, a partir del año 2000, un uso masivo de herramientas de evaluación del estado, AMBI ha servido de inspiración a otros índices. La herramienta se ha utilizado entre otros usos para:
– Evaluar el impacto ambiental producido por diferentes actividades humanas en el medio marino, que incluyen: vertidos, dragados, obras públicas, acuicultura, etc.
– Establecer el estado ecológico del medio marino en la Directiva Marco del Agua, el estado ambiental e integridad de los fondos en la Directiva de la Estrategia Marina Europea
– Calcular los impactos en las comunidades de macroinvertebrados bentónicos y predecir los impactos que una actividad nueva puede generar, proponiendo las medidas adecuadas para minimizar esos impactos.
– Ayudar en la sostenibilidad y la recuperación del medio marino, en función de las decisiones de gestión que se determinen.
Sectores de aplicación
– Administraciones públicas, agencias de medio ambiente, consultoras y centros de investigación.
– Empresas de energías marinas, de minería, acuicultura, químicas, petrolíferas.
Beneficios
– Conocer y predecir la distribución de los impactos que puede producir una empresa, minimizándolos antes de que se produzcan mediante: selección de ubicación más adecuada, tamaño, etc.
– Determinar la capacidad de carga de un lugar (ej. para acuicultura) para evitar que se produzcan impactos.
– Cumplir con la legislación vigente que obliga a la determinación del estado ecológico.
– Cumplir con las recomendaciones para la gestión de los dragados en puertos.
Mayor información de AMBI en: http://ambi.azti.es/es