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Enfermedad Tenacibaculosis: diagnóstico, tratamiento y control

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By Milthon Lujan

Micrografía de barrido de la cepa tipo Tenacibaculum maritimum CECT 4276T a las 96 horas de crecimiento. Fuente: Mabrok et al., (2023); Frontiers in Cellular and Infection Microbiology, 12, 1068000.
Micrografía de barrido de la cepa tipo Tenacibaculum maritimum CECT 4276T a las 96 horas de crecimiento. Fuente: Mabrok et al., (2023); Frontiers in Cellular and Infection Microbiology, 12, 1068000.

La piscicultura marina enfrenta amenazas constantes debido a enfermedades que afectan a las especies cultivadas. Una de las más significativas es la enfermedad Tenacibaculosis, causada principalmente por Tenacibaculum maritimum, un patógeno que genera pérdidas económicas severas al provocar mortalidades masivas.

La tenacibaculosis, una enfermedad ulcerativa que afecta a una amplia variedad de especies de peces marinos. Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de lesiones externas en la piel y las aletas de los peces infectados, que pueden progresar rápidamente y causar la muerte.

A pesar de los avances en el conocimiento de la tenacibaculosis en las últimas décadas, esta enfermedad sigue siendo un problema importante para la industria acuícola. La capacidad de esta bacteria para formar biopelículas, su resistencia a los antibióticos y la falta de vacunas eficaces dificultan su control.

En este artículo, exploraremos en profundidad los aspectos más relevantes de la enfermedad tenacibaculosis y de la principal bacteria causante de la enfermedad: Tenacibaculum maritimum; desde su taxonomía y patogénesis hasta las estrategias de diagnóstico, tratamiento y prevención. Asimismo, analizaremos los últimos avances en investigación y las perspectivas futuras para el control de esta enfermedad.

Impacto en la piscicultura marina

La tenacibaculosis, también conocida como la enfermedad de la boca amarilla (Wassmuth et al., 2024), causada principalmente por la bacteria Tenacibaculum maritimum, tiene un impacto significativo en la industria de la acuicultura a nivel mundial, afectando tanto la salud de los peces como la rentabilidad de las granjas acuícolas (Småge et al., 2016a; Lopez et al., 2022; y Mabrok et al., 2023).

La tenacibaculosis causa altas tasas de mortalidad en poblaciones de peces cultivados, lo que resulta en pérdidas económicas considerables para la industria acuícola (Lopez et al., 2022; Småge et al., 2016a; Wassmuth et al., 2024; Småge et al., 2016b). Por ejemplo, se ha estimado que las pérdidas por la enfermedad de la boca amarilla, una forma de tenacibaculosis, pueden llegar a 1.6 millones de dólares al año para una sola empresa (Wassmuth et al., 2024). Las pérdidas económicas asociadas incluyen:

  • Mortalidades masivas en etapas críticas del cultivo.
  • Reducción de la calidad del producto final.
  • Incremento en los costos de tratamientos y manejo sanitario.

Especies de peces afectadas por la tenacibaculosis

La tenacibaculosis, o enfermedad de la boca amarilla, afecta a diversas especies de peces de cultivo en todo el mundo (Bridel et al., 2020; Mabrok et al., 2023). Entre las especies de peces de cultivo más afectadas se encuentran:

  • Salmón del Atlántico (Salmo salar): La tenacibaculosis es una preocupación para la industria del cultivo del salmón del Atlántico debido a las pérdidas por mortalidad y el uso de antibióticos (Småge et al., 2018). Se ha reportado que T. maritimum causa brotes en salmones en diversas regiones del mundo, incluyendo Chile y Canadá (Småge et al., 2016a; Mabrok et al., 2023). Sin embargo, también se han aislado otras especies de Tenacibaculum como T. finnmarkense y T. dicentrarchi en brotes de tenacibaculosis en salmones (Småge et al., 2018). Los brotes en salmones pueden estar asociados a condiciones de estrés, como el manejo y transporte (Småge et al., 2016a). Los juveniles son más susceptibles a la infección (Wassmuth et al., 2024).
  • Lubina (Dicentrarchus labrax): La lubina es susceptible a la tenacibaculosis, como se ha reportado en Francia, Turquía y Egipto (Yardimci y Timur, 2015; Småge et al., 2016a; Mabrok et al., 2023). La enfermedad se manifiesta con signos clínicos como úlceras en la piel y erosión de la boca. Los resultados de Ferreira et al., (2024) destacan que la ruta de la infección es clave para provocar la enfermedad.
  • Rodaballo (Scophthalmus maximus): El rodaballo es otra especie de cultivo que puede verse afectada por T. maritimum, especialmente en España. De hecho, la única vacuna comercial disponible contra T. maritimum es para esta especie.
  • Lenguado (Solea solea y Solea senegalensis): El lenguado, incluyendo el lenguado común y el lenguado senegalés, también ha sido reportado como susceptible a la tenacibaculosis. En España, se han aislado T. maritimum y otras especies del género en lenguados de cultivo.
  • Dorada (Sparus aurata): Se ha reportado la presencia de T. maritimum en doradas de cultivo en Egipto.
  • Trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss): Aunque menos común, Avendaño-Herrera et al., (2020) reportó la presencia de bacterias del género Tenacibaculum (Tenacibaculum dicentrarchi y Tenacibaculum finnmarkense) en truchas arcoíris de cultivo en Chile.
  • Pez globo (Takifugu rubripes): Se ha aislado T. maritimum de peces globo enfermos en Japón.

Además de estas especies principales, se ha aislado T. maritimum de otras especies de peces marinos de cultivo, como el besugo rojo (Pagrus major) y el besugo negro (Acanthopagrus schlegeli) en Japón, el lumpsucker (Cyclopterus lumpus) en Noruega, y el mújol (Mugil capito) en Egipto. Incluso, se ha reportado en peces ornamentales como el pez ballesta de Picasso (Rhinecanthus aculeatus), la damisela negra (Neoglyphidodon melas), y el lábrido escoba (Cheilinus undulatus) en Egipto. Clayton y Seeley (2019) cita que la bacteria Tenacibaculum maritimum causa lesiones cutáneas necróticas en tiburones tigre de arena.

Es importante destacar que la susceptibilidad a T. maritimum puede variar según la edad y tamaño del pez, siendo los juveniles y peces más pequeños más susceptibles. Además, las condiciones de cultivo, la temperatura del agua y el estrés también influyen en la aparición de la enfermedad.

Características Generales de Tenacibaculum maritimum

Taxonomía

Tenacibaculum maritimum es una bacteria Gram-negativa, filamentosa, y móvil por deslizamiento que pertenece a la familia Flavobacteriaceae. La clasificación taxonómica de T. maritimum es:

Dominio: Bacteria
Filo: Bacteroidetes
Clase: Flavobacteriia
Orden: Flavobacteriales
Familia: Flavobacteriaceae
Género: Tenacibaculum
Especie: Tenacibaculum maritimum

T. maritimum es la especie tipo del género Tenacibaculum. El género Tenacibaculum se encuentra dentro del clado Tenacibaculum-Polaribacter dentro de la familia Flavobacteriaceae en el filo Bacteroidetes. El género Tenacibaculum incluye varias especies patógenas para peces marinos. Originalmente, T. maritimum fue clasificada como Flexibacter maritimus, pero fue reclasificada en el género Tenacibaculum en 2001. Otras especies dentro de Tenacibaculum incluyen T. ovolyticum, T. discolor, T. soleae, T. dicentrarchi, T. finnmarkense, T. singaporense y T. piscium.

Escribano et al., (2024) publicó la secuencia completa del genoma de la cepa SP9.1 de T. maritimum, que representa el serotipo emergente O4, el genoma proporciona información valiosa sobre la base genética de la virulencia y la adaptación, complementando los datos existentes para el serotipo O1.

Hábitat natural de Tenacibaculum maritimum

La bacteria Tenacibaculum maritimum se encuentra principalmente en ambientes marinos y se ha aislado de diversas fuentes, incluyendo peces enfermos, agua, sedimentos y superficies de tanques de crianza.

T. maritimum tiene la capacidad de formar biofilms en diversas superficies, incluyendo tanques de acuicultura y el moco de los peces. Estos biofilms pueden servir como reservorios de la bacteria y facilitar su persistencia en el ambiente. Las vesículas de membrana externa (OMVs) producidas por la bacteria parecen jugar un papel importante en la formación de estos biofilms (Escribano et al., 2023).

Por otro lado, los científicos han sugerido que otros organismos marinos pueden actuar como reservorios o vectores de T. maritimum. Por ejemplo, Småge et al., (2016a) y Mabrok et al., (2023) reportan que se ha encontrado la bacteria en piojos de mar (Lepeophtheirus salmonis). También se ha planteado que las floraciones de medusas (Dipleurosoma typicum y Phialella quadrata) podrían servir como sitios de colonización y fuentes de infección por Tenacibaculum (Småge et al., 2017; Mabrok et al., 2023).

Patogénesis de la Tenacibaculosis

La patogénesis de la tenacibaculosis, una enfermedad causada principalmente por la bacteria Tenacibaculum maritimum, es un proceso complejo que aún no se comprende completamente. Sin embargo, Småge et al., (2016b) reportó la presencia de Tenacibaculum finnmarkense sp. nov. en las lesiones de la piel de un salmón del Atlántico enfermo en Noruega; y Småge et al., (2018) lo demostró induciendo la tenacibaculosis en smolts del salmón. Por su parte, Nowlan et al., (2021) logró inducir la tenacibaculosis (enfermedad de la boca amarilla) en salmón del Atlántico mediante la exposición a T. dicentrarchi; por lo cuál no se puede descartar que otras especies de bacterias del género Tenacibaculum también causen la enfermedad.

La literatura científica ha identificado varios factores y mecanismos que contribuyen al desarrollo de la enfermedad. Aquí se presenta un resumen de la patogénesis de la tenacibaculosis:

  • Adhesión inicial: El primer paso en la patogénesis es la adhesión de T. maritimum a las superficies del pez. A diferencia de muchas bacterias, T. maritimum no tiene estructuras como pili, flagelos o fimbrias para la adhesión. En cambio, utiliza mecanismos no específicos como interacciones hidrofóbicas e iónicas. También se ha demostrado que las vesículas de membrana externa (OMVs) de T. maritimum promueven la adhesión a las superficies. La capacidad de formar biofilms en las superficies del pez es crucial para la persistencia y transmisión de la bacteria.
  • Colonización y diseminación: Después de la adhesión, T. maritimum coloniza los tejidos del pez. La bacteria se propaga por la superficie de la piel y puede invadir las capas más profundas, incluyendo la dermis y, en algunos casos, hasta la hipodermis. La bacteria se multiplica rápidamente en los tejidos del huésped. La motilidad por deslizamiento de T. maritimum juega un papel importante en la colonización. Los aislados no deslizantes de T. maritimum son avirulentos en los desafíos por inmersión en peces.
  • Daño tisular: La acción combinada de las enzimas y toxinas produce un daño tisular característico de la tenacibaculosis. Esto incluye:
    • Lesiones ulcerativas y necróticas: La piel es el principal sitio de lesión, con ulceración y necrosis del tejido.
    • Erosión de la boca: La boca también puede verse afectada, con erosión y hemorragias. Wynne et al., (2020) reportó que la enfermedad de la boca amarilla está asociada con una disbiosis significativa en la comunidad microbiana de la cavidad oral del salmón del Atlántico, y el incremento significativo de bacterias del género Tenacibaculum, aunque la más abundante fue T. maritimum.
    • Necrosis de las aletas y cola: Las aletas y la cola pueden mostrar signos de necrosis y rotura.
    • Inflamación: Aunque se ha reportado una falta de marcadores inflamatorios en algunos casos, se observa una respuesta inflamatoria alrededor de las células musculares. En los casos donde hay coexistencia con nematocistos, se observan daños y hoyos que sugieren una pérdida de tejido.
Pez moribundo que muestra signos de tenacibaculosis. Fuente: Småge et al., (2017); PLoS ONE 12(11): e0187476.
Pez moribundo que muestra signos de tenacibaculosis. Fuente: Småge et al., (2017); PLoS ONE 12(11): e0187476.

  • Respuesta inmune del huésped: El pez huésped responde a la infección con una respuesta inmune, pero T. maritimum tiene mecanismos para evadir o suprimir esta respuesta. Escribano et al., (2023) reportó que Tenacibaculum maritimum, agente etiológico de la tenacibaculosis en peces marinos, secreta de forma constitutiva productos extracelulares (ECP) en los que se encuentra contenido proteico. Estos Productos Extracelulares (ECPs) de la bacteria pueden inhibir la producción de especies reactivas de oxígeno en los leucocitos. También se ha observado que, en concentraciones bajas, los ECPs estimulan la producción de estas especies reactivas, pero en altas concentraciones la suprimen, sugiriendo la capacidad de T. maritimum para hacer frente a la respuesta fagocítica del huésped.
  • Factores predisponentes: Varios factores pueden predisponer a los peces a la tenacibaculosis, incluyendo:
    • Estrés: El estrés por manejo, transporte o condiciones ambientales desfavorables puede aumentar la susceptibilidad de los peces.
    • Temperatura del agua: La temperatura del agua juega un papel clave en la presencia de T. maritimum. La bacteria es mesófila, lo que significa que crece bien entre 15 y 34°C. Las temperaturas más altas generalmente se asocian con un aumento en la prevalencia y severidad de la tenacibaculosis. Sin embargo, también se han registrado brotes en invierno, lo que sugiere que otros factores ambientales y de manejo pueden influir.
    • Infecciones concurrentes: La co-infección con otros patógenos puede aumentar la gravedad de la enfermedad. La presencia de nematocistos (de medusas) también parece exacerbar la infección.
    • Condiciones de cultivo: La calidad del agua y las condiciones de los tanques pueden influir en la propagación de la enfermedad.
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En resumen, la patogénesis de la tenacibaculosis es un proceso multifactorial que involucra la adhesión, colonización, producción de enzimas y toxinas, evasión de la respuesta inmune y daño tisular. Comprender estos mecanismos es esencial para desarrollar estrategias efectivas de prevención y control de la enfermedad en la acuicultura.

Diagnóstico de la Tenacibaculosis

El diagnóstico de la tenacibaculosis, o la enfermedad de la boca amarilla, puede ser un desafío debido a la diversidad de síntomas y la posibilidad de infecciones mixtas con otros patógenos. Sin embargo, existen varios métodos y procedimientos que se utilizan para diagnosticar la enfermedad. A continuación, se detallan los principales métodos de diagnóstico descritos en la literatura científica:

Signos clínicos

El diagnóstico inicial a menudo se basa en la observación de los signos clínicos característicos de la tenacibaculosis. Estos signos incluyen:

  • Lesiones ulcerativas y necróticas en la piel: Son las lesiones más comunes, con úlceras y necrosis en la superficie de la piel. Estas lesiones pueden variar dependiendo de la especie de Tenacibaculum involucrada, siendo T. maritimum asociada a lesiones en el cuerpo y la aleta caudal, mientras que T. dicentrarchi se relaciona con lesiones en la cabeza y el hocico.
  • Erosión de la boca: La boca puede presentar erosión, hemorragias y otras lesiones.
  • Necrosis y deshilachamiento de aletas y cola: Las aletas y la cola pueden mostrar signos de necrosis, deshilachamiento y rotura.
  • Palidez de órganos internos: En algunos casos, se puede observar palidez de los órganos internos.
  • Presencia de bacterias filamentosas: En las áreas afectadas, se pueden observar grandes cantidades de bacterias filamentosas.

Es importante tener en cuenta que estos signos clínicos pueden ser similares a los causados por otros patógenos, lo que dificulta el diagnóstico preciso basado únicamente en la observación clínica. Por ejemplo, la misma sintomatología se puede asociar a otras especies de Tenacibaculum. Además, las coinfecciones pueden presentar signos difíciles de diferenciar, ya que se desconoce qué patógeno es responsable de cada signo de infección.

Examen microscópico

El examen microscópico de los tejidos afectados puede revelar la presencia de bacterias filamentosas, típicamente gramnegativas, asociadas con las lesiones. Los estudios histopatológicos muestran desprendimiento de la dermis y epidermis, degeneración hialina, y necrosis en la musculatura. Además, se puede observar una respuesta inflamatoria alrededor de las células musculares. El uso de microscopía electrónica de barrido (SEM) puede revelar la presencia de las bacterias filamentosas en la dermis y sobre las escamas.

  • Aislamiento y cultivo: El aislamiento y cultivo de T. maritimum a partir de muestras de peces enfermos es un paso importante para confirmar el diagnóstico.
  • Medios de cultivo específicos: El uso de medios de cultivo específicos, como el agar FMM o medios suplementados con antibióticos, es esencial para el aislamiento de T. maritimum. El agar marino (MA) también se utiliza para recuperar e identificar especies de Tenacibaculum. El crecimiento de Tenacibaculum no se favorece en agares que no sean marinos.
  • Características de las colonias: T. maritimum típicamente forma colonias planas, de color amarillo pálido con bordes irregulares en agar FMM, y colonias redondas y amarillas en agar marino.
  • Limitaciones de los métodos tradicionales: Los métodos de aislamiento y identificación microbiológicos tradicionales pueden requerir un tiempo prolongado para obtener un diagnóstico preciso, lo que puede resultar en altas mortalidades de peces.

Prueba bioquímicas y fenotípicas

Se pueden realizar pruebas bioquímicas y fenotípicas para ayudar en la identificación de T. maritimum. Estas pruebas incluyen la caracterización de la morfología de las colonias y las pruebas de API ZYM y API 50 CH, entre otras. Sin embargo, los resultados de API pueden variar debido a diversos factores. También se pueden evaluar propiedades como la absorción de rojo Congo, que es característica de T. maritimum en comparación con otras especies de Tenacibaculum.

Métodos moleculares

Los métodos moleculares se han vuelto cada vez más importantes para el diagnóstico rápido y específico de T. maritimum. Estos métodos incluyen:

  • PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa): Se utilizan protocolos de PCR para la detección específica de T. maritimum. Se han descrito varios cebadores y sondas de PCR para amplificar genes específicos de T. maritimum. También se pueden usar técnicas como PCR anidada y PCR múltiple (mPCR).
  • RT-PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa con Transcriptasa Reversa): Esta técnica se utiliza para detectar el ARN de T. maritimum, lo que permite la detección del patógeno incluso cuando está presente en pequeñas cantidades.
  • PCR-ELISA (PCR-ensayo de inmunoabsorción ligado a enzimas): Esta técnica combina la amplificación por PCR con un procedimiento serológico para aumentar la especificidad de la detección.
  • RT-PCR-EHA (ensayo de hibridación enzimática con reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa): Similar a PCR-ELISA, esta técnica utiliza hibridación enzimática para la detección.
  • Análisis de Secuencia Multilocus (MLSA): El análisis de secuencias de genes de mantenimiento (housekeeping genes) se utiliza para estudios epidemiológicos y para distinguir T. maritimum de otras especies de Tenacibaculum. También puede revelar linajes entre cepas patógenas y ambientales.
  • Microarrays de ADN: Permiten la detección de patógenos de forma rápida y con mayor especificidad.
  • Serotipificación: La serotipificación, que implica la identificación de los serotipos de T. maritimum mediante pruebas serológicas (aglutinación en portaobjetos, dot-blot e inmunoblotting) con antisueros específicos, puede ser útil para estudios epidemiológicos. Se han descrito hasta cuatro serotipos en T. maritimum, lo que dificulta el desarrollo de vacunas intraespecíficas.
  • MALDI-TOF MS (Espectrometría de masas por tiempo de vuelo con desorción/ionización láser asistida por matriz): La espectrometría de masas MALDI-TOF fue utilizado por Bridel et al., (2020) para la identificación rápida de especies de Tenacibaculum y para estudios epidemiológicos. Esta técnica puede identificar diferencias sutiles entre cepas basándose en los perfiles de proteínas ribosomales y otras proteínas. Al combinar varios iones biomarcadores polimórficos, se pueden identificar los MALDI-Tipos (MT) y los MALDI-Grupos (MG) de las diferentes cepas.

Es importante destacar que, debido a la diversidad de métodos disponibles, es fundamental utilizar una combinación de enfoques para un diagnóstico preciso de la tenacibaculosis, que incluya la observación clínica, el aislamiento y cultivo de la bacteria, pruebas bioquímicas, métodos moleculares y análisis serológicos y genómicos.

Tratamiento y Control de T. maritimum

El tratamiento y control de Tenacibaculum maritimum, el agente causante de la tenacibaculosis, es complejo y multifacético, y actualmente el tratamiento y control se basa en una combinación de medidas que incluyen el uso de antibióticos, desinfectantes, modificaciones ambientales y, en algunos casos, vacunación.

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Tratamiento con antibióticos

Los antibióticos son una de las principales herramientas utilizadas para tratar la tenacibaculosis. La susceptibilidad a los diferentes antibióticos varía según la cepa de T. maritimum y el antimicrobiano utilizado.

Estudios in vitro han demostrado que varias cepas de T. maritimum son resistentes al ácido oxolínico, pero susceptibles a amoxicilina, nitrofurantoína, florfenicol, oxitetraciclina y trimetoprim-sulfametoxazol. Algunas cepas también presentan resistencia a enrofloxacino y flumequina.

Otros estudios han encontrado que cepas de T. maritimum son sensibles a eritromicina, cefalotina, ampicilina y cloranfenicol, pero resistentes a ofloxacino y tetraciclina.

Es importante destacar que los resultados de pruebas in vitro no siempre se correlacionan con la eficacia de los antibióticos in vivo, lo que puede dificultar el tratamiento. Por lo tanto, la elección del antibiótico y la dosis deben ser determinadas por un veterinario especialista. El uso excesivo de antibióticos puede llevar a la aparición de cepas resistentes, lo que representa un problema importante en la acuicultura.

Desinfectantes

Los desinfectantes de superficie administrados por inmersión pueden ser efectivos como medida preventiva o profiláctica. Sin embargo, la eficacia de estos desinfectantes puede variar y su uso debe ser parte de un plan integral de control de la enfermedad.

Modificación de las condiciones ambientales

La temperatura del agua es un factor importante en el desarrollo de la tenacibaculosis. Las temperaturas más cálidas generalmente aumentan la prevalencia de la enfermedad, con un rango óptimo de crecimiento para T. maritimum entre 15-30°C. Disminuir la temperatura y la salinidad del agua puede reducir la mortalidad asociada con la tenacibaculosis, aunque algunos estudios no han encontrado un efecto significativo del tratamiento con agua dulce sobre la presencia de la bacteria.

Mantener condiciones óptimas de cría, incluyendo densidades de población adecuadas, buena alimentación y evitar daños mecánicos en la piel y las mucosas de los peces, puede reducir la susceptibilidad a la infección.

Es importante tener en cuenta que la exposición a temperaturas subóptimas puede suprimir la inmunidad de los peces, lo que aumenta la prevalencia de la enfermedad.

Vacunación

Los esfuerzos para desarrollar una vacuna contra Tenacibaculum maritimum han sido extensos, pero con resultados variables y desafíos significativos. Aunque se han logrado avances en la comprensión de la bacteria y su patogenia, el desarrollo de una vacuna eficaz sigue siendo un área de investigación activa.
Esfuerzos y desafíos clave en el desarrollo de vacunas:

  • Vacuna comercial para turbot: La única vacuna comercial disponible contra T. maritimum es para turbot o rodaballo (Scophthalmus maximus), específicamente la cepa LPV1.7 serotipo O2. Esta vacuna se aplica mediante baño para peces de 1-2 g, seguido de una dosis de refuerzo por inyección a un tamaño de 20-30 g. La tasa de supervivencia de los peces desafiados después de la inmunización por baño fue de aproximadamente el 50%, y aumentó a >85% después de la inyección de refuerzo. La aplicación sistemática de esta vacuna en algunas granjas de turbot ha disminuido la prevalencia de la tenacibaculosis.
  • Dificultades para otras especies: La vacuna para turbot no es efectiva para prevenir la tenacibaculosis en otras especies de peces, como el salmón del Atlántico. Esto indica que la respuesta inmune es específica de cada especie y que se necesitan vacunas adaptadas a cada tipo de pez.
  • Diversidad antigénica y genética: La gran variabilidad antigénica y genética entre las cepas de T. maritimum dificulta la selección de cepas candidatas para el desarrollo de vacunas. Se han identificado hasta cuatro serotipos diferentes de T. maritimum, lo que sugiere que una vacuna dirigida a un serotipo podría no ser efectiva contra otros.
  • Enfoque en lipopolisacáridos (LPS): Algunos estudios sugieren que los lipopolisacáridos son los principales antígenos protectores de este patógeno. Sin embargo, la variabilidad en los LPS entre diferentes cepas dificulta el desarrollo de una vacuna universal.
  • Vacunas inactivadas de célula completa: Se han realizado pruebas con vacunas inactivadas de célula completa con adyuvante oleoso, pero con resultados contradictorios. Si bien estas vacunas pueden generar una respuesta de anticuerpos en el salmón del Atlántico, no siempre ofrecen una protección significativa contra la enfermedad. Por ejemplo, un estudio en Canadá que utilizó aislados de esa región no logró proteger a los peces en condiciones de desafío.
  • Necesidad de adyuvantes: Algunos estudios indican que el uso de adyuvantes es necesario para demostrar protección contra T. maritimum en salmón del Atlántico. Sin embargo, algunos adyuvantes pueden causar efectos secundarios, como la formación de melanina con granulomas y quistes, lo que puede afectar el crecimiento y la alimentación de los peces.
  • Modelos de desafío: La falta de modelos de desafío repetibles y confiables ha sido un obstáculo en el desarrollo de vacunas para T. maritimum. Se han realizado mejoras en los modelos de desafío, disminuyendo los tiempos de incubación, para simular mejor las condiciones naturales de infección.
  • Autovacunas: Como alternativa, se han desarrollado e implementado autovacunas o bacterinas autógenas. Sin embargo, existen importantes lagunas de información sobre la eficacia de estos productos biológicos y los mecanismos de defensa del huésped.

La investigación se está moviendo hacia nuevas tecnologías de vacunas, incluyendo el uso de proteínas recombinantes, vacunas de ARNm y el uso de vesículas de membrana externa (OMVs) como posibles vacunas. Se ha demostrado que las OMVs de T. maritimum juegan un papel en la adhesión, formación de biopelículas y secreción de enzimas líticas. La combinación de OMVs con otros antígenos podría ser una estrategia prometedora.

Por otro lado, las vacunas convencionales pueden no ser efectivas contra todas las cepas o serotipos de T. maritimum. Por lo tanto, es crucial identificar los antígenos protectores y desarrollar vacunas multivariantes o de amplio espectro.

Asimismo, algunos ensayos de vacunación en salmónidos han mostrado poca o ninguna protección, mientras que otros han obtenido resultados más prometedores con vacunas basadas en adyuvantes. Esto subraya la complejidad de la interacción entre la vacuna, el huésped y el patógeno.

El desarrollo de vacunas contra T. maritimum es un desafío debido a la diversidad de cepas, la falta de modelos de desafío adecuados, la respuesta inmunitaria del huésped y la complejidad de la patogenia de la bacteria. Aunque hay una vacuna disponible para turbot, se necesitan nuevas estrategias para proteger a otras especies de peces. Romero (2023) informó el desarrollo de la vacuna 23010, basada en un aislado de T. finnmarkense, que es eficaz en la protección contra la tenacibaculosis en trucha arcoíris, y que la reactividad cruzada entre especies sugiere el potencial de una vacuna para ofrecer protección contra múltiples especies de Tenacibaculum.

La investigación se centra en la identificación de antígenos protectores, la mejora de las tecnologías de vacunas, la optimización de los adyuvantes y el desarrollo de autovacunas. El uso de OMVs y la creación de vacunas multivariantes son enfoques prometedores en este campo. Es fundamental seguir investigando y colaborando para encontrar soluciones eficaces y sostenibles para el control de la tenacibaculosis.

Métodos de control alternativos

Los métodos de control alternativos a los antibióticos para combatir Tenacibaculum maritimum y la tenacibaculosis están siendo explorados debido a la creciente preocupación por la resistencia antimicrobiana y sus efectos negativos en la salud de los peces y el medio ambiente. Estos métodos se enfocan en fortalecer el sistema inmunológico de los peces, prevenir la infección y reducir la necesidad de tratamientos con antibióticos.

Probióticos

Se ha demostrado que algunos probióticos, como Nocardiopsis dassonvillei y Roseobacter (Phaeobacter piscinae), tienen actividad antimicrobiana contra T. maritimum. Estos probióticos pueden generar sustancias que inhiben el crecimiento del patógeno o estimular el sistema inmunológico de los peces. Algunas cepas de probióticos aisladas del tracto gastrointestinal de peces planos también mostraron inhibición contra T. maritimum.

La administración de probióticos puede ayudar a mantener una microbiota intestinal equilibrada, lo cual es crucial para la salud de los peces y su resistencia a enfermedades.

Tratamientos con hierbas y compuestos naturales

Algunas investigaciones han explorado el uso de extractos de plantas y otros compuestos naturales con propiedades antimicrobianas. Estos compuestos podrían ayudar a controlar la infección sin los efectos adversos de los antibióticos.

Fagos

La terapia con fagos, que utiliza virus que infectan bacterias para controlar el crecimiento de patógenos, es un campo de investigación que se está empezando a explorar.

Comprensión de la microbiota

El entendimiento de la composición y el rol de la microbiota en la salud de los peces se ha convertido en un área de investigación clave, para comprender cómo se puede manipular la microbiota para prevenir infecciones por T. maritimum.

Se debe investigar más sobre cómo se produce la disbiosis (cambios en la microbiota) para reducir la proliferación de patógenos.

Avances y desafíos en la Investigación

Los principales avances científicos y desafíos persistentes en relación con Tenacibaculum maritimum se pueden resumir en los siguientes puntos:

Avances científicos

  • Identificación y caracterización genética: Se ha avanzado significativamente en la comprensión de la diversidad genética de T. maritimum. El análisis de secuencias multilocus (MLSA) y la genotipificación han permitido identificar diferentes cepas y grupos genéticos. Esto es crucial para el rastreo epidemiológico de la bacteria y para el desarrollo de vacunas.
  • Desarrollo de métodos de diagnóstico molecular: Se han desarrollado métodos de PCR específicos para la detección rápida y precisa de T. maritimum. Además, la espectrometría de masas MALDI-TOF se ha establecido como una herramienta alternativa para la identificación rápida de especies de Tenacibaculum. Estos avances permiten una detección temprana de la enfermedad y una mejor gestión de los brotes.
  • Caracterización del genoma: El análisis del genoma de T. maritimum ha revelado genes relacionados con la virulencia y la patogenicidad, incluyendo toxinas, enzimas y sistemas de secreción. La identificación de estos factores de virulencia es esencial para entender cómo la bacteria causa la enfermedad y para el desarrollo de estrategias de control.
  • Comprensión de la estructura del antígeno O: Se ha logrado identificar el cluster génico O-AGC en T. maritimum y desarrollar esquemas de serotipificación basados en PCR multiplex (mPCR). Estos avances permiten diferenciar serotipos y mejorar el entendimiento de la diversidad antigénica de la bacteria.
  • Estudios de patogenicidad y modelos de desafío: Se ha avanzado en el establecimiento de modelos de desafío in vivo para estudiar la patogenicidad de T. maritimum. Estos modelos han sido cruciales para evaluar la eficacia de vacunas y otros tratamientos. Se han logrado disminuir los tiempos de incubación en los modelos de desafío, lo que ha mejorado la investigación.
  • Investigación de alternativas a los antibióticos: Se han estudiado alternativas a los antibióticos, como probióticos, bacteriófagos y compuestos de origen vegetal. Estos estudios son importantes debido a la creciente resistencia a los antibióticos y la necesidad de enfoques más sostenibles para el control de enfermedades. Por ejemplo, se ha demostrado que ciertas bacterias marinas, como Roseobacter y actinomicetos, pueden generar actividad antimicrobiana contra T. maritimum.
  • Descubrimiento del secretoma: Se ha identificado el secretoma de T. maritimum incluyendo proteínas solubles relacionadas con la virulencia y vesículas de membrana externa (OMV), lo que sugiere mecanismos de patogenicidad importantes.
  • Avances en el entendimiento de la microbiota: Se ha avanzado en la comprensión de la microbiota de los peces y cómo los cambios en esta, por ejemplo debidos a estrés o coinfección, pueden predisponer a los peces a infecciones por T. maritimum.
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Desafíos persistentes

  • Naturaleza multifactorial de la enfermedad: La tenacibaculosis es una enfermedad compleja influenciada por factores del hospedador, ambientales, de manejo y microbianos. Entender la interacción entre estos factores es un desafío, y se necesitan estudios multivariables para comprender mejor su influencia en la aparición de la enfermedad.
  • Falta de vacunas efectivas: A pesar de los avances en la investigación, solo existe una vacuna comercial aprobada para T. maritimum, y es específica para el turbot en España. El desarrollo de vacunas efectivas para otras especies, como el salmón del Atlántico, sigue siendo un desafío debido a la diversidad de cepas de T. maritimum, la falta de modelos de desafío confiables y la complejidad de la respuesta inmune en los peces.
  • Resistencia a los antibióticos: El uso excesivo de antibióticos en la acuicultura ha llevado a la aparición de cepas resistentes de T. maritimum. Esto subraya la necesidad de buscar alternativas a los antibióticos y de implementar mejores prácticas sanitarias y de manejo.
  • Falta de comprensión de la patogénesis: Aunque se han identificado genes de virulencia en T. maritimum, se necesita mayor investigación para entender cómo estos factores participan en la patogénesis de la enfermedad. Se requieren estudios fisiológicos que demuestren la participación de las proteínas y no solo la presencia de los genes.
  • Influencia de los factores ambientales: La temperatura, la salinidad y el oxígeno disuelto son factores ambientales que pueden influir en la aparición de brotes de tenacibaculosis. Se necesita mayor investigación para entender mejor cómo estos factores ambientales afectan la bacteria y su interacción con los peces.
  • Reservorios de la bacteria: Se desconoce cuáles son los reservorios de T. maritimum en el ambiente. Determinar dónde reside la bacteria entre brotes de la enfermedad es crucial para implementar medidas de control eficaces.
  • Carácter oportunista de la bacteria: T. maritimum es considerada una bacteria oportunista, lo que implica que su capacidad de causar enfermedad depende de otros factores, como el estado de salud del pez y las condiciones ambientales. La complejidad de esta interacción dificulta el control de la enfermedad.
  • Coinfecciones: Es importante considerar que las infecciones por T. maritimum a menudo ocurren en conjunto con otras bacterias o patógenos, lo que puede complicar el diagnóstico y el tratamiento.

En resumen, aunque se han logrado avances significativos en la comprensión de T. maritimum y la tenacibaculosis, aún existen muchos desafíos persistentes. Se requiere un enfoque integrado que combine la investigación científica, la implementación de mejores prácticas de manejo y el desarrollo de nuevas estrategias de prevención y tratamiento para controlar esta enfermedad de manera efectiva.

Conclusión

La enfermedad de la tenacibaculosis, causada por la bacteria Tenacibaculum maritimum, representa un desafío persistente para la acuicultura mundial. A pesar de los avances en diagnóstico y tratamiento, su control sigue siendo complicado debido a su adaptabilidad y resistencia. Sin embargo, la combinación de medidas preventivas, innovación científica y gestión integral ofrece esperanza para mitigar su impacto en el futuro.

Las conclusiones de los estudios sobre Tenacibaculum maritimum y la tenacibaculosis resaltan la complejidad de la enfermedad y la necesidad de un enfoque multifacético para su control.

Conclusiones generales:

  • La tenacibaculosis es una enfermedad multifactorial en la que influyen factores del hospedador, ambientales, de manejo y microbianos.
  • No existe una solución única para controlar la enfermedad, y se necesita un enfoque integrado que combine medidas de bioseguridad, manejo adecuado, control ambiental, desarrollo de vacunas y un uso prudente de antibióticos.
  • La investigación continua es fundamental para entender mejor la patogenia de T. maritimum y para desarrollar nuevas estrategias de prevención y tratamiento.

Con esfuerzos coordinados, la industria acuícola puede enfrentar esta amenaza y avanzar hacia prácticas más sostenibles y resilientes, asegurando la producción continua de alimentos de alta calidad para las generaciones futuras.

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