Fisiología, Sistemas de Cultivo

Científicos determinan la temperatura del mar ideal para la crianza de salmones

Foto del autor

By Milthon Lujan

Granja salmonera en Noruega.
Granja salmonera en Noruega.

El aumento de la temperatura del mar y los patrones climáticos cada vez más impredecibles pueden crear condiciones estresantes para los peces criados en las granjas acuícolas comerciales en el mar. Este estrés puede afectar la salud de los salmones y causar mortalidades masivas, impactando las tasas de crecimiento y la productividad acuícola en general.

Un nuevo estudio realizado por un equipo de científicos de la Dalhousie University y de Innovasea Marine Systems Canada establece observaciones de referencia de la fisiología de los peces y el comportamiento del salmón del Atlántico (Salmo salar) durante dos períodos de estrés térmico de alto riesgo en verano e invierno bajo operaciones comerciales.

Al comprender cómo responden estos peces al estrés térmico, los salmoneros pueden adaptar sus prácticas para crear un ambiente más óptimo, minimizando el estrés y maximizando la eficiencia de la producción.

Encontrar el rango de temperatura ideal

Los científicos tienen una forma elegante de medir el rango de temperatura que mantiene “feliz” a un pez: se llama alcance aeróbico. Imagina que un pez tiene cierta cantidad de energía para actividades como nadar y hacer la digestión. A temperaturas ideales, esta energía está fácilmente disponible. Pero a medida que las temperaturas aumentan demasiado, los peces tienen que trabajar más duro sólo para mantenerse al día con sus funciones básicas, dejando menos energía para otras cosas. En aguas muy frías ocurre lo contrario.

READ  Uso de la etología para mejorar el bienestar y la producción de los peces de cultivo

Biologgers: revelan los secretos del salmón

Los investigadores emplearon una técnica inteligente para observar directamente la respuesta del salmón a los cambios de temperatura en un entorno comercial del mundo real: los biologgers.

Pequeños biologgers, fueron implantados quirúrgicamente en los peces para monitorear continuamente los indicadores fisiológicos clave durante unos impresionantes 245 días: ¡prácticamente un ciclo de producción completo! Estos dispositivos de alta tecnología capturaron información sobre aceleración externa, profundidad, frecuencia cardíaca y, lo más importante, la temperatura.

Los estudios que utilizan biologgers muestran que en la naturaleza, el salmón busca activamente temperaturas cómodas, evitando las extremas.

La investigación utilizó biologgers en una granja comercial de salmón en Nueva Escocia (Canadá). Al monitorear a los peces durante los períodos de verano e invierno de alto riesgo, los científicos obtuvieron información valiosa sobre cómo responde el salmón a las fluctuaciones de temperatura. Además, los sensores ambientales y los registros de actividad de las granjas proporcionaron una imagen completa de la interacción entre la temperatura, las prácticas acuícolas y el bienestar de los peces.

Frecuencia cardíaca como indicador del estrés

El equipo de científicos se centró en dos métricas clave: el alcance de la frecuencia cardíaca aparente y la temperatura del punto de interrupción de Arrhenius:

El alcance aparente de la frecuencia cardíaca refleja esencialmente la flexibilidad de la frecuencia cardíaca de un pez en respuesta a los cambios de temperatura. Un alcance más amplio indica una mejor adaptabilidad.

La temperatura del punto de ruptura de Arrhenius marca el punto en el que los procesos metabólicos comienzan a ralentizarse significativamente debido al estrés térmico.

READ  Describen diversidad y riqueza de la microbiota intestinal del salmón del Atlántico durante el proceso de transferencia a agua de mar

El punto ideal para el salmón

Curiosamente, ambos métodos convergieron en la misma temperatura de «punto óptimo» para el salmón del Atlántico: unos fríos 12,7°C. Este hallazgo sugiere que las temperaturas inferiores a 2°C y superiores a 19°C comienzan a empujar a los peces hacia sus límites térmicos, provocando estrés y potencialmente comprometiendo su salud.

¿Qué pasa cuando las cosas se ponen demasiado calientes (o frías)?

El estudio también reveló que el salmón experimenta estrés cuando las temperaturas caen por debajo de 2°C o suben por encima de 19°C. En estos extremos, el alcance aparente de la frecuencia cardíaca disminuyó, lo que indica una lucha por mantener las funciones fisiológicas normales. Esto resalta la importancia de mantener las temperaturas de la granja dentro de un rango cómodo para los peces.

Cerrando la brecha: del laboratorio a la granja

Este estudio representa un importante avance en la comprensión de cómo la temperatura afecta al salmón del Atlántico en entornos de acuicultura del mundo real. Tradicionalmente, este tipo de investigaciones se basaba en entornos de laboratorio controlados. Sin embargo, los biologgers ofrecen una poderosa herramienta para observar directamente el comportamiento y la fisiología de los peces en granjas comerciales, proporcionando información crucial para una gestión eficaz de las granjas.

Al comprender el punto óptimo térmico del salmón del Atlántico y cómo responde al estrés, los salmoneros pueden implementar estrategias para mantener temperaturas óptimas del agua. Además podría implicar ajustar las densidades de población, modificar los regímenes de alimentación durante las olas de calor o incluso explorar soluciones innovadoras como sistemas de refrigeración en las granjas.

READ  Buscarán la microalga perfecta para la producción de energía renovable

Esta investigación abre nuevos caminos al utilizar biologgers para observar directamente el salmón, u otros peces, en entornos de acuicultura comercial.

Conclusión

Las principales conclusiones del estudio incluyen:

  • La temperatura importa: Mantenga a sus peces en su zona de confort (alrededor de 12,7°C) para una salud y un rendimiento óptimos.
  • Monitoreo de cerca: Los biologgers ofrecen información valiosa sobre cómo responden sus peces a los cambios de temperatura.
  • Adaptación al cambio: Al comprender el estrés térmico, puede ajustar las prácticas (por ejemplo, ajustar los horarios de alimentación) para minimizar su impacto.

Al comprender cómo la temperatura afecta la fisiología y el comportamiento del salmón del Atlántico, este estudio permite a los administradores de granjas tomar decisiones informadas. Esto puede implicar ajustar las prácticas acuícolas, como seleccionar lugares con temperaturas del agua más estables o implementar estrategias para enfriar las aguas más cálidas. En última instancia, esto conduce a peces más saludable, una industria acuícola más sostenible y un salmón delicioso y de alta calidad para nuestras mesas.

Contacto
Jennie Korus
Oceanography Department, Dalhousie University,
1355 Oxford Street, Halifax, Canada
Email: jennie.korus@dal.ca

Referencia
Korus, J., Filgueira, R., & Grant, J. (2024). Influence of temperature on the behaviour and physiology of Atlantic salmon (Salmo salar) on a commercial farm. Aquaculture, 740978. https://doi.org/10.1016/j.aquaculture.2024.740978