Impacto Ambiental

¿Pueden las especies comerciales de marisco soportar el cambio climático?

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By Milthon Lujan

Reino Unido.- Unos océanos más cálidos y ácidos pueden resultar perjudiciales para el marisco, especialmente las especies de importancia comercial como las ostras, vieiras, mejillones y almejas. La investigación nos aportará más información sobre cómo afectará el calentamiento global al marisco.

A medida que el agua marina se vuelva más ácida, se prevé que las conchas con mayor calcificación se vuelvan más finas. En consecuencia, los animales que esconden estarán más expuestos a daños y depredadores, lo cual a su vez afectará al equilibrio ecológico y la biodiversidad.

Empleo y crecimiento sostenibles en la economía azul

La Unión Europea (UE) es el cuarto mayor productor mundial de ostras japonesas del mundo y concentra el 86 % de la producción mundial de mejillones comunes. Dado que una gran parte de la producción europea de especies comerciales de marisco consiste en moluscos, existen posibles implicaciones no solo en materia de seguridad alimentaria, sino también para el empleo y la sostenibilidad en las comunidades rurales. El sector de la acuicultura en la UE da trabajo directa e indirectamente a unas 80 000 personas, en muchos casos en zonas rurales con oportunidades laborales limitadas.

Sorprendentemente, apenas se sabe cómo los animales marinos regulan el calcio para fabricar las conchas, cómo el cambio de las condiciones medioambientales puede influir en tales procesos y qué consecuencias puede tener para las poblaciones. «Esta falta de conocimientos influye considerablemente en nuestra capacidad de predecir con precisión cómo será la biodiversidad del futuro y cuál será el impacto sobre el sector de la acuicultura comercial», señala la profesora Melody Clark, coordinadora del proyecto financiado con fondos de la UE CACHE.

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CACHE formó a trece jóvenes investigadores, diez de los cuales estaban realizando su doctorado en diez instituciones asociadas de seis Estados miembros diferentes. Asimismo, se contrataron tres investigadores experimentados. El equipo estudió cómo se producen las conchas y realizó un seguimiento de cuatro de las especies de moluscos de mayor importancia comercial en Europa: ostras, mejillones, almejas y vieiras. El objetivo general consistía en comprender la regulación del calcio y la producción de las conchas en el entorno marino natural.

La resiliencia del marisco ante el cambio climático

Los investigadores rebatieron la teoría de que el tráfico celular de carbonato cálcico amorfo en vesículas forma parte de la formación de las conchas de los moluscos. Identificaron un conjunto de proteínas de la matriz extracelular de las conchas conservado a través de la evolución y reconocieron el potencial de la selección de cepas de moluscos con resiliencia a los efectos del cambio climático. El equipo demostró, asimismo, la plasticidad fenotípica a gran escala de la morfología de las conchas en ausencia de diferenciación genética y los factores medioambientales que influyen en la formación de las conchas. Sus esfuerzos han dado lugar a diecinueve artículos en revistas arbitradas internacionales y al menos otros cuarenta están siendo redactados.

CACHE ha recopilado una cantidad considerable de recursos genéticos para las cuatro especies seleccionadas y los ha puesto a disposición del público, junto con otras especies de moluscos secuenciadas, a través de Mollusc-DB, mejorando su visibilidad y utilización en la investigación sobre el marisco.

Se publicaron cuatro informes de acceso público para el sector de la acuicultura y las partes interesadas clave sobre los residuos de las conchas, la biomimética y el futuro de la acuicultura. En ellos analizan los usos de los desechos de conchas en la economía circular y en relación con la biomimética.

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La profesora Clark señala que, al preparar a la próxima generación de científicos marinos, el proyecto ha «contribuido considerablemente a estructurar la formación en investigación sobre biología marina a escala europea».

Una mayor comprensión general de cómo producen sus conchas los moluscos influirá en las prácticas pesqueras del futuro. «Gracias a CACHE, conocemos mucho mejor la genética de poblaciones de especies comerciales de marisco y cómo influyen factores como la temperatura, la salinidad y la acidez en la estructura de la concha y su resistencia», explica.

Según la profesora Clark, no debemos subestimar el impacto de la conquilicultura. Identificar los parámetros morfológicos más rentables de las conchas puede ayudar a los criadores a detectar especies invasivas o con mayor susceptibilidad. Además, el hecho de detectar oportunidades de cría selectiva de estas especies debería mejorar la resiliencia en el futuro.

Mayor información del proyecto CACHE: https://www.cache-itn.eu 

Fuente: CORDIS

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