EEUU.- Para ayudar a identificar donde, cuando y cuanto plancton oceánico puede ser encontrado en todo el mundo, un grupo de científicos internacional ha compilado el primer atlas mundial para catalogar el plancton marino (desde bacterias a medusas). El atlas fue publicado en la revista Earth Systema Science Data.
El atlas, conocido como Marine Ecosystem Biomass Data (MAREDAT), es el primer paso hace un inventario detallado de la biota marina basada en el conteo de células individuales u organismos. Este ayudará a los científicos a mejorar su conocimiento sobre biodiversidad marina para la conservación y monitoreo, y es el resultado de las colaboraciones entre los científicos de Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI), la University of East Anglia, ETH Zurich, University of Manchester, Université d’Anger y CNRS, la US National Oceanic and Atmospherica Administration (NOAA), junto con muchos otros científicos de todo el mundo.
“Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es que la biomasa del fitoplancton y zooplancton son aproximadamente del mismo tamaño en la capa superior del océano” dijo Scott Doney, científico principal de WHOI.
La base de datos MAREDAT es una fuente abierta de información y está disponible a través de la página web: http://www.pangaea.de
Ellos han catalogado medio millón de mediciones de biomasa del plancton, lo cual ha sido subdividido en 12 amplios grupos de plancton. Cada grupo tiene una base de datos separado.
“Los datos y la documentación pueden ser descargados por cualquier científico, así que ellos pueden explorar sus propias consultas científicas” dijo Doney. “Con el tiempo esperamos incrementar la base de datos agregando otros datos colectados para los grupos de plancton que ya están en la base de datos, además de extenderlo a diferentes grupos de plancton”.
La primera edición del atlas global del plancton MAREDAT tomo tres años para compilar y combinar la información de medio millón de puntos de datos. Los datos tendrán un amplio rango de aplicaciones en la ciencia del océano y el clima, lo que ayudará a los científicos a crear modelos computarizados para predecir el impacto del cambio climático y la acidificación del océano.