Investigadores de Nofima (Noruega), de la University of Eastern Finland, de la Technical University of Denmark, de Norce (Noruega), Norwegian University of Life Sciences, entre otras organizaciones publicaron una revisión científica donde discuten la necesidad urgente para identificar ingredientes alternativos apropiados para una producción sostenible de salmónidos.
Ellos describen y evalúan los más prometedores ingredientes marinos, incluido especies de bajo nivel trófico (peces mesopelágicos, zooplancton, poliquetos, macroalgas y crustáceos), nuevos ingredientes microbianos (bacterias, levaduras y microalgas), insectos (mosca soldado negro, harina de gusanos y grillos), subproductos de animales (harina de aves, harina de carne y hueso, harina de sangre y harina de pluma hidrolizada) y subproductos de otras producciones comerciales (recortes y sangre).
Cosecha y cultivo de recursos marinos como insumos alimentarios
Según el estudio, los recursos alimentarios marinos sin explotar que tienen una biomasa significativa se encuentran en los niveles tróficos inferiores, compuestos principalmente por poblaciones de plancton animal, peces mesopelágicos y algas.
Ellos reportan que la cosecha de especies de bajo nivel trófico, como el krill Antártico (Euphausia superba), los krill del Artíco (Meganyctiphanes norvegica y Thysanoessa sp.), copépodos (Calanus sp. y otros), anfípodos (Lysianassoide sp.) constituyen un enorme potencial de biomasa con una producción anual de varios cientos de millones de toneladas (aproximadamente 600 – 700 millones de toneladas).
Los esfuerzos pesqueros de poblaciones silvestres son típicamente gestionados por debajo de su capacidad teórica, debido a las preocupaciones ambientales, pero a medida que los esfuerzos pesqueros se incrementan en los niveles tróficos inferiores, existe una creciente preocupación sobre los efectos en el ecosistema.
La intensificación de la cosecha y cultivo de especies marinas, solas o cocultivadas con otras especies marinas en la acuicultura multitrófica integrada (IMTA), requerirá el uso de grandes áreas marinas y terrestres, las cuales deben evaluarse críticamente a través de estudios de impacto apropiados.
Los investigadores hacen una descripción del uso del kril de la Antártida y del Ártico, los copépodos marinos (Calanus), peces mesopelágicos, macroalgas marinas y el cultivo de especies marinas.
Subproductos de plantas terrestres
La identificación de diferentes subproductos de origen vegetal para su uso como ingredientes de alimentos para peces ha recibido una atención creciente en las últimas décadas a medida que la industria continúa buscando recursos alternativos para alimentos.
“Existen numerosos ejemplos de ingredientes de dietas de origen vegetal aplicados con éxito, incluida la soja, maíz, colza, maní, semilla de algodón y girasol”, citan los autores del estudio.
Ellos destacan que en general, los subproductos de origen vegetal tienen potencial como ingredientes en la dietas del salmón del Atlántico y, por lo tanto, aliviarán la presión sobre las poblaciones de peces salvajes y tendrán un impacto económico y ecológico hacia una economía circular eficiente y óptima.
Sin embargo, los subproductos vegetales en dietas para peces carnívoros como el salmón están limitados debido a un alto contenido de polisacáridos no amiláceos, una amplia gama de ANF, mala palatabilidad y una composición desbalanceada de aminoácidos comparado a los requerimientos.
Los investigadores describen el uso de los granos usados en la cervecería, granos de destilería, y granos secos de destilería con solubles, pastel de colza/canola, entre otros.
Recursos microbianos como insumos
Los ingredientes microbianos, como los hongos (levaduras), las microalgas y las bacterias, han recibido una atención cada vez mayor como insumos alternativos en los piensos acuícolas.
Estos ingredientes tienen una huella de carbono baja debido a que tienen una tasa de crecimiento rápida, no requieren tierras agrícolas, utilizan poca agua dulce y pueden producirse a partir de biomasa no usada como alimento, CO2 (microalgas) o gas natural (bacterias metanotrofas).
En general, destacan los investigadores, los ingredientes microbianos pueden aliviar la presión sobre los recursos alimentarios humanos.
La levadura y las bacterias son ejemplos de ingredientes microbianos que se han utilizado en los alimentos para el ganado desde finales de la década de 1940. En los últimos años, la mayor demanda de alimentos con proteínas de alta calidad, los avances tecnológicos y la reducción de los costos de producción han hecho que se recupere el interés.
La producción comercial de ingredientes microbianos está en desarrollo y se han establecido varias empresas start-up, aunque se desconocen los volúmenes de producción actuales.
Los investigadores describen el uso de hongos filamentosos y levaduras, harina bacteriana y microalgas.
Insectos
La entomfagia, la recolección de insectos para alimento, se ha practicado durante miles de años en muchas culturas. La cría de insectos se remonta a miles de años atrás, cuando comenzó en China el cultivo de gusanos de seda (Bombyx mori) para la producción de seda.
El subproducto de las pupas se empleó como alimento para las carpas cultivadas en estanques.
El uso de insectos para convertir los desechos de alimentos o las heces y la orina del ganado en proteínas de alta calidad para alimentación animal es relativamente nuevo, y los primeros estudios se publicaron en la década de 1970.
El alimento para mascotas fue el único mercado para las proteínas de insectos en la Unión Europea hasta julio de 2017, cuanto siete especies de insectos: la mosca soldado negra (Hermetia illuscens), la mosca doméstica común (Musca domestica), el gusano amarillo de la harina (Tenebrio molitor), el gusano menor de la harina (Alphitobius diaperinus), el grillo doméstico (Acheta domesticus), el grillo anillado (Gryllodes sigillatus) y el grillo de campo (Gryllus assimilis), fueron autorizados para su uso en alimentos acuícolas.
En el año 2019, el sector de la acuicultura consumió más del 50% de la producción total de proteínas de insectos en Europa, que fue de aproximadamente 5000 ™.
Los investigadores destacan que a pesar de los avances, muchos aspectos, como el procesamiento de insectos, la automatización de la producción y el procesamiento de materias primas, necesitan más atención.
Subproductos de animales marinos como insumos
El aumento de demanda de alimentos, y el uso extensivo de peces pelágicos pequeños para el consumo directo ha llevado a un mayor uso de subproductos de animales marinos como fuentes importantes de aceite y proteína en alimentos para peces, ganado, mascotas y animales criados para piel.
Los subproductos de animales marinos suelen contener altos niveles de huesos.
La disponibilidad de nutrientes (minerales y proteínas ricas en colágenos) en los huesos puede ser limitada e inevitablemente conduce a una mayor carga ambiental de los alimentos para peces.
Los investigadores analizan el uso de tecnología novedosa para aumentar la utilización de nutrientes óseos y cumplir con los requisitos para la acuicultura sostenible.
Perspectivas
“Aunque se necesitan ingredientes novedosos para cerrar la brecha en los insumos para los alimentos acuícolas, se deben resolver varios desafíos para implementarlos con éxito en la industria de la acuicultura”, destacan.
De acuerdo con los investigadores, además de un alto contenido nutricional, se deben abordar aspectos relacionados con la calidad técnica, la disponibilidad, el costo y la sostenibilidad ecológica.
“Para que los nuevos recursos de alimentos acuícolas sean comercialmente interesantes, deben estar disponibles en grandes cantidades, tener un suministro predecible durante todo el año y tener un precio competitivo”, indicaron.
Conclusiones
Según los investigadores, las condiciones climáticas cambiantes y la creciente competencia por la tierra, el agua y la energía, así como la pesca de captura plenamente explotada, enfatizan la necesidad urgente de ingredientes sostenibles para piensos desarrollados a partir de recursos naturales infrautilizados.
“Los ingredientes microbianos, como las bacterias y las levaduras, así como los insectos, están recibiendo cada vez más atención como alternativas prometedoras debido a su capacidad para convertir los flujos de desechos orgánicos no alimentarios de la silvicultura, la agricultura y las industrias alimentarias en nutrientes de alta calidad sin ejercer presión sobre los recursos naturales, independientemente del clima”, concluyen.
La investigación se realizó en el Nordic Centre of Excellence for Sustainable and Resilient Aquatic Production (SUREAQUA) y fue financiada por NordForsk, en el marco del programa de bioeconomía Nordic.
Contacto:
Sissel Albrektsen
Nofima
P.O. Box 5844 Oasen,
NO-5828 Bergen, Norway.
Email: sissel.albrektsen@nofima.no
Referencia (acceso libre):
Albrektsen, S, Kortet, R, Skov, PV, et al. Future feed resources in sustainable salmonid production: A review. Rev Aquac. 2022; 1- 23. doi:10.1111/raq.12673