Penang, Malasia – Una nueva investigación sobre los impactos del COVID-19 en un sector pesquero altamente globalizado, revela lecciones cruciales para hacer que los sistemas alimentarios sean más resilientes frente a crisis futuras.
Estas lecciones limitarán las amenazas a la seguridad alimentaria y nutricional mundial, y su impacto negativo en los medios de vida y economías locales.
Publicado en la Global Food Security, el estudio describe un marco de “ciclo de acción” de resiliencia del sistema alimentario para explorar tres cuestiones centrales:
1) El impacto del COVID-19 en los sistemas de pescados y mariscos en diferentes niveles;
2) Los tipos de respuestas y acciones para restaurar las funciones críticas de los sistemas; y
3) Extraer los aprendizajes críticos de las crisis actuales y pasadas para informar la forma en que varios actores e instituciones pueden desarrollar la resiliencia para responder de manera efectiva a las perturbaciones futuras o las perturbaciones del sistema alimentario a gran escala.
El sector pesquero está altamente globalizado, mientras que el pescado y otros alimentos acuáticos se encuentran entre los productos básicos comercializados en el mundo con un valor estimado de más de US$ 162 mil millones en 2018.
El impacto del COVID-19 en el sector pesquero, particularmente en los países de ingresos bajos y medianos, ha expuesto vulnerabilidades críticas de los sistemas alimentarios, incluidos desequilibrios de poder, disparidades en la nutrición y salud pública, y desigualdades socioeconómicas más amplias.
Las interrupciones en algunas regiones también se ven agravadas por factores estresantes existentes, como el cambio climático, los peligros naturales (temporada de ciclones del Pacífico, temporada de langostas Africanas), la gestión de recursos y la inestabilidad política o económica.
Uno de los autores del artículo, Ben Belton, científico principal de la WorldFish Value Chain and Nutrition, y profesor asociado en la Michigan State University, manifestó: “Con la finalidad de reconstruir un sistema alimentario más resiliente, es necesario comprender el alcance de las interrupciones, los impactos y la variedad de respuestas”.
“Hicimos un mapa de las primera reacciones del sector pesquero al COVID-19 durante los primeros meses de la pandemia; analizando los impactos en la demanda, la distribución, la mano de obra y la producción en las economías de ingresos bajos a altos” destacó.
“Los investigadores, los responsables de la formulación de políticas y las empresas pueden utilizar las respuestas actuales combinadas con las lecciones de las crisis anteriores para desarrollar resiliencia. El documento propone formas de aprender, anticipar y prepararse para impactos futuros con un enfoque especial en los más vulnerables”.
Otro autor, Eddie Allison, Jefe de Investigación de la WorldFish para Equidad y la Justicia en la Economía Azul, manifestó: “Los alimentos acuáticos son altamente comercializados, tanto a nivel mundial como regional, y están compuestos por muchas especies y estrategias de producción y distribución. Se puede aprender mucho sobre los sistemas alimentarios en las pandemias mediante el estudio de las crisis y las respuestas relacionadas con el COVID-19 en el sector de los alimentos acuáticos”.
“Estamos adoptando un enfoque para ‘avanzar mejor’, no solo para volver a la normalidad. Debemos pensar más allá de la obvia necesidad de reaccionar y afrontar, y aprender de las estrategias más exitosas. Evaluar el éxito y el fracaso de los ajustes temporales que vimos al comienzo de la pandemia ayuda a todos en el sector a pensar más allá de la crisi actual, y comenzar a enfocarse en construir resiliencia a largo plazo en las cadenas de suministro de productos del mar”.
El autor principal, Dave Love, científico asociado del Seafood, Public Health & Food Systems Project en el John Hopkins Center for a Livable Future con sede en el Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health dijo: “El sector de pescados y mariscos se ha enfrentado a muchos desafíos durante la pandemia. Nuestra investigación puede ayudar al sector a documentar los impactos, así como ayudar al sector a responder, aprender y ser más resistente a los impactos futuros”.
“Me alienta ver que algunas empresas, instituciones y grupos muestran signos de mayor resiliencia frente a la pandemia, y espero que las lecciones que ellos aprenden se puedan compartir y adoptar más ampliamente”.
Los investigadores recomiendan prioridades estratégicas de investigación para apoyar el aprendizaje de los impactos y respuestas al COVID-19. Ellos proponen una serie de necesidades clave inmediatas y a más largo plazo:
a) Prioridades inmediatas
– Utilizar herramientas de encuestas para documentar y comprender mejor los impactos del COVID-19 en las personas que trabajan en todos los niveles de las cadenas de valor de pescados y mariscos, y los consumidores, para brindar apoyo directo a los actores vulnerables del sistema de productos del mar.
– Aprender de los estudios de caso de los actores de la cadena de valor que se han adaptado a los cambios en la oferta y la demanda de pescados y mariscos para que sus estrategias puedan adoptarse más ampliamente.
– Mejorar los datos abiertos y las plataformas de intercambio de datos para facilitar el intercambio de información sobre los impactos sociales del COVID-19, para permitir respuestas más rápidas y coordinadas a futuras crisis.
b) Prioridades a largo plazo:
– Diseñar estrategias de respuesta futura para apoyar a los productores y comerciantes de pescado a pequeña escala, aprovechar las lecciones de los programas de redes de seguridad social en otros sectores alimentarios y la experiencia en la implementación del Derecho Humano a la Alimentación.
– Mejorar los sistemas de información para rastrear los precios del pescado y los volúmenes comerciales típicamente consumidos por los diferentes tipos de consumidores para reducir el desperdicio de pescado y permitir que las cadenas de valor respondan a las necesidades nutricionales y preferencias de la demanda de los consumidores.
– Enfocar la investigación sobre resiliencia en aquellas partes del sistema de acuicultura y pesca que suministra a las poblaciones nutricionalmente dependientes de los pescados y mariscos y aquellas que, a través del empleo, apoyan la seguridad alimentaria de los actores de la cadena de valor de bajos ingresos.
– Desarrollar y aplicar un marco de evaluación e indicadores de resiliencia para las cadenas de valor de los pescados y mariscos, que incluyan aspectos socioeconómicos y ambientales, para identificar y aprender de los “puntos críticos” de resiliencia.
– Estudiar los efectos temporales de la crisis sobre el empleo en el sector, sobre la migración, sobre la adopción de tecnologías para la producción y el procesamiento, para diseñar mejor las futuras estrategias para enfrentar las crisis y los esfuerzos de recuperación.
– Comprender cómo los sectores de la pesca y la acuicultura pueden o no ser diferentes de otros sectores alimentarios desde una perspectiva de resiliencia para el COVID-19 y otras crisis a gran escala.
Contacto
Dr. Ben Belton
WorldFish Senior Scientist – Value Chain and Nutrition
Email: b.belton@cgiar.org
Reference (open access):
David C. Love, Edward H. Allison, Frank Asche, Ben Belton, Richard S. Cottrell, Halley E. Froehlich, Jessica A. Gephart, Christina C. Hicks, David C. Little, Elizabeth M. Nussbaumer, Patricia Pinto da Silva, Florence Poulain, Angel Rubio, Joshua S. Stoll, Michael F. Tlusty, Andrew L. Thorne-Lyman, Max Troell, Wenbo Zhang,
Emerging COVID-19 impacts, responses, and lessons for building resilience in the seafood system, Global Food Security, Volume 28, 2021, 100494, ISSN 2211-9124,
https://doi.org/10.1016/j.gfs.2021.100494