España.- El grupo «Automática, Robótica y Mecatrónica” colabora con otros grupos de investigación de la Universidad de Almería en la mejora de la producción de microalgas para su utilización como biodiesel.
El estudio de las microalgas ha ido diversificándose en las últimas décadas. Si en un principio se cultivaban microalgas con una orientación a sectores como el acuícola, o para usos médicos, alimentarios, de depuración de aguas o cosméticos, en la actualidad hay un campo en auge, sin que se abandonen los otros; se trata de la investigación del cultivo de microalgas para que su biomasa sea un sustituto a medio plazo a los combustibles fósiles.
El investigador de la Universidad de Almería, José Luis Guzmán, está trabajando con su grupo de investigación, liderado por el catedrático Manuel Berenguel, en este desarrollo. “La Automática y la Robótica”, explica, “son disciplinas de carácter horizontal que intervienen en la actualidad en la práctica totalidad de los sectores industriales y de nuestra transversalidad surge la relación con los otros grupos de investigación en microalgas de la Universidad de Almería, que cuentan con investigadores, como Emilio Molina o Gabriel Acién que son referentes internacionales en este ámbito”.
El grupo de investigación «Automática, Robótica y Mecatrónica» está formado por 28 investigadores, 12 de ellos doctores. Tiene entre sus líneas de investigación la agricultura intensiva, la energía solar, la biotecnología y la bioingeniería, además de la educación en automática, mecanización y robótica en general. “Fue nuestro desarrollo, conocimiento e implementación de sistemas automáticos de control en todos los procesos de producción y postrecolección en el sector agrícola y sector energético”, relata Guzmán, “lo que nos permitió después aplicar ese conocimiento al cultivo de las microalgas”.
Actualmente el grupo de investigación de la UAL «Automática, Robótica y Mecatrónica” colabora con el grupo de “Biotecnologia de Microalgas Marinas” en esta búsqueda de energía barata, limpia, segura y renovable, con objeto de rebajar la dependencia de los combustibles fósiles. “Además tiene una ventaja añadida”, prosigue José Luis Guzmán, “porque para su cultivo necesitan de CO2 y las microalgas permiten mitigarlo durante el proceso de fotosíntesis contribuyendo a la sostenibilidad del medioambiente”.
“Las investigaciones están comenzando a dar sus frutos y presentaremos los resultados en el 2017, pero es nuestro segundo proyecto dentro del plan nacional y podemos decir que si las primeras investigaciones en reactores tubulares tuvieron una gran repercusión en el campo científico, los resultados de este proyecto actual denominado Control y optimización de la producción de biomasa con microalgas como fuente de energía renovable en fotobiorreactores raceway también están comenzarlo a serlo”.