Argentina.- De diciembre a enero, en la Estación Experimental de Maricultura del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero se lleva a cabo la larvicultura de diferentes peces marinos. Una de las especies es el denominado Lenguado Negro (Paralichthys orbignyanus).
En este marco, se detectó “un incremento y una evolución importante en cuanto a las metodologías de trabajo”, según indicó el Técnico Federico Bianca, parte del equipo técnico de larvicultura de organismos marinos, Juan José Bocanfusso.
“La camada de huevos que obtuvimos este año fue muy importante y de mejor calidad nutricional ya que notamos un incremento en la cantidad de larvas. La nutrición se dio por alimento vivo y algunos suplementos nutricionales de la industria de la acuicultura”, detalló. Asimismo, a partir de estos cambios, “también mejoró la pigmentación de las larvas y obtuvimos una mejor tasa de supervivencia. Además trabajamos a un promedio de 22 grados de temperatura, lo cual disminuyó unos 10/12 días el período de larvicultura total”. Estos resultados permiten reducir los tiempos de producción de semilla, para la futura transferencia de tecnología a escala piloto comercial.

Editor de la revista digital AquaHoy. Biólogo Acuicultor titulado por la Universidad Nacional del Santa (UNS) y Máster en Gestión de la Ciencia y la Innovación por la Universidad Politécnica de Valencia, con diplomados en Innovación Empresarial y Gestión de la Innovación. Posee amplia experiencia en el sector acuícola y pesquero, habiendo liderado la Unidad de Innovación en Pesca del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA). Ha sido consultor senior en vigilancia tecnológica, formulador y asesor de proyectos de innovación, y docente en la UNS. Es miembro del Colegio de Biólogos del Perú y ha sido reconocido por la World Aquaculture Society (WAS) en 2016 por su aporte a la acuicultura.