Francia.- La exposición de la mayoría de los consumidores al metilmercurio tóxico ocurre cuando comen pescado. Pero una investigación recién publicada en la revista Environmental Science & Technology puede ayudar a clarificar por qué las concentraciones de metilmercurio en el atún varían geográficamente.
Los compuestos inorgánicos de mercurio se liberan a la atmósfera a partir de fuentes naturales, como los volcanes, y fuentes de origen humano, como la combustión de combustibles fósiles y la extracción del oro. Algunos de estos compuesto se depositan en los océanos, donde los procesos naturales los convierten en metilmercurio. Luego esta sustancia se transfiere naturalmente a las criaturas marinas, incluido el atún, que a veces contiene cantidades que exceden las guías de seguridad de los alimentos. David Point, Anne Lorrain, Valérie Allain y sus colegas querían mapear las variaciones regionales en los niveles de metilmercurio en atún y para investigar los factores biológicos, ambientales y ecológicos que impulsan estas variaciones.
Los científicos estudiaron bigeye, yellowfin y albacora capturado en la región conocida como el Océano Pacífico Occidental y Central (WCPO). Los investigadores encontraron que los niveles de metilmercurio estaban por debajo de las pautas de seguridad alimentaria para la mayoría de las muestras. Además, ellos confirmaron los hallazgos iniciales de otras regiones oceánicas de que el tamaño corporal es el principal factor en determinar la contaminación dentro de una especies, debido a que los peces más grandes acumular una mayor concentración de metilmercurio en sus tejidos, en comparación con los peces más pequeños. Ellos encontraron que la temperatura de la superficie del océano y la profundidad de la capa oceánica en la que se alimenta el atún también afectan esta concentración.
El equipo desarrolló un modelo que se basa en estos hallazgos para predecir los niveles de metilmercurio en el atún. El modelo funcionó bien para WCPO, así como para el océano Pacífico ecuatorial este. Los investigadores dicen que sus resultados pueden ayudar a evaluar los riesgos y beneficios de consumir atún capturado en algún lugar en particular, o atún de diferentes tamaños.
Los autores del estudio agradecen a Grand Observatoire du Pacifique Sud, el Pacific Fund VACOPA project, el Pacific Community, Government of New Caledonia, the Institut de Recherche pour le Développement y el French National Research Agency MERTOX project.
Referencia:
Patrick Houssard, David Point, Laura Tremblay-Boyer, Valérie Allain, Heidi Pethybridge, Jeremy Masbou, Bridget E. Ferriss, Pascale A. Baya, Christelle Lagane, Christophe E. Menkes, Yves Letourneur, and Anne Lorrain. A Model of Mercury Distribution in Tuna from the Western and Central Pacific Ocean: Influence of Physiology, Ecology and Environmental Factors. Environ. Sci. Technol., Article ASAP. DOI: 10.1021/acs.est.8b06058 https://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/acs.est.8b06058