
El fósforo (P) es un elemento de dos caras en la salmonicultura moderna. Por un lado, es un macronutriente absolutamente esencial, vital para el crecimiento, el desarrollo óseo y el metabolismo del salmón. Por otro, su exceso en los efluentes representa uno de los mayores desafíos ambientales del sector, con el potencial de causar eutrofización en los cuerpos de agua. A medida que la producción mundial de salmón Atlántico crece, también lo hace la dependencia de alimentos ricos en fósforo, hasta el punto en que el consumo de este mineral en la acuicultura noruega ya se acerca al de toda su agricultura.
Un reciente artículo de revisión científica publicada por científicos de Cargill Aqua Nutrition, Norwegian University of Life Sciences (NBMU) y de Åsgård Aqua Advice profundiza en esta compleja dinámica, ofreciendo una visión holística que conecta la nutrición, la fisiología del pez y el diseño de los sistemas de cultivo. Este enfoque es clave para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad en el uso del fósforo.
Conclusiones clave del artículo
- 1 Conclusiones clave del artículo
- 2 Entendiendo el fósforo: no todo lo que se come se aprovecha
- 3 Las fuentes de fósforo en las dietas para salmónidos
- 4 El desafío del fitato y cómo superarlo
- 5 ¿Cuánto fósforo necesita el salmón y qué pasa si falta?
- 6 La influencia clave del sistema de cultivo: de jaulas a RAS
- 7 Una visión hacia el futuro: gestión integrada del fósforo
- Es fundamental diferenciar entre fósforo digerible (dP) y fósforo disponible (aP) para evitar una sobre-dosificación en las dietas, lo que aumenta costos y contaminación.
- El fósforo en las plantas está mayormente ligado como fitato, una forma no disponible para los salmónidos, lo que exige estrategias como el uso de la enzima fitasa o pre-tratamientos para mejorar su aprovechamiento.
- Los sistemas de cultivo determinan la acumulación y el potencial de tratamiento del fósforo, requiriendo dietas específicas para cada tecnología.
- Reducir el fósforo total en la dieta y maximizar su biodisponibilidad es una estrategia más económica y eficiente para mitigar el impacto ambiental que depender únicamente de costosos tratamientos de efluentes.
Entendiendo el fósforo: no todo lo que se come se aprovecha
Uno de los puntos más críticos que el estudio resalta es la frecuente confusión entre los términos fósforo digerible (dP) y fósforo disponible (aP). Aunque a menudo se usan indistintamente, su significado es muy diferente y la mala interpretación puede llevar a formular dietas con un exceso de fósforo.
- Fósforo digerible (dP): Se refiere a la porción de fósforo que es absorbida en el tracto gastrointestinal. Su medición es un estándar, pero no considera si el nutriente absorbido puede ser utilizado metabólicamente por el pez para funciones como la formación de hueso.
- Fósforo disponible (aP): Es la proporción del fósforo ingerido que realmente queda disponible para cumplir una función fisiológica específica, como la mineralización ósea. Este concepto es mucho más preciso para determinar los verdaderos requerimientos del animal.
Ignorar esta diferencia no solo incrementa los costos del alimento, ya que el fósforo es una materia prima cara, sino que también aumenta la cantidad de este mineral excretado al medio ambiente.
Las fuentes de fósforo en las dietas para salmónidos
El fósforo en los alimentos para salmón proviene de cuatro fuentes principales:
- Ingredientes marinos y animales: La harina de pescado ha sido tradicionalmente una fuente principal y de alta calidad, no solo por su proteína, sino por su contenido de fósforo (0.9 a 1.5% del total). Sin embargo, su digestibilidad puede variar ampliamente (20-60%). El uso de subproductos como la harina de sangre y de aves ofrece niveles de disponibilidad comparables. Un problema es que parte del fósforo en los huesos de pescado se encuentra en forma de hidroxiapatita, un complejo insoluble que reduce su digestibilidad.
- Ingredientes vegetales: Con la reducción de la harina de pescado, los ingredientes vegetales (soja, cereales, legumbres) son cada vez más comunes. El gran desafío aquí es que entre el 60% y el 80% de su fósforo está ligado en forma de fitato (IP6). El fitato es un «antinutriente» que los peces monogástricos como el salmón no pueden degradar por sí mismos, ya que carecen de las enzimas necesarias. Por lo tanto, el fósforo del fitato tiene una disponibilidad prácticamente nula para los salmónidos.
- Suplementos de fósforo inorgánico: Para asegurar que se cumplan los requerimientos, las dietas se suplementan con fuentes de fósforo inorgánico como el fosfato monocálcico (MCP) o el fosfato dicálcico (DCP). Estudios han demostrado que los fosfatos monobásicos, como el MCP, tienen una mayor disponibilidad y retención en salmónidos que otras formas.
El desafío del fitato y cómo superarlo
El fitato no solo bloquea el fósforo. Su estructura con carga negativa también se une a otros minerales esenciales como el calcio, magnesio, zinc y hierro, además de reducir la digestibilidad de proteínas y aminoácidos. Esto obliga a los formuladores a compensar estas pérdidas, encareciendo la dieta.
Para mejorar la disponibilidad del fósforo en ingredientes vegetales se han desarrollado varias estrategias:
- Adición de fitasa: La fitasa es una enzima que rompe la molécula de fitato, liberando el fósforo y otros nutrientes. Puede aumentar la disponibilidad del fósforo de un 6% hasta un 64% en dietas vegetales.
- Pre-tratamiento de ingredientes: Técnicas como la molienda, la fermentación, la germinación o el pre-tratamiento enzimático de las materias primas antes de la extrusión pueden degradar el fitato. La extrusión a altas temperaturas (90-140 °C) puede desactivar la fitasa, por lo que el pre-tratamiento es una alternativa prometedora, especialmente para especies de aguas frías como el salmón.
¿Cuánto fósforo necesita el salmón y qué pasa si falta?
Los requerimientos de fósforo varían según la etapa de vida, el tamaño y la genética del pez. Por ejemplo, los juveniles necesitan más fósforo (0.46-0.59% del peso húmedo corporal) que los adultos (0.35-0.41%). Además, los salmones triploides parecen tener una mayor demanda para la mineralización ósea.
Una deficiencia de fósforo tiene consecuencias graves, siendo la más conocida una mineralización ósea deficiente, lo que conduce a una mayor incidencia de deformidades esqueléticas. Aunque algunas deformidades vertebrales pueden recuperarse en la fase de agua de mar, una nutrición inadecuada en la fase de agua dulce puede tener efectos a largo plazo.
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La influencia clave del sistema de cultivo: de jaulas a RAS
La forma en que se cultiva el salmón tiene un impacto directo en el manejo del fósforo.
- Sistemas abiertos (jaulas): En los sistemas tradicionales, los desechos (heces y alimento no consumido) se dispersan directamente en el entorno. Aquí, la única estrategia viable para reducir la carga de fósforo es optimizar la dieta para que sea lo más eficiente posible.
- Sistemas de recirculación en acuicultura (RAS): Estos sistemas de alta tecnología reutilizan el agua y permiten un control casi total sobre los efluentes. El fósforo particulado (en heces y alimento) puede ser retirado eficazmente mediante filtración mecánica. Sin embargo, el fósforo disuelto, que constituye cerca del 24% del total excretado, no puede ser capturado por estos filtros y tiende a acumularse en el agua del sistema.
En los RAS, donde el recambio de agua es bajo, las concentraciones de minerales pueden aumentar significativamente. Aunque se podría pensar que el salmón podría absorber fósforo del agua, los cálculos demuestran que la cantidad que pueden obtener por esta vía es insignificante en comparación con sus necesidades dietéticas. Por ello, se recomienda mantener la concentración de fósforo en el agua de los RAS por debajo de 3 mg/L para evitar efectos negativos.
Una visión hacia el futuro: gestión integrada del fósforo
La revisión científica concluye que la estrategia más efectiva y económica para un futuro sostenible no reside únicamente en instalar costosos sistemas de tratamiento químico o biológico de efluentes, sino en un enfoque preventivo: formular dietas con niveles de fósforo total más bajos pero con una mayor proporción de fósforo biodisponible (aP).
Esto no solo reduce la cantidad de fósforo que necesita ser tratada, sino que también mejora la eficiencia de la filtración mecánica en los RAS. Para lograrlo, es crucial seguir investigando para refinar los modelos de disponibilidad de fósforo, ajustar los requerimientos en condiciones comerciales reales y continuar innovando tanto en la formulación de alimentos como en el diseño de los sistemas de cultivo. La alineación de estos esfuerzos será fundamental para el crecimiento sostenible de la salmonicultura global.
Contacto
Vegard Øvstetun Flo
Cargill Aqua Nutrition
Thormøhlens Gate 51, 5006 Bergen, Norway
Email: vegard_flo@cargill.com
Referencia (acceso abierto)
Flo, Vegard Øvstetun, Torbjørn Åsgård, and Odd-Ivar Lekang. 2025. «Phosphorus in Salmonid Aquaculture: Sources, Requirements, and System-Level Implications» Fishes 10, no. 8: 388. https://doi.org/10.3390/fishes10080388

Editor de la revista digital AquaHoy. Biólogo Acuicultor titulado por la Universidad Nacional del Santa (UNS) y Máster en Gestión de la Ciencia y la Innovación por la Universidad Politécnica de Valencia, con diplomados en Innovación Empresarial y Gestión de la Innovación. Posee amplia experiencia en el sector acuícola y pesquero, habiendo liderado la Unidad de Innovación en Pesca del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA). Ha sido consultor senior en vigilancia tecnológica, formulador y asesor de proyectos de innovación, y docente en la UNS. Es miembro del Colegio de Biólogos del Perú y ha sido reconocido por la World Aquaculture Society (WAS) en 2016 por su aporte a la acuicultura.