Por: Bjørn Tore Lunestad*
Noruega.- La colaboración existente entre Cuba y Noruega es poco conocido. En el año 2011 se inicio un proyecto con el objetivo de usar la experiencia y tecnología cubana y noruega para establecer actividades sostenibles de acuicultura marina en Cuba.
Cuba ya tiene operaciones acuícolas en agua dulce, pero el volumen es de sólo alrededor de 30 000 toneladas por año. Las especies más comúnmente cultivadas son la carpa, tilapia y bagre. El proyecto actual tiene un ambiciosos objetivo de cubrir todos los componente requeridos para las operaciones de maricultura. Esto incluye la selección de las especies adecuadas, encontrar una buena ubicación, obtener las jaulas y otros equipamientos necesarios, y construir hatcheries e instalaciones para los reproductores. Otros factores necesarios son las dietas apropiadas, campañas de información sobre cobia y la organización de las operaciones de sacrificio, procesamiento y distribución. Además, para asegurar que el proyecto es el inicio de una actividad duradera, es muy importante desarrollar competencias en acuicultura marina, lo cual incluye programas de estudio a nivel universitario.
Los ciclones tropicales anuales que pueden golpear a Cuba representa un desafío particular en relación a la ubicación. Después de una revisión de factores relevantes como la profundidad, vientos y condiciones de las olas, modelos de corrientes, saturación de oxígeno, infraestructura y actividades competidoras, la bahía de Cochinos fue la elegida. Esta bahía tiene aproximadamente 25 kilómetros de largo y ocho kilómetros de ancho, y esta bien protegida de los vientos.
La especie cobia (Rachycentron canadum) fue seleccionada por el proyecto. Se trata de un pez activo y depredador con carne blanca. Es considerado como una de las especies más importante para la piscicultura marina en aguas tropicales, por ejemplo en partes de Asia, EEUU y el Caribe. Es relativamente robusca, crece rápidamente y los peces adultos pueden pesar más de 50 kilos y alcanzar una longitud de dos metros de largo. La contribución de Noruega al proyecto ha hecho posible cosechar las primeras cobias para finales de agosto, cuando los peces alcancen un peso promedio de tres a cuatro kilos.
En Cuba como en otros lugares, el acceso a ingredientes marinos como lípidos y proteína para la producción de diestas es un factor limitante importante par el crecimiento sostenible de la piscicultura. Cuba no tiene grandes poblaciones marinas que sean adecuados como ingredientes para las dietas, y el uso de ingredientes alternativos de animales o vegetales es una condición para el futuro crecimiento de la producción. Por ejemplo, la plant de colza se puede utilizar como fuente de lípidos y la planta de soja como fuente de proteína en las dietas. En este contexto, Noruega contribuye con conocimiento de que los peces de cultivo no necesitan ingredientes sino nutrientes. Cuba tiene la suerte de tener una buena oferta de suelos cultivables.
Por supuesto, que aun es demasiado pronto para saber como el cultivo de cobia en Cuba se desarrollará en el futuro. Sin embargo, ya es posible decir que Noruega a ayudado a Cuba a tener éxito en la producción de sus primeras cobias. Inicialmente, el pescado producido ayudará a reemplazar el pescado importado en el segmento del turismo, pero, en el largo plazo, la acuicultura marina puede contribuir a incrementar el consumo de alimentos de origen acuático en Cuba.
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Bjørn Tore Lunestad
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