Australia.- Un equipo de investigación de la James Cook University ha estado investigando cómo la acuicultura puede hacerse sostenible, para ayudar a alimentar a un mundo con más de nueve mil quinientos millones de personas y el deterioro de las fuentes naturales de alimentos.
Jan Strugnell, profesor asociado de JCU formó parte del estudio. Ella dijo que las proyecciones actuales permiten predecir que la población mundial llegará a 9.7 mil millones para el 2050, lo que significa que se necesitará un aumento en la producción mundial de alimentos de entre 25 y 70% en los próximos treinta años.
“La producción ganadera se está intensificando en un intento por satisfacer la demanda, pero enfrenta desafíos importante que incluyen el pastoreo excesivo, la escasez de agua y la pérdida de biodiversidad natural. Se reconoce que la acuicultura satisfará una parte cada vez más importante de la demanda de proteína animal” dijo.
Strugnell manifestó que la acuicultura ha sido el sector de producción de alimentos de más rápido crecimiento anual en las últimas tres décadas, pero enfrenta algunos desafíos.
“Cerca del 70 por ciento de la acuicultura depende de los piensos acuícolas, que históricamente han dependido de altas concentraciones de harina y aceite de pescado que provienen de las capturas de pescado silvestre” destacó la investigadora.
“Debido a que necesitaremos otras 37.4 millones de toneladas de piensos acuícolas para el 2025, la demanda por harina y aceite de pescado también se incrementará”.
“Considerando que las capturas de las pesquerías alcanzó su pico en 1995 y ha estado en constante declive desde entonces, claramente no es sostenible”.
Los científicos analizaron fuentes alternativas de alimentos para los peces de cultivo.
“Descubrimos que era posible usar muchas más partes no comestibles de los pescados y mariscos, incluido el pescado capturado, en los piensos acuícolas que se emplean actualmente. Las harinas de insectos también son alternativas viables y promisorias a la harina de pescado convencional” dijo Jennifer Cobcroft, profesor asociada de JCU, quien también participó del estudio.
Existen desafíos tecnológicos, financieros y de escalabilidad que se deben superar para aumentar la producción de fuentes alternativas de proteína a las harinas de pescado.
“Incluso teniendo en cuenta estos desafíos, creemos que existe un enorme potencial para las mejoras tecnológicas para producir consistentemente proteínas alternativas de alta calidad con mejores perfiles nutricionales” destacó Cobcroft.
“La futura expansión de la industria acuícola es crítica para la nutrición humana sostenida. Es poco probable que haya una sola respuesta para lograr esto, pero tenemos que comenzar a avanzar en esa dirección con bastante rapidez” informó Strugnell.
Reducción en el uso de harina de pescado en piensos acuícolas
El estudio destaca que aunque la producción de harina y aceite de pescado de peces forraje muestra una tendencia decreciente en los últimos 20 años y la proporción de estos ingredientes dentro de los piensos acuícolas esta disminuyendo, ellos aún son componentes importantes para muchos peces carnívoros y crustáceos.
Los residuos de alimentos tienen el potencial de sustituir a la harina de pescado a través de la biotransformación y/o bioconversión, mientras que la biomasa microalgal o de macroalgas tiene limitaciones con respecto a su escalabilidad y su contenido de proteína, respectivamente.
Tendencias en el futuro
Los piensos para las especies de agua dulce de los niveles tróficos más bajos (bagre, tilapia y carpa herbívora) contienen considerablemente niveles muy bajos de harina de pescado comparado con las especies carnívoras (salmón, anguilas, camarones). Por consiguiente, la sensibilización del consumidor, el etiquetado y el interés en pescados y mariscos sostenibles puede ayudar a incrementar las tasas de consumo de peces de agua dulce de cultivo a expensas de las especies que demandan mayor cantidad de proteínas.
El mayor desafío para las fuentes alternativas de proteína en los piensos acuícolas incluyen el contenido variable de proteína y la factibilidad de incrementar la producción, lo cual está en función de las tecnologías de procesamiento disponibles, costo y escalabilidad. La aceptación del consumidor también varía entre estas materias primas disponibles. {mprestriction ids=»*»}
Contactos:
Jan Strugnell
E: jan.strugnell@jcu.edu.au
Jennifer Cobcroft
T: (07) 478 16216
E: jennifer.cobcroft@jcu.edu.au
Referencia (abierto):
Hua K., J. M. Cobcroft, A. Cole. K. Condon, D. Jerry, A. Mangott, C. Praeger, et al. 2019. The Future of Aquatic Protein: Implications for Protein Sources in Aquaculture Diets. One Earth, Volume 1, Issue 3, 22 November 2019, Pages 316-329. https://doi.org/10.1016/j.oneear.2019.10.018 https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2590332219301320 {/mprestriction}