España.- La búsqueda de vacunas más efectivas para paliar el uso de antibióticos es urgente, ya que hay pocas fórmulas y muchas se han quedado anticuadas por la rápida evolución de la genética de los peces y también de los patógenos. Los especialistas buscan nuevas herramientas asociadas a la biología molecular y fomentar la cría en cautividad con sistemas sostenibles que reduzcan al máximo el impacto en el planeta.
El sector industrial ganadero es uno de los principales responsables de los graves problemas medioambientales que existen hoy en día, algo que preocupa cada vez más a la comunidad científica y a la sociedad en general, que ven cómo el impacto del cambio climático en nuestro planeta está volviéndose alarmante. Sin embargo, la renuncia al consumo de las proteínas animales puede producir consecuencias nutricionales negativas en los humanos, por lo que los expertos consideran que debe incrementarse la ingesta de pescado, moluscos y crustáceos procedentes de la acuicultura en los próximos años para evitar un mayor deterioro del planeta.
«Las tendencias socioculturales hablan de una población cada vez más concienciada que se preocupa por su entorno, algo que ha promovido que se generen sellos como la ASC Aquaculture Stewardship Council (ASC), un programa de etiquetado y certificación líder a nivel mundial para productos del mar cultivados de manera responsable con productores que buscan el equilibro con el medio ambiente», afirma Cristian Gallardo Escórate,investigador responsable del Laboratorio de Biotecnología y Genómica Acuícola (LBGA) del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción (UdeC), en Chile.
Gallardo participó hoy en la Tercera Conferencia Internacional en Inmunología de Peces y Moluscos, organizada por el Grupo de Investigación en Acuicultura (GIA) del Instituto Universitario de Acuicultura y Ecosistemas Marinos Sostenibles (IU-ECOAQUA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), en colaboración con la Sociedad Internacional de Inmunología de Peces y Moluscos (ISFSI, por sus siglas en inglés) que viene desarrollándose desde el pasado domingo en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria con la presencia de más de 200 científicos y agentes de la industria acuícola.
Según este experto, los productores acuícolas persiguen obtener la ASC porque su producto se vende hasta un 25% más caro en el mercado y es aceptado por el consumidor de forma positiva al saber que con ello están ayudando a la sostenibilidad del sistema. «Diversos estudios demuestran que para el año 2030 el crecimiento del consumo de las especies acuáticas criadas en piscifactorías se disparará frente a otras especies ganaderas y acuícolas cuya producción es más nociva y con más efectos secundarios sobre el planeta», subrayó.
Si se incluyen las emisiones por el uso de la tierra y el cambio del uso de la tierra, el sector ganadero es responsable del 9% del CO2 procedente de la actividades humana, produciendo un porcentaje mucho más elevado de los gases de efecto invernadero más perjudiciales. En concreto, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la ganadería genera el 65% del óxido nitroso de origen humano, que tiene 296 veces el Potencial de Calentamiento Global (GWP, por sus siglas en inglés) del CO2. La mayor parte de este gas procede del estiércol. También es responsable del 37% de todo el metano producido por la actividad humana (23 más veces más perjudicial que el CO2), que se origina en su mayor parte en el sistema digestivo de los rumiantes, y del 64% del amoniaco, que contribuye de forma significativa a la lluvia ácida.
Búsqueda de vacunas más efectivas para paliar el uso de antibióticos
Cristian Gallardo explicó que para obtener productos de la máxima calidad en el sector acuícola es necesario, además, fomentar la investigación y multiplicar las fórmulas de prevención. «Son sólo 24 el número de vacunas con licencia disponibles comercialmente para su uso en todo el mundo, pero muchas de ellas no son efectivas, se han quedado anticuadas porque la genética de los peces evoluciona y también los patógenos, por lo que tenemos que conseguir fórmulas más efectivas y herramientas más potentes asociadas a la biología molecular, para poder reducir así el uso de antibióticos una vez se presentan las patologías, algo que demanda además urgentemente la Organización Mundial de la Salud por su efecto en las resistencias», explicó.
El investigador chileno, doctor en Acuicultura, centró su ponencia en el «Detalle de la complejidad de las interacciones entre el salmón y los piojos de mar». Según adelantó, en el Laboratorio de Biotecnología y Genómica Acuícola de la Universidad de Concepción ya han dado con dos vacunas efectivas que podrán licenciarse en un par de años para luchar contra distintas enfermedades de origen bacteriano y parasitario (como el piojo de mar) en el salmón.
«Es evidente que la producción masiva de cualquier industria animal genera enfermedades y para combatirlo solo hay dos fórmulas, la inmunología y los antibióticos. Fomentar la prevención es algo especialmente importante para nosotros en Chile, donde el sector acuícola es nuestra segunda economía tras la minería», subrayó, «y más con una acuicultura que está muy concentrada en la cría de salmón». Gallardo explicó, no obstante, que «aquí en Europa también tienen un gran problema en centros reproductores de Noruega y Escocia (Reino Unido) con el piojo de mar, que además es un parásito que afecta no solo a los salmones de cultivo, sino también a los salmones salvajes, por lo que nuestras investigaciones darán un gran servicio global», explicó.
Durante el desarrollo de la Tercera Conferencia Internacional en Inmunología de Peces y Moluscos se están presentando 139 comunicaciones orales y 87 posters, exposiciones que proporcionarán una red clave y una interfaz educativa para que los distintos agentes que participan en la industria, la comunidad científica, proveedores de salud y organizaciones de investigación independientes puedan trabajar conjuntamente.
Como patrocinador principal de este congreso se encuentra el laboratorio Seppic del Grupo Air Liquide, y también han colaborado el laboratorio chileno Pathovet, la empresa VWR y las compañías canarias ADDIAGNOST, BIOTEIN, BIOSIGMA. Como socios del congreso también han participado las plataformas divulgativas Elsevier y The Fisht Site, la iniciativa Bioasis Gran Canaria, gestionada por la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (SPEGC) del Cabildo insular, y en la parte organizativa Gran Canaria Convention Bureau.