Las tasas de supervivencia de las larvas de ostras aumentaron significativamente al tratarlas con combinaciones específicas de probióticos, según reportan los investigadores de la Oregon State University (OSU).
Con solo una aplicación, los probióticos también impulsaron el crecimiento, la metamorfosis y el asentamiento de las larvas, lo que significa que, además de que más ostras sobrevivieron más allá de la etapa de larva, también les fue mejor en la transición a juveniles y al fijarse a las conchas y otras superficies.
Los hallazgos podrían ser una gran ayuda para las granjas de ostras, donde los patógenos pueden matar las larvas de toda una temporada, con un costo de cientos de miles de dólares.
Las larvas de ostras criadas en los hatcheries de la costa oeste de EEUU frecuentemente experimentan severas mortalidades relacionadas con el Vibrio coralliilyticus durante su desarrollo inicial.
“Los resultados definitivamente superaron nuestras expectativas”, manifestó Carla Schubiger, líder del proyecto y coautora del estudio y profesora asistente en el Carlson College of Veterinary Medicine de OSU.
“Solo una mejora del 40-50% en la supervivencia de las larvas sería enorme, pero aquí tenemos un aumento de la supervivencia de más del 80%. Eso es muy, muy significativo para la industria. Los antibióticos no están permitidos en los criaderos, por lo que esta será la primera herramienta que puedan usar para aumentar la producción”.
Los mariscos son un gran negocio en Oregon, y las ventas de ostras representan cerca de $5 millones al año, de acuerdo a un informe del año 2010 de la Pacific Coast Shellfish Growers Association.
En las ostras, como en los humanos, la función general del organismo depende de la ayuda de las bacterias “buenas” que viven en el tracto gastrointestinal del huésped. El objetivo del estudio era identificar qué tipos de estas bacterias beneficiosas eran mejores para combatir las bacterias patógenas que pueden matar las larvas de ostras.
La bacteria Vibrio coralliilyticus, en particular, es común en la acuicultura marina y extremadamente patógena, por lo que las granjas de ostras necesitan una forma rentable de defenderse de ellas, destacan los investigadores.
Los investigadores de OSU cultivaron varias cepas de bacterias naturales y las analizaron para determinar su capacidad para defenderse de V. coralliilyticus en condiciones de laboratorio. Luego seleccionaron las cepas que funcionaron mejor contra las bacterias patógenas.
El equipo cultivó las larvas en condiciones de agua comparables a las utilizadas en las granjas de ostras. Cuando las larvas cumplieron 24 horas, se trataron con las diferentes cepas de probióticos cultivados, primero individualmente y luego en combinaciones de las cepas más prometedoras. A las 48 horas de edad, las larvas de ostra fueron expuestas a V. coralliilyticus.
Resultados sorprendentes
Los resultados del estudio sorprendieron a los investigadores. En comparación con el grupo de control no tratado, cuatro de las cepas probióticas individuales dieron como resultado un aumento promedio de la tasa de supervivencia del 68% o mejor, incluida una cepa que aumentó la supervivencia en un 99,7%.
Posteriormente los investigadores trataron las larvas con combinaciones de las cepas individuales más prometedoras. Las diferentes combinaciones de dos y tres cepas aumentaron las tasas de supervivencia de las larvas hasta en un 86%.
Catorce a 16 días después, los probióticos parecían tener todavía efecto, y las larvas tratadas mostraban tasas significativamente más altas de asentamiento natural y metamorfosis en semilla de ostra, junto con conchas significativamente más grandes que las producidas por las larvas no tratadas.
Se desconoce el mecanismo exacto que ayudó a las ostras, pero las mejores tasas de crecimiento y establecimiento fueron una ventaja inesperada además de las mejores tasas de supervivencia, destacó Schubiger.
“Es posible que hayamos influido en algo muy temprano en su desarrollo, como la respuesta inmune, para que les vaya mejor en el futuro”, dijo.
El equipo de investigación prevé aplicar el tratamiento probiótico como material liofilizado que se puede rociar en el balde desove de larvas. El tratamiento de las larvas tan temprano en su ciclo de vida significa que solo necesitan una cantidad muy pequeña de material, lo que hace que el tratamiento con probióticos sea más rentable.
Sus próximos pasos serán probar una combinación con un cuarto probiótico y trabajar en el cultivo de bacterias probióticas junto con las microalgas que sirven como fuente de alimento inicial para las larvas de ostras, por lo que el tratamiento podría integrarse en su proceso de desove desde el principio, manifestó Schubiger.
Conclusión
“Los resultados sugieren que los probióticos son efectivos para prevenir las infecciones bacterianas y pueden mejorar significativamente el rendimiento de las larvas de ostras, usando solo una aplicación en la etapa temprana de su desarrollo”, concluyen los investigadores.
El equipo de investigación incluyó al autor principal David Madison, junto con los coautores Spencer Lunda, Ryan Mueller y Chris Langdon.
Contacto
Carla Schubiger,
Carla.schubiger@oregonstate.edu
Referencia (acceso abierto)
David Madison, Carla Schubiger, Spencer Lunda, Ryan S. Mueller, Chris Langdon. A marine probiotic treatment against the bacterial pathogen Vibrio coralliilyticus to improve the performance of Pacific (Crassostrea gigas) and Kumamoto (C. sikamea) oyster larvae. Aquaculture, Volume 560, 2022, 738611, ISSN 0044-8486, https://doi.org/10.1016/j.aquaculture.2022.738611.