Chile – Según el 5° Informe de Sustentabilidad de SalmonChile, asociación que agrupa a las principales empresas productoras y proveedoras de salmón, el uso de antibióticos de la industria salmonera en 2019 fue de 345 gramos por tonelada cosechada. Esta cifra es la tasa más baja en los últimos siete años (aunque sigue siendo mucho mayor a la de países como Noruega), pone al sector en buen pie para llegar a su meta, que es reducir en un 50 % su uso al 2025.
Pese a lo anterior, es sabido que las bacterias van desarrollando resistencias a estos químicos. De hecho, recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) se refirió al peligro que representan las bacterias altamente resistentes a estos productos, estimando que causan la muerte de más de 700 mil personas cada año. Esta resistencia antimicrobiana daña también una producción sostenible de los alimentos, al dificultar el control de las enfermedades en animales y, por consiguiente, en las personas.
En base a esta problemática, el laboratorio científico chileno Phage Lab creó una solución mejorada de fagoterapia que podría reducir el uso de antibióticos en la industria acuícola. “Desde principios de este año, hemos prospectado la industria salmonera para aplicar bacteriófagos y esperamos que en 2021 podamos comenzar estas soluciones”, anuncia Pablo Cifuentes, gerente de Nuevos Desarrollos del laboratorio. Explica que “con nuestra tecnología podríamos desarrollar un producto tanto para el cultivo de los salmones vivos y prevenir, por ejemplo, el SRS o BKD (principaleds enfermedades bacterianas que afectan al salmón atlántico y trucha arcoíris) o aumentar la vida útil de los cortes de salmón, utilizando fagos contra listeria, que es una bacteria que genera problemas de inocuidad”.
Si bien la solución de Phage Lab hoy está presente en las industrias avícola, porcina y ganadera -tanto en Chile, como en Centroamérica y Europa-, “en la industria salmonera existen enfermedades bacterianas que vienen generando problemas en la industria hace más de 30 años en nuestro país y que aún se combaten sólo con antibióticos. En algún momento, estas bacterias generarán resistencia y los antibióticos dejarán de ser efectivos; por eso es tan relevante la creación de terapias alternativas como el uso de bacteriófagos”, argumenta Cifuentes.
Los bacteriófagos o fagos son agentes de control bacteriano muy relevantes para el ecosistema y en la actualidad se está fomentando su uso, ya que existe la tecnología capaz de crear nuevas terapias alternativas y naturales de contención de enfermedades en humanos y animales, producidas por la multirresistencia de algunas bacterias a los antibióticos. “El uso de bacteriófagos podría ser una solución para disminuir el uso de antibióticos, ya que estas pequeñas partículas virales infectan las bacterias patógenas, provocando su eliminación natural. En la industria alimentaria esto es muy relevante, ya que los fagos no crean problemas de toxicidad sobre los animales y no alteran las propiedades organolépticas de los alimentos”, añade el experto.