Noruega.- En un reciente artículo publicado, tres científicos del Norwegian Institute for Water Research (NIVA) expresaron su preocupación por si lo requisitos de datos de evaluación ambiental son suficientes para todos los medicamentos usados en la acuicultura.
Consecuencias ambientales
“Con la aparición de cepas de piojos del salmón resistentes podría haber una mayor riesgo para los organismos no objetivos de los regímenes de tratamiento que necesitan ser más agresivos para despiojar a los peces. En combinación con el intento de controlar los niveles de piojos del salmón, el posible impacto ambiental de los tratamientos sobre los organismos no objetivos es una preocupación” dijo Adam Lillicrap, investigador en NIVA y primer autor del artículo.
Los medicamentos veterinarios usados en la acuicultura están estrictamente controlados con autorizaciones comerciales emitidas en un país. Para obtener la autorización comercial, las guías desarrolladas por el International Cooperation on Harmonisation of Technical Requirements for Registration of Veterinary Medicinal Products (VICH) necesitan ser seguidas.
El VICH es un programa trilateral (UE-Japón-EEUU) con el objetivo de armonizar los requerimientos técnicos para el registro de los productos veterinarios. Aunque las guías, relacionadas específicamente a la evaluación de peligros y riesgos ambientales son una obligación estricta de las autoridades reguladoras, las pruebas de ecotoxicidad que se requieren no siempre son relevantes para sustancias específicas.
Tres medidas
El Ministry of Trade, Industry and Fisheries de Noruega en colaboración con la Norwegian Seafood Federation y la Norwegian Seafood Association, reconocen los desafíos dentro de la acuicultura y las potenciales consecuencias ambientales del uso de los medicamentos veterinarios. Subsecuentemente, en un ensayo para aliviar el impacto ambiental de los procesos acuícolas dentro de Noruega, se vienen implementando las siguientes tres medidas:
a. Retiro total o parcial de la aprobación de licencias en lugares donde los problemas son más pronunciados.
b. Revisión y monitoreo de los sistemas internos para el piojo del salmón y los medicamentos veterinarios usados por la industria;
c. Incrementar la supervisión del uso de medicamentos veterinarios.
Cómo estas medidas serán implementadas en la práctica o el efecto que ellas tendrán sobre el impacto ambiental de los medicamentos veterinarios aun no es del todo claro.
“Es nuestra responsabilidad como científicos ambientales el ayudar a proteger el ambiente de efectos adversos de los químicos” resaltó Lillicrap.
La pregunta es ¿los actuales requisitos de datos de evaluación del riesgo ambiental son suficientes para todos los medicamentos acuícolas? En respuesta, los estándares de ecotoxicidad aguda y crónica pueden ser apropiados par la evaluación de los peligros ambientales de un gran número de sustancias. Sin embargo, no es lo suficientemente claro para sustancias que afectan específicamente a ciertos organismos o donde los peligros no pueden ser predichos solo en base a evaluaciones de peligros ambientales estándar.
“Las próximas mejoras en la seguridad ambiental de los medicamentos acuícolas necesitan iniciativas de investigación hacia un nuevo paradigma para la evaluación de riesgos. Esto incluye la incorporación de pruebas de mayor nivel y sub-individual, desarrollo de modelos toxicocinéticos/toxicodinámicos, la comprensión de los mecanismos ecológicos relevantes y la generación de herramientas ecológicas predictivas” destacó Lillicrap.
No obstante, estos son vistos como objetivos a largo plazo, que pueden ser alcanzado en los próximos 5 a 10 años dependiendo de las especies y ecosistemas de interés.
Enfoque holístico
Los autores del artículo resaltan la necesidad de que estas opiniones no intentan desacreditar las prácticas actuales de evaluación de riesgos ambientales o los requisitos de pruebas estándar que están estipulados en la legislación regulatoria.
Referencia:
Adam Lillicrap, Ailbhe Macken, Kevin V. Thomas. Recommendations for the inclusion of targeted testing to improve the regulatory environmental risk assessment of veterinary medicines used in aquaculture. Environment International. Volume 85, December 2015, Pages 1–4. doi:10.1016/j.envint.2015.07.019
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0160412015300258