Bogotá, Colombia (@Aunapcolombia).- La arawana plateada que se captura en Colombia simboliza al legendario dragón de la milenaria cultura asiática. Ha sido muy apetecida en el mercado chino y poco a poco se ha ido extendiendo por otros países como Malasia, Indonesia, Filipinas, Singapur, Taiwán, Hong Kong e India, donde un solo individuo puede costar hasta tres dólares.
Esta especie ornamental extraída del medio natural tiene unas medidas especiales de manejo por parte de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap), como son la veda y el establecimiento anual de una cuota de aprovechamiento, que este año se fijó en 700 mil unidades, mientras en el 2016 fue de 625 mil. Es tal su demanda que en ocasiones la cuota se agota, lo que hace necesario cerrar las exportaciones.
La especie es capturada por pescadores artesanales en los ríos Putumayo, Caquetá y Amazonas, pero debido a la sobrepesca que venía presentándose, un grupo de empresarios del Caquetá quisieron mantener este recurso por lo que diseñaron y pusieron en marcha un paquete tecnológico para cultivar arawana en cautiverio.
De esta manera, se formaron empresas como la Asociación de Acuicultores del Caquetá (Acuica), creada en el año de 1995, la cual agrupa a más de 300 pequeños productores que cultivan especies que se encuentran amenazadas, pero con un alto potencial en el mercado extranjero. Así poco a poco se fueron desarrollando procesos de reproducción, cría, cultivo, transferencia de tecnología, comercialización y fomento para proteger estas especies.
Si bien, en la actualidad los procesos de comercialización de peces ornamentales de Acuica se centran en la arawana, a través de empresas exportadoras ubicadas en Bogotá, la asociación también trabaja con especies nativas como las cachamas blanca y negra, sábalo amazónico, bocachico y pirarucú.
“El año pasado Acuica produjo 70.238 larvas de arawana, de las cuales 28 mil se destinaron a fomento con el objeto de incrementar el plantel de reproductores de arawana plateada en la región Amazónica”, comentó Jorge Franco, Director Técnico de Acuica.
La reproducción de la arawana tarda en promedio de 24 a 30 meses, se ofrecen cosechas periódicas entre 30 a 45 días, debido a que no todos maduran en el mismo ciclo.
Al momento de la exportación la larva debe estar entre el estadio 4 y 5, conservando todavía parte de su saco vitelino (reserva alimenticia) debido a que debe ser sometido a un largo periodo de cuarentena y a un viaje aéreo que supera las 30 horas.
Otra de las empresas que también pisa fuerte en el mercado de las especies ornamentales es la caqueteña The Amazon International Trade Zone (AITZ) fundada en el año 2009, pero solo hasta el 2012 realizó la primera exportación de arawana al mercado internacional, gracias a un pie de cría exitoso que permitió reunir la producción mínima exigida para llegar a los países asiáticos.
“La piscicultura ornamental de Caquetá es muy competitiva gracias al recurso hídrico que ostenta el departamento y a las características demográficas de la región que le ha permitido contar con especies endémicas de la amazonía, como es el caso de la arawana y el pirarucú”, señala Carlos Ramírez, gerente de AITZ.
En la actualidad en AITZ el lote total de reproductores de arawana es de 1.210, con este pie de cría la granja tiene capacidad para una producción de 35 mil unidades anuales; adicionalmente hay 700 juveniles que están llegando a la etapa de reproducción, esto incrementará el pie de cría a 1.910 reproductores, así se podría estar aumentando la producción anual en unas 50 mil unidades.
Sin embargo, según lo muestran las estadísticas, el porcentaje de la producción local frente a las exportaciones en el mercado internacional ha variado mucho con el paso de los años. Al inicio del 2012 alrededor del 40 por ciento de la producción anual de arawana de AITZ era exportada a Hong Kong y Singapur; mientras que hoy sólo exporta el 10 por ciento.
Lo anterior debido a la caída que ha sufrido el precio internacional en los últimos tres años, este mercado se ha venido reemplazando por el local que valora a la arawana como una especie ornamental muy apetecida en ciudades como Pereira, Medellín y Cali.
Otra especie que comienza a ser muy solicitada y apetecida en el exterior es el pirarucú, una especie endémica del Amazonas que sirve como ornamental y también para consumo; y justamente desde el 2015 AITZ es la única empresa en el país que tiene permiso Cites para su exportación.
“El pirarucú es muy apetecido para el engorde y producción de carne de consumo ya que es considerado un plato gourmet en el exterior y en este momento nos encontramos haciendo gestiones ante el Invima para poder exportar filetes hacía Estados Unidos y España”, señala Ramírez de AITZ.
La especie se vende a unos nueve dólares por individuo y el promedio anual de producción es de 10 mil unidades anuales, sin embargo, se ha venido incrementando gradualmente con el paso del tiempo, por ejemplo, este año la producción en las granjas va cerrando en 17.130 alevinos.
El mayor reto para estas empresas es continuar incursionando en la investigación de estas especies y paralelo realizar una producción con todos los estándares de calidad que permitan conservar la especie por muchos más años.