Las algas marinas, esos extensos y diversos ecosistemas que tapizan nuestras costas, son mucho más que simples plantas acuáticas. El informe «The State of the World’s Seaweeds 2025» revela que estos organismos son una parte vital de nuestro planeta, formando hábitats de los que dependen tanto animales como personas. Representan los hábitats marinos vegetados más grandes del planeta, superando con creces a los pastos marinos, arrecifes de coral, manglares y marismas juntos. Su rol es fundamental para el funcionamiento de los ecosistemas marinos globales, la seguridad alimentaria y el sustento de millones de personas. Este nuevo y exhaustivo informe, elaborado por destacados científicos, nos ofrece una visión actualizada de su situación, identificando tanto su inmenso valor –con importantes roles en la lucha contra la crisis climática, la contaminación por plásticos y el hambre mundial– como las crecientes amenazas que enfrentan, a pesar de ser a menudo subestimadas.
Los autores del informe argumentan que esta percepción necesita cambiar urgentemente. Este documento surge de la imperiosa necesidad de proteger estos ecosistemas ante la triple crisis planetaria: cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad. A pesar de su importancia, las algas rojas, verdes y pardas, y los hábitats que conforman, a menudo son pasadas por alto en las políticas de conservación y gestión ambiental. El informe busca cerrar esta brecha, sentando las bases para una «Revolución de las Algas» que asegure su futuro.
La Dra. Sophie Corrigan, autora principal del informe, enfatiza que se necesita «acción urgente» para evaluar completamente cuán amenazadas están las algas, y que se requiere un esfuerzo global para ayudar a salvarlas. «Las algas a veces tienen una reputación un poco negativa como cosas viscosas y desagradables, pero son realmente hermosas e importantes», explica Sophie. «La alimentación, las medicinas e incluso la industria cosmética dependen de las algas por las propiedades que pueden ofrecer. Todavía no nos hemos dado cuenta del pleno potencial de las algas y sus usos».
Un universo de diversidad: Conociendo el mundo de las algas marinas
Las algas marinas son un grupo diverso de macroalgas que han habitado la Tierra durante más de mil millones de años. Con ancestros de las algas rojas que datan de hace 1.6 mil millones de años, siendo algunos de los organismos multicelulares más antiguos conocidos, seguidos posteriormente por las especies de algas verdes y pardas. El informe destaca esta asombrosa diversidad y extensión. Con más de 12,277 especies descritas hasta la fecha, y una estimación que podría alcanzar las 24,000, su variedad es inmensa. Esta riqueza biológica se enfrenta al desafío de la «diversidad críptica» –especies que parecen idénticas pero son genéticamente distintas– y a la escasez de taxónomos especializados. «No hay muchos científicos que estudien la taxonomía de las algas, y también hay muchas algas de difícil acceso», explica la Dra. Corrigan. «Creemos que probablemente hay muchas especies endémicas en áreas que aún no hemos explorado, especialmente en las profundidades de nuestros océanos».
Por su parte, la Profesora Juliet Brodie, experta en algas y coautora del informe, añade que «las algas son extraordinarias» y necesitan más investigación para ser comprendidas. «Este es uno de los momentos más desafiantes para las algas, pero también uno de los más emocionantes para los científicos», agrega Juliet. «Estamos en una nueva era de descubrimiento, pero mucho de ello está desapareciendo antes de que realmente podamos estudiarlo. El informe ‘The State of the World’s Seaweeds’ reúne nuestro conocimiento colectivo, pero también destaca lo que no sabemos».
Distribución global y los principales hábitats algales
Habiendo estado presentes durante tanto tiempo, son una parte integral de los ecosistemas de la Tierra. Cubriendo colectivamente un área casi del tamaño de Australia, forman los hábitats marinos vegetados más grandes del planeta, de los que dependen muchas otras especies. Las algas marinas se encuentran en todos los océanos del mundo, desde los polos hasta los trópicos, y los principales hábitats que forman, ordenados por su cobertura estimada, incluyen:
- Praderas de rodolitos: Formadas por algas rojas calcáreas no adheridas, son el hábitat algal más extenso, cubriendo unos 4.12 millones de km².
- Bosques de fucoides: Dominados por algas pardas intermareales y submareales someras, abarcan más de 2.5 millones de km².
- Bosques de kelp: Impresionantes estructuras subacuáticas formadas por grandes algas pardas, cubren aproximadamente 1.47 millones de km².
- Algas coralinas incrustantes: Adheridas a sustratos duros, juegan un papel crucial en la formación de arrecifes.
- Praderas de Halimeda: Algas verdes calcáreas que forman praderas y montículos sedimentarios en aguas tropicales y subtropicales.
- Céspedes de algas (turfs): Comunidades densas y bajas de pequeñas algas filamentosas.
- Comunidades de aguas profundas: «Sabemos de hábitats de algas de aguas profundas que se extienden hasta 200 metros bajo la superficie del agua frente a las Bermudas y en el Golfo de México«, añade la Profesora Brodie. «Debe haber otros hábitats como este en todo el mundo, pero como son difíciles de estudiar, no los conocemos«.
- Algas pelágicas flotantes: Como las enormes balsas de Sargassum.
- Algas cultivadas: Aunque artificiales, estas densas monoculturas son cada vez más extensas.
Es crucial destacar que estos hábitats a menudo coexisten e interactúan. Las algas rojas calcificadas, por ejemplo, cementan los corales y permiten la formación de arrecifes extraordinariamente diversos.
La importancia multifacética de las algas marinas: Más allá del verdor
El informe subraya la contribución de las algas marinas a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sus servicios ecosistémicos se clasifican en cuatro categorías principales: de soporte, regulación, provisión y culturales.
Soporte a la biodiversidad y pesquerías
Las algas son ingenieras ecosistémicas, creando refugio, alimento y zonas de cría para una inmensa variedad de especies, incluyendo muchas de importancia comercial. Solo un kilómetro cuadrado de bosque de kelp, por ejemplo, se estima que sustenta peces que colectivamente pesan casi 240,000 kilogramos. Se estima que una hectárea de bosque de kelp puede producir anualmente casi 2400 kg de biomasa de peces, con un valor de cosecha de unos 29,900 USD.
Regulación climática y calidad del agua
Las algas también juegan un papel significativo en la limpieza de nuestro mundo. Con su extensa cobertura y alta productividad, tienen un papel crucial en el ciclo del carbono. Absorben dióxido de carbono a una tasa mucho mayor que las plantas terrestres y pueden ayudar a absorber la contaminación de los océanos. Se estima que las praderas de algas podrían secuestrar globalmente unos 175 millones de toneladas de carbono al año.
Provisión de alimentos, materias primas y oportunidades económicas
Hoy, la industria global de algas marinas, valorada en unos 17 mil millones de USD y dominada en un 97% por la acuicultura, está en auge. Se utilizan para alimentación humana y animal, fertilizantes, farmacéutica, cosmética, y emergen como alternativas al plástico y para la construcción.
Servicios culturales y empoderamiento
Las algas marinas están intrínsecamente ligadas a la identidad cultural y sustento de muchas comunidades costeras e indígenas. La industria también es un motor de empoderamiento, especialmente para mujeres en países en desarrollo.
Un ecosistema amenazado: Retos para la supervivencia de las algas
El informe es claro: las algas marinas enfrentan múltiples amenazas, exacerbadas por la crisis climática. El cambio climático, la contaminación y la sobreexplotación están llevando a las algas hacia sus límites, pero los esfuerzos de conservación son escasos. Desafortunadamente, las algas están actualmente bajo presión por todos lados.
La crisis climática como principal amenaza
El cambio climático es la mayor amenaza que enfrentan, ya que afecta a los océanos de diversas maneras. «Las temperaturas más altas, las olas de calor marinas y la acidificación oceánica están haciendo que partes del océano no sean aptas para que vivan las algas», explica la Dra. Corrigan. «Si bien algunas algas pueden sobrevivir trasladándose a áreas más frías, muchas no lo harán. Los bosques de kelp, que sustentan gran parte de nuestra biodiversidad marina en regiones templadas, perderán una cantidad significativa de su hábitat para finales de siglo». El cambio climático también facilita la propagación de enfermedades y especies invasoras, multiplicando su impacto.
Presiones antropogénicas directas
- Sobreexplotación: La cosecha intensiva, especialmente de especies de crecimiento lento como los rodolitos, puede ser devastadora.
- Métodos de pesca destructivos y sobrepesca: El arrastre de fondo daña los hábitats, mientras que la sobrepesca elimina depredadores de herbívoros como los erizos, permitiendo que estos sobrepastoreen las praderas de algas.
- Contaminación y desarrollo costero: Nutrientes, aguas residuales, metales pesados y sedimentos degradan la calidad del agua. La contaminación también es un problema, ya que puede asfixiar a las algas de crecimiento lento.
- Pestes y enfermedades: Particularmente en la acuicultura.
- Especies invasoras no nativas: Compiten y alteran los hábitats nativos.
Hacia la conservación y restauración: El camino a seguir y el papel de la ciencia
Revertir la disminución actual de las algas no es tarea fácil, especialmente porque hay mucho que los científicos aún no comprenden sobre estos organismos. De unas 24,000 especies estimadas, solo se han descrito 12,000.
Deficiencias en el conocimiento y la protección actual
A pesar de su importancia, las algas carecen de protección adecuada. Incluso cuando las algas son bien conocidas, las protecciones son limitadas. Los bosques de kelp se encuentran entre los hábitats de algas mejor estudiados, pero solo el 16% se encuentra en un área protegida y apenas el 1.6% en regiones con las protecciones más estrictas. Para otros hábitats de algas, el nivel de protección es desconocido, pero probablemente mínimo.
«Si bien el interés en los bosques de kelp está aumentando justificadamente, otras algas han quedado rezagadas», dice la Dra. Corrigan. «Esto es algo que queremos cambiar, y esperamos que las algas se beneficien de la iniciativa 30×30 a medida que se creen o expandan más áreas protegidas en los próximos años».
Avances y desafíos en la restauración
La restauración se ha centrado en bosques de kelp, con iniciativas como la Kelp Forest Alliance (KFA) y su «Kelp Forest Challenge» buscando proteger y restaurar 4 millones de hectáreas para 2040. Los métodos incluyen control de herbívoros, trasplante, siembra y arrecifes artificiales.
Asegurando un futuro sostenible: La «Revolución de las Algas» (Seaweed Breakthrough)
El informe culmina con una llamada a la acción y la presentación de la iniciativa «Seaweed Breakthrough». Esta iniciativa busca catalizar la acción global para conservar, restaurar y gestionar sosteniblemente los ecosistemas de algas. «Salvaguardar el futuro de las algas requerirá un movimiento global para unir a gobiernos, investigadores, industrias, organizaciones benéficas, Pueblos Indígenas y comunidades locales en la protección de las algas. Este informe es el primer paso en ese proceso», afirma la Dra. Corrigan.
Los autores del estudio han delineado cuatro objetivos de alto nivel para 2030: detener la pérdida, proteger y conservar el 30%, restaurar millones de hectáreas y asegurar inversión financiera. Estos objetivos, para los cuales el informe «The State of the World’s Seaweeds» proporcionará la evidencia fundamental, se incluirán en el «Seaweed Breakthrough» que se lanzará en la Conferencia de los Océanos de la ONU en junio, dando a estos organismos la mejor oportunidad de supervivencia.
Implicaciones para la acuicultura
Para el sector acuícola, este informe es crucial. La salud de las poblaciones silvestres es fundamental para la industria, ya sea para cosecha directa o como fuente de material genético. La acuicultura de algas no solo provee alimentos y materias primas, sino que también puede contribuir a la restauración y conservación. Sin embargo, la industria enfrenta retos como la bioseguridad y la necesidad de diversidad genética.
Conclusión: Un llamado a la acción por nuestros océanos y nuestro futuro
«The State of the World’s Seaweeds 2025» es un testimonio de la extraordinaria importancia de estos ecosistemas y de la urgente necesidad de actuar. Desde su papel en la regulación climática y el soporte a la biodiversidad, hasta su creciente relevancia en la seguridad alimentaria y la bioeconomía, las algas marinas son un pilar para la salud del planeta y el bienestar humano.
El informe identifica brechas de conocimiento críticas. Pero también ofrece esperanza, destacando los avances científicos y las iniciativas colaborativas. Para el sector acuícola, el mensaje es claro: un futuro próspero y sostenible está indisolublemente ligado a la conservación de las praderas marinas silvestres. Proteger y valorar las algas marinas es una inversión en nuestra propia resiliencia y prosperidad.
Contacto
Prof Juliet Brodie
PhD Researcher
Natural History Museum, London
Email: j.brodie@nhm.ac.uk
Phone: 00 44 (0)207 942 5910
Referencia (acceso abierto)
Corrigan, S., Cottier-Cook, E.J., Lim, P.-E. & Brodie, J., 2025. The state of the world’s seaweeds. Natural History Museum, London. doi.org/10.5519/4ln9oqk7.
Editor de la revista digital AquaHoy. Biólogo Acuicultor titulado por la Universidad Nacional del Santa (UNS) y Máster en Gestión de la Ciencia y la Innovación por la Universidad Politécnica de Valencia, con diplomados en Innovación Empresarial y Gestión de la Innovación. Posee amplia experiencia en el sector acuícola y pesquero, habiendo liderado la Unidad de Innovación en Pesca del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA). Ha sido consultor senior en vigilancia tecnológica, formulador y asesor de proyectos de innovación, y docente en la UNS. Es miembro del Colegio de Biólogos del Perú y ha sido reconocido por la World Aquaculture Society (WAS) en 2016 por su aporte a la acuicultura.
