Mª José Sánchez-Muros Lozano, Universidad de Almería; Dmitri Fabrikov, Universidad de Almería; Fernando García Barroso, Universidad de Almería; María del Carmen Vargas García, Universidad de Almería, and María Rodríguez Rodríguez, Universidad de Almería
A día de hoy la acuicultura es dependiente de la harina de pescado y de la harina de soja. Ambas son recursos finitos, con graves problemas medioambientales y económicamente poco sostenibles. Esta situación empeora cada año, ya que estos recursos han rebasado su límite de explotación. A pesar de ello, su demanda continúa incrementándose.
Desde hace muchos años se están estudiando fuentes alternativas de proteína procedente de recursos locales y subproductos de la ganadería y la agricultura. El crecimiento de la población mundial, el aumento de la demanda de alimentos y los problemas ambientales hacen que esas fuentes de proteína alternativas, además de ser nutritivas, económicas y medioambientalmente sostenibles, deban producirse en miles de toneladas.
Los insectos podrían cumplir están condiciones. Su cultivo es más sostenible que el de otros alimentos y, además, su producción se integra en el concepto de economía circular.
Valor nutritivo de los insectos para los peces
Actualmente se está estudiando la inclusión de los insectos en piensos para pescado y los resultados que se van obteniendo son prometedores. Sin embargo, el número de factores que aportan diversidad a estos estudios es tan amplio –especies de insectos con diferentes estadios de desarrollo y por consiguiente con valor nutritivo diferente; especies de peces con características fisiológicas y requerimientos nutritivos diferentes– que, a pesar de que la investigación progresa, no se puede calificar su avance como significativo.
Hasta ahora se sabe que tienen un elevado porcentaje de proteína. Por ejemplo, la larva del gusano de la harina (Tenebrio molitor) tiene entre un 14 y un 25 % de proteína y las termitas entre un 13 y un 29 %, valores similares a los niveles de la carne de vacuno con un 17,37 % o del pollo con un 17,44 %, aunque menores que la harina de pescado, con un 65 %.
Los insectos muestran, además, un buen balance de aminoácidos esenciales y no esenciales, aunque resultan deficientes en lisina y triptófano, y limitantes para la treoninina y los aminoácidos sulfurados.
Respecto a las grasas, se ha observado que su calidad difiere enormemente de la grasa de la harina de pescado, si bien los estudios confirman que esta puede ser parcialmente sustituida por grasas más ricas en ácidos grasos altamente insaturados a lo largo de su cría. Como alimentos funcionales, se sabe que aportan quitina, que tiene efecto prebiótico, así como péptidos bioactivos.
En general, los estudios han mostrado que una sustitución a la harina de pescado alrededor del 30 % no afecta a los rendimientos en acuicultura, aunque las condiciones son muy variables, y los resultados también. Sin embargo, cuando la sustitución de la harina de pescado por harina de insecto supera el 50 %, la producción y calidad de los peces suele disminuir.
Los insectos más estudiados como ingredientes en piensos para peces son la mosca Hermetia illucens y el gusano Tenebrio molitor. Siendo la trucha, la carpa, la lubina, la dorada, la tenca, la tilapia, el pez gato y el salmón las especies de peces más utilizadas.
¿Por qué no funciona una alta proporción de harina de insectos?
Si esta cuestión se pudiera responde fácilmente, estaría solucionada la sostenibilidad de la alimentación en la acuicultura. Sin embargo, es uno de los principales campos de estudio de esta materia. Actualmente se sugieren las siguientes razones:
- Desbalance de nutrientes respecto a la harina de pescado: principalmente la deficiencia en aminoácidos esenciales y el bajo contenido en ácidos grasos altamente insaturados n-3.
- Presencia de exoesqueleto formado por quitina, escleroproteína y lípidos. Hoy por hoy se cuestiona la capacidad de asimilarlo por los peces.
- El procesado al que son sometidos los insectos desde su cría hasta la preparación de la harina, ya que su valor nutritivo varía en función de los tratamientos (sacrificio, temperatura de secado, tipo de secado, modo de conservación, etc.).
Beneficios de los insectos en acuicultura
En los últimos años, debido al deterioro medioambiental que ha sufrido el planeta, hacer sostenible cualquier producción o actividad es fundamental para preservar el medioambiente.
Lamentablemente, la acuicultura es una de las producciones animales más insostenibles, ya que la alimentación de los peces requiere unas capturas pesqueras crecientes que aporten la harina y aceite de pescado.
Si los insectos son criados en sistemas de producción de bajo impacto ambiental, con materias primas que no compitan con la alimentación del ser humano y su valor nutritivo es optimizado mediante la cría y procesado de sus harinas, podrían ayudar a mejorar la sostenibilidad de las producciones acuícolas.
Mª José Sánchez-Muros Lozano, Catedrática de área de Producción Animal. Dpto Biología y Geología, Universidad de Almería; Dmitri Fabrikov, Contratado predoctoral, Universidad de Almería; Fernando García Barroso, Profesor titular del Área de Zoología, Universidad de Almería; María del Carmen Vargas García, Profesora Titular de Microbiología, Universidad de Almería, and María Rodríguez Rodríguez, Becaria FPI. Dpto Biología y Geología, Universidad de Almería
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.