En todo el mundo se vienen impulsando esfuerzos para la restauración de los ecosistemas de los arrecifes marinos; sin embargo, muchos de estos esfuerzos terminan fracasando debido a que no se realizaron en la escala requerida.
Para lograr escalas efectivas, los conocimientos científicos en los métodos de restauración deben combinarse con enfoques basados en la industria, utilizados para el desarrollo de infraestructura.
Los investigadores del Delft University of Technology, Royal Netherlands Institute for Sea Research (NIOZ), Utrecht University y de la HZ University of Applied Sciences publicaron un estudio en donde describen cinco principios de cómo los contratistas marinos en la ejecución de proyectos a gran escala pueden apoyar la restauración de arrecifes de coral.
Según los investigadores los principios son:
- Utilizar técnicas industriales para lograr un impacto positivo a escala,
- Infraestructura de paisajismo para optimizar el hábitat de las especies objetivo,
- Inducir a la vida a superar los cuellos de botella de la conectividad y dirigir la composición de la comunidad,
- Diseñar los esfuerzos de desarrollo de la naturaleza para que sean autosostenibles, y
- Garantizar la continuidad más allá de los límites del proyecto mediante la participación temprana de las partes interesadas.
Principio I: Utilizar técnicas basadas en la industria
Según cita el estudio, las actuales prácticas de restauración son frecuentemente pequeñas en la perspectiva para combatir las extensas amenazas antropogénicas que causan la pérdida de hábitat.
En este sentido, los investigadores destacan que existe una necesidad urgente de pasar a soluciones rentables que puedan implementarse a escala de kilómetros o más. Estas soluciones innovadoras pueden tomarse prestadas de las industrias que ya han descubierto la economía de escala.
Por ejemplo, los sitios de restauración pequeños y aislados tendrán menos diversidad genética, lo que resultará en una resiliencia reducida. La conectividad con los ecosistemas remanentes, a través de la proximidad, permite el intercambio de especies y genes, lo que puede resultar en una mayor biodiversidad y resiliencia de las áreas restauradas.
En este sentido, para que las prácticas de restauración sean ecológicamente exitosas y rentables, las intervenciones deben ejecutarse a una escala lo suficientemente grande.
Principio II: Optimizar la infraestructura marina como hábitat
La restauración de los ecosistemas de los arrecifes frecuentemente se da a través de la instalación de estructuras artificiales, para proveer un sustrato duro en una variedad de formas tridimensionales para promover la biodiversidad.
Estás estructuras están hechas a medida para un sistema local y se dirigen a grupos de especies específicas, como los corales o los peces.
A menudo, el hormigón se utiliza como material de construcción principal. Las desventajas de usar concreto incluye su toxicidad, debido a que los morteros de cemento a menudo filtran trazas de metales con el tiempo y las emisiones de dióxido de carbono durante su proceso de fabricación.
Además de restaurar el hábitat mediante la adición consciente de estructuras de arrecifes artificiales, también se debe considerar lograr los impactos deseados mediante la optimización de la infraestructura marina nueva o existente.
Este paisajismo podría cumplir objetivos de restauración similares, ya sea a una escala mucho mayor, incluso utilizando los mismos materiales adicionales o solo materiales marginales.
Las obras de construcción marina, como los rompeolas costeros, los muros de los muelles en los puertos y la protección contra la socavación en los parques eólicos marinos, ya proporcionan de forma inherente un hábitat artificial.
Principio III: Poner en marcha y dirigir la composición de la comunidad
Cualquier estructura marina recién construida proporciona un hábitat de sustrato duro y es propensa a ser colonizada por organismos marinos.
De acuerdo con los investigadores, el desarrollo de la comunidad béntica en una nueva estructura puede orientarse en la dirección deseada, no solo mediante la optimización de las condiciones del hábitat, sino también mediante la incorporación proactiva de especies objetivo.
Principio IV: Apoyar la autosuficiencia
Si se necesitan intervenciones para iniciar la recuperación, lo ideal sería lograr un ecosistema autorregulador y autosostenible sin la necesidad de una futura intervención humana para dirigir aún más los resultados de la restauración. Este objetivo del denominado “rewilding” de un sistema, tiene beneficios tanto económicos como ecológicos.
Si el sistema objetivo se vuelve autosuficiente, ya no se necesitan intervenciones costosas. La autosuficiencia también indica buena salud, siendo el ecosistema capaz de mantener su estructura y función a lo largo del tiempo frente a estresores externos.
Principio V: Garantizar la continuidad mediante para participación de las partes interesadas
Los plazos para la restauración ecológica rara vez coinciden con los plazos de la construcción marina y los proyectos de restauración activa. Sin embargo, alcanzar los objetivos generales de restauración a largo plazo puede requerir más tiempo del previsto para las medidas iniciadas, y es probable que sea necesario continuar con las actividades.
Además, los esfuerzos de restauración deben monitorearse durante un período de 15 a 20 años, para permitir una evaluación sólida de si se ha alcanzado la recuperación del ecosistema y sus funciones y servicios asociados.
En este sentido, la continuación de las actividades de restauración y su evaluación requiere la participación de socios locales que estén dispuestos a asumir la responsabilidad más allá de la fase de inicio.
Los investigadores destacan que la participación temprana es importante para garantizar que los socios se apropien de las actividades, y para garantizar que haya suficientes recursos para continuar con el monitoreo y el mantenimiento después de que se haya puesto en marcha el trabajo.
Conclusión
La rápida declinación de los ecosistemas de los arrecifes requiere un cambio de las prácticas de restauración actuales, y el desarrollo de nuevos enfoques.
“Los cinco principios de oro presentados en este estudio muestra cómo incluir la experiencia de los socios de la industria para promover una efectiva restauración de los arrecifes marinos”, concluyen los investigadores.
Referencia (acceso abierto):
ter Hofstede, R., Bouma, T. J., & van Koningsveld, M. 2023. Five golden principles to advance marine reef restoration by linking science and industry. Frontiers in Marine Science, 10, 860.