Natal, Brasil – En los últimos años, la carcinicultura brasileña viene ocupando nuevos espacios y generando otras perspectivas para la producción de camarones.
El desarrollo de nuevas formas productivas y el aumento de la demanda nacional son algunos de los principales factores que explican el crecimiento de la carcinicultura. Diversos proyectos académicos vienen siendo implementados para el desarrollo seguro y rentable del cultivo de camarones en Brasil.
El proyecto PROAQUA: utilização, aplicação e mercado para o camarão cultivado, realizado en la Escola Agrícola de Jundiaí (EAJ-UFRN), surge como un contribuidor y diseminador de conocimientos en el área de la carcinicultura.
PROAQUA se presenta como estimulador de consumidores y productores, buscando mostrar el potencial productivo que la actividad económica posee.
Coordinador por el profesor Rodrigo Antonio P. de L. F. de Carvalho, el proyecto inició en junio de 2020 y cuenta con la participación de profesores, técnicos y los participantes del curso Técnico en Acuicultura, proporcionando la oportunidad de actuar activamente en la diseminación de las informaciones.
El profesor Rodrigo acreditó que, a pesar del crecimiento de la producción y de la comercialización del camarón, algunas informaciones no llegan a los consumidores de manera calificada y esta sospecha se hizo más evidente con el crecimiento en la comercialización del camarón directamente a los consumidores durante la pandemia de coronavirus.
“Hemos visto vidas, divulgaciones y anuncios, pero aún necesitamos aclarar algunos aspectos y transmitir nueva información, a la que tenemos acceso, con calidad y que ayudan a promover el camarón” dijo.
PROAQUA trabaja a través de tres tareas principales, diseñadas para mejorar el desempeño del proyecto como actividad informativa. Las tareas se dividen en A, B y C, y están separadas por sectores de consumo: utilización, aplicación y mercado.
La Tarea A – Utilización: está relacionada con la adición de valor y calidad del camarón, apuntando al mejor uso posible del producto.
La Tarea B – Aplicación: busca presentar los beneficios y riesgos que conlleva la ingesta de camarones, además de buscar esclarecer los mitos creados sobre las alergias y problemas de salud relacionados con el camarón.
La Tarea C – Mercado: propone un estudio más profundo, a través de la investigación, para comprender el hábito del consumidor de camarón, como las preferencias de tamaño y la frecuencia de consumo.
La información investigada y recopilada, que es de interés para el público consumidor, según presenta el proyecto, serán divulgadas para llegar a cada vez más personas.
Debido a la pandemia del coronavirus, todas las actividades del proyecto se están realizando a través de medios digitales y de forma remota, a través de publicaciones en redes sociales.
El coordinador del proyecto afirmó que es el momento de aprovechar el mayor uso del mundo digital para difundir los conocimientos que presenta el proyecto.
“Aprovechar este momento, que la gente está muy en sintonía con los medios electrónicos, para transmitir esta información” resaltó.
A pesar de las ventajas que brinda el mundo digital, el profesor Rodrigo reconoce que existen dificultades para que el proyecto consiga efectuar su papel, en cuanto a las actividades de extensión, como la ausencia de consumidores en las redes sociales. No obstante, ve con esperanza las ideas pensadas para la realización en el futuro del proyecto.
“Creemos que las redes sociales lo son todo y que podremos llegar a todos, pero no del todo. No llega a todos. Es nuestra idea, también, para que no sea solo virtual, es crear un pequeño manual con toda esta información. Sobre agregar valor, aspectos de calidad, consejos de aplicación. Para dejar algo físico en manos de los comerciantes y los consumidores” comentó.
Rodrigo reconoce que, en función de las dificultades que trajo la pandemia, el proyecto aún no ha alcanzado todos sus objetivos y se renovará en 2021. Sin embargo, aun reconociendo las dificultades enfrentadas en el período pandémico, espera un futuro concreto y productivo para PROAQUA.
Fuente: Universidade Federal do Rio Grande do Norte