A pesar del potencial de la acuacultura para alimentar a una población mundial en crecimiento y, al mismo tiempo, aliviar la presión sobre los océanos que se encuentran agotados, la industria viene siendo cuestionada por sus impactos ambientales.
Pero a lo largo de los años, la industria acuícola ha logrado avances significativos hacia la sostenibilidad, según un nuevo análisis liderado por Stanford.
Sin embargo, destaca el estudio, que para que el sector de la acuicultura cumpla plenamente su promesa de sostenibilidad, se necesitan medidas de supervisión más efectivas para ayudar a garantizar que los sistemas ambientalmente racionales son económicamente viables.
Los hallazgos del estudio, publicado en el la revista Nature, podrían ayudar a orientar la forma en que los consumidores piensan sobre los pescados y mariscos que compran, e informar las estrategias de gobernanza críticas para la seguridad alimentaria y nutrición mundial.
“A medida que la demanda de pescados y mariscos en todo el mundo continúa expandiéndose, la acuicultura seguirá creciendo” dijo la autora principal del estudio, Rosamind Naylor, profesora William Wrigley de la Earth System Science en la School of Earth, Energy & Environmental Sciences (Stanford Earth) de Stanford.
“Si no lo hacemos bien, corremos el riesgo de los mismos problemas que hemos vistos en los sistemas agrícolas y ganaderos terrestres: contaminación por nutrientes, uso excesivo de antibióticos y cambios en el hábitat que amenazan la biodiversidad”.
Estudio que generó controversia
Hace veinte años, Naylor dirigió un estudio que generó controversia al decir que los peces y mariscos de cultivo, en algunos casos, aumentaron la presión a la pesca oceánica, en lugar de aliviarla, debido a que las especies carnívoras criadas en las granjas requieren grandes cantidades de pescados silvestres para alimentarse.
El artículo provocó una serie de noticias e investigaciones académicas que cuestionaban si la acuicultura era más un problema ambiental que una solución.
Los grupos ambientalistas aplaudieron el enfoque del estudio en los impactos de la acuicultura sobre los ecosistemas marinos, mientras que la industria acuícola puntualizó avances que fueron ignorados en gran medida, como las mejoras continuas en la nutrición de los peces.
Desde entonces, el volumen de la producción de la acuacultura mundial se ha triplicado.
En el nuevo informe, especialistas en acuicultura y científica de Asia, Europa, América del Sur y EE.UU evaluaron el estado de la industria sintetizando cientos de estudios realizados durante las últimas dos décadas sobre temas que van desde el desarrollo de la cadena de valor en la acuicultura de agua dulce al uso de peces silvestres en alimentos balanceados hasta el desafío de la comercialización de las algas.
Su análisis consideró desafíos e incertidumbre claves, como el impacto del cambio climático en la industria, la adopción de programas de certificación de pescados y mariscos sostenibles y la capacidad de los productores de mariscos y algas para beneficiarse de los servicios ecosistémicos, cómo la captura de carbono.
Hallazgos del estudio
– La acuicultura en agua dulce, compuesta por casi 150 especies de peces, mariscos y plantas, representa el 75% de los alimentos acuáticos consumidos directamente por los humanos.
“La mayor parte de la acuicultura se orienta a pescados que las personas pueden consumir, y la mayor parte de la crianza de animales acuáticos se da en los países asiáticos y se queda en estos países” manifestó el coautor David Little, profesor en el Institute for Aquaculture de la University of Stirling.
“Está teniendo un impacto importante en la seguridad alimentaria y los medios de vida rurales” dijo.
Otras regiones, incluida África, se están beneficiando cada vez más de la introducción de la acuicultura en agua dulce. Pero mientras que las pequeñas granjas de agua dulce están aumentando en todo el mundo, hay poca supervisión de sus prácticas.
Los investigadores también encontraron que la producción de camarones, salmón y otros peces marinos de alto valor, aumentan rápidamente, lo que contribuyó a un aumento significativo en la proporción de la harina y aceite de pescado utilizados por la acuicultura en el ámbito mundial.
No obstante, la relación entre el empleo de peces silvestres, a través de los alimentos balanceados, y la producción de peces mediante la acuicultura se ha reducido en casi siete veces desde 1997.
“Hemos tenido éxito en convertir los peces carnívoros, como salmón y trucha, en vegetarianos” dijo el co-autor del estudio Ronald Hardy del Aquaculture Research Institute en la University of Idaho.
En el estudio, los investigadores piden una mejor gestión del uso de antimicrobianos en la piscicultura para limitar el desarrollo de microbios resistentes a los medicamentos que amenazan tanto a los peces como a la salud humana, y la regulación de los sitios de las granjas marinas.
Ellos también recomendaron incentivos para sistemas diseñados de manera sostenible para prevenir la contaminación cruzada entre los desechos de los peces y las aguas circundantes, y un enfoque de sistemas alimentarios para la gobernanza que considera la nutrición, la equidad, la justicia y los resultados y compensaciones ambientales en tierra y el mar.
“Cuando se hace bien, la acuacultura puede desempeñar un papel sustentador en los sistemas alimentarios globales al proporcionar una mayor producción de alimentos y beneficios para los medios de vida con relativamente mínimo daño ambiental” dijo el coautor del estudio Dane Klinger, director de acuicultura en Conservation International y graduado de doctorado del Emmett Interdisciplinary Program in Environment and Resources de Stanford.
“Esta evaluación ayudará a la industria, el gobierno y otras partes interesadas a aprovechar y superar los obstáculos que quedan por delante.
Los investigadores compartirán las observaciones de su análisis en un seminario el 30 de marzo. https://thebigfishseries.stir.ac.uk/seminar-3/
Revisión retrospectiva de los últimos 20 años de la acuicultura mundial
La revisión cubre las tendencias mundiales de la acuicultura durante los últimos 20 años. Los investigadores destacan que tres modelos de desarrollo de acuicultura han caracterizado al sector:
a) Crecimiento continuo en volumen y cadenas de valor de la acuicultura de agua dulce;
b) Avances en la nutrición de los peces, la genética y los tipos alternativos de alimentos balanceados para reducir el uso de pescado silvestre en los piensos;
c) Expansión del cultivo de bivalvos y macroalgas, con el potencial de proveer un amplio rango de alimentos, insumos para la industria y servicios ecosistémicos.
Desafíos para la acuacultura
Los investigadores destacan que en los últimos 20 años, las tendencias en la producción y desempeño ambiental de la acuicultura han sido positivas.
Sin embargo, los desafíos para la industria aún persisten, entre los cuales se incluyen los efectos de los patógenos, parásitos y pestes, la contaminación, floraciones de algas peligrosas (mareas rojas) y el cambio climático.
“La industria de la acuacultura se ha vuelto vulnerable a estos estresores debido a su rápida expansión, su dependencia en su entorno, y los cambios en el mundo en los cuales todos los sistemas alimentarios operan” citan los investigadores.
Respuesta a los desafíos
Según los autores del estudio, se ha prestado mayor atención a la gestión basada en los ecosistemas, el diseño de sistemas y las nuevas formas de gobernanza de los sectores públicos y privados para gestionar los riesgos biológicos y climáticos, y para fomentar la producción acuícola sostenible.
“La acuicultura integrada multitrófica ha mostrado una alta capacidad de biorremediación en China, pero ha demostrado un éxito comercial limitado a nivel mundial a pesar del considerable interés de investigación” citan.
Ellos destacan que los sistemas de recirculación en acuicultura y la acuicultura en mar abierto tienen un potencial de crecimiento muy promisorio.
Contacto:
Rosamond Naylor, Stanford School of Earth, Energy & Environmental Sciences: roz@stanford.edu
Rob Jordan, Stanford Woods Institute for the Environment: (650) 721-1881; rjordan@stanford.edu
Referencia (acceso abierto):
Naylor, R.L., Hardy, R.W., Buschmann, A.H. et al. A 20-year retrospective review of global aquaculture. Nature 591, 551–563 (2021). https://doi.org/10.1038/s41586-021-03308-6