Sidney, Australia.- Un estudio concluye que la prevención y control de OsHV-1 en C. gigas requerirá múltiples intervenciones. OsHV-1 en la ostra del Pacífico es un modelo informativo cuando se consideran las relaciones huésped-herpesvirus.
Los herpesvirus son reconocidos patógenos que afectan a humanos, animales terrestres y aves. La característica común incluye el establecimiento de infecciones latentes por prolongados períodos que pueden ser reactivados.
La reciente aparición de microvariantes de Ostreid herpesvirus 1 (OsHV-1) en epizootias en la ostras del Pacífico Crassostrea gigas ha resultado en pérdidas significativas en Europa, Nueva Zelanda y Australia. Esto ha estimulado la investigación que ha permitido conocer que OsHV-1 puede permanecer viable por al menos una semana en tejido seco de ostras infectadas. Además, el virus puede adherirse a las partículas, diseminarse indirectamente entre los huéspedes en el plancton y ser filtrado/ingerido en vez de transmitirse directamente entre los huéspedes.
La fuente de OsHV-1 en las epizootias europeas probablemente incluye a la industria de la ostra, específicamente los movimientos no regulados de semilla subclinicamente infectados de C. gigas. Dentro de la industria francesa, la infección de la OsHV-1 uVar fue diseminada entre lotes de semilla provenientes de productores franceses. De forma similar, en Nueva Zelanda, el OsHV-1 fue diseminado debido a los modelos de movimiento de la industria y la falta de prácticas de bioseguridad.
No existe información sobre cómo o de donde emergió OsHV-1 en Nueva Zelanda, y probablemente en Australia, los eventos de mortalidades masivas causadas por microvariantes de OsHV-1 eran desconocidas previo al año 2010. Las observaciones epidemiológicas en Australia sugieren que las fuentes de los virus no tenían como origen a la industria de las ostras. {mprestriction ids=»*»}
Conocer la fuente de un virus y los medios por los cuales se transmite es importante debido a que puede influir la forma en que una enfermedad puede ser prevenida o controlada. Por ejemplo, la certificación de los hatcheries previo al transporte de la semilla puede ayudar a prevenir los brotes, si los hatcheries fueran la principal fuente de ese patógeno.
Investigadores de la University of Sydney emplearon los datos de mortalidad obtenidos de poblaciones experimentales de C. gigas durante las epizootias naturales de la enfermedad OsHV-1 con la finalidad de desarrollar un mejor conocimiento de la fuente y evolución de una epizootia.
Los investigadores concluyen que los brotes fueron iniciados de una fuente ambiental desconocida y aún cuando puede ocurrir la transmisión directa entre las ostras de mayor tamaño si ellas están cerca, el punto de exposición y la transmisión indirecta fueron más importantes. “La prevención y control de OsHV-1 en C. gigas requerirá múltiples intervenciones” destacan.
Ellos proponen un modelo conceptual para OsHV-1 y su transmisión, conduciendo a la endemicidad con brotes estacionales recurrentes.
Referencia (abierto):
Richard J. Whittington, Ika Paul-Pont, Olivia Evans, Paul Hick and Navneet K. Dhand. Counting the dead to determine the source and transmission of the marine herpesvirus OsHV-1 in Crassostrea gigas. Veterinary Research 2018 49:34 https://doi.org/10.1186/s13567-018-0529-7
https://veterinaryresearch.biomedcentral.com/articles/10.1186/s13567-018-0529-7 {/mprestriction}