Por: Milthon Lujan Monja
Cada día es común escuchar, y con más frecuencia, el término de “acuicultura urbana”, que describe el desarrollo actividades acuícolas (principalmente del cultivo de peces) en áreas urbanas o periurbanas de las ciudades, como una forma de contribuir con la producción de alimentos saludables. Sin embargo, ¿Es rentable la actividad o solo puede considerarse como un pasatiempo?
La acuicultura urbana se basa principalmente en el empleo de sistemas de recirculación de agua, y en muchos de los casos de la integración en sistemas “acuaponicos” (acuicultura + hidroponia); no obstante, también debemos incluir algunas prácticas de acuicultura ha nivel de subsistencia, que se realizan en estanques pequeños ubicados en los patios traseros de los hogares con el objetivo de seguridad alimentaria.
En algunos países del África y Asia se viene promoviendo fuertemente la implementación de estanques para el cultivo de peces en las zonas periurbanas, siendo la tilapia la principal especie elegida, y en algunos casos se integra con el cultivo de hortalizas, para generar sistemas acuaponicos. Estos programas tienen como objetivo el mejorar el acceso de las poblaciones a proteínas de alta calidad y a bajo precio.
Sin embargo, en los países occidentales la cosa es totalmente diferente, y vasta con hacer una búsqueda en la web para encontrar una serie de experiencias y “expertos” que dan a entender que la acuicultura urbana se puede practicar en cualquier lugar, que es una actividad relativamente sencilla, a menores volúmenes de producción y en muchos de los casos no se preocupan por los costos de producción.
La implementación de cualquier sistema de acuicultura requiere de conocimientos básicos sobre el sistema de cultivo, especie, gestión de enfermedades, entre otras cosas; para que nuestra experiencia no sea negativa. Además de implementar infraestructura complementaria (almacén para alimentos, tratamiento del agua, etc).
Como toda actividad productiva, la acuicultura urbana depende del tamaño de las unidades (economía de escala) de producción para ser rentable, en otras palabras de un volumen de producción que le permita cubrir sus costos (punto de equilibrio) y para generar algo de ganancias. Por otro lado, independiente del sistema de cultivo, se requiere de recursos económicos en cantidad suficiente para las inversiones y los costos de operación.
Si partimos de este enfoque podemos concluir que la “acuicultura urbana” en zonas urbanas de las ciudades, no es más que un pasatiempo, quizás como el acuarismo. No obstante, si creo que la acuicultura en zonas periurbanas, en sistemas de recirculación e integradas con la hidroponia, tienen un futuro promisorio. Al respecto, experiencias como las desarrolladas en la Universidad de Islas Vírgenes (EEUU) pueden servirnos de ejemplo para desarrollar emprendimientos exitosos de este tipo.