por Universidad de Lima
El Grupo de Investigación en Nanomateriales Aplicados del Instituto de Investigación Científica de la Universidad de Lima (IDIC) realizó el taller de cierre de su investigación “Bioadsorción de metales pesados en agua con membranas de nanofibras de quitosano”, en el que dio a conocer los resultados de su proyecto de investigación “Remoción de metales pesados en aguas utilizadas para el cultivo de truchas mediante el uso de membranas de nanofibras de quitosano bioadsorbentes funcionalizadas obtenidas a partir de desechos de langostinos”, ejecutado por los docentes Silvia Ponce, Abel Gutarra, Hugo Alarcón y Juan Carlos Morales.
Jorge Sanabria, coordinador general del proyecto, estuvo a cargo de las palabras de bienvenida y de dar los primeros alcances del proyecto. Él señaló que, actualmente, los niveles de zinc (Zn), hierro (Fe) y plomo (Pb) son superiores a los estándares de calidad ambiental (ECA) establecidos por el Minam, y de los valores máximos permitidos por la Unión Europea para el cultivo de la trucha en Junín, en los Andes centrales del Perú, lo que trunca la venta a un potencial mercado exterior de este producto.
Hugo Alarcón Cavero, investigador del proyecto y profesor de la Ulima, apuntó que este proyecto buscó desarrollar membranas basadas en nanofibras de quitosano obtenidas a partir de desechos de langostinos para remover el cobre (Cu) y los metales pesados antes mencionados, todo eso dándole valor agregado a los exoesqueletos de langostinos al extraer de ellos el quitosano, beneficiando tanto a los productores de truchas como a los productores de langostinos. Alarcón habló además sobre el proceso de “preparación de membranas de quitosano para la remoción de metales pesados”.
A su turno, Juan Carlos Morales Gomero, investigador del proyecto y profesor de nuestra Casa de Estudios, se encargó de la ponencia “El quitosano como biopolímero para la descontaminación de medios acuosos”, a través de la cual mostró, a modo de ejemplo, la capacidad de adsorción del quitosano de colorantes como el azul de épsilon, el índigo de carmín, la violeta de genciana y el azul de metileno, para culminar mostrando la capacidad de adsorción de este biopolímero sobre metales como el cobre y el zinc.