Noruega.- Un microorganismos que vive en los fiordos de Trondheim proveerá una mejor protección contra el cáncer a la piel y los melanomas malignos.
Investigadores noruegos han descubierto un microorganismo, la bacteria Micrococcus luteus, con propiedades muy especiales. Este microorganismo tiene una característica rara y altamente demandada por la ciencia medica y la industria de cosméticos, un pigmento que puede absorber la radiación UV de longitud de onda larga (en el rango de 350-475 nanometros).
Relación con el cáncer
La radiación UV de longitud de onda larga está relacionada con muchas formas de cáncer a la piel y melanomas malignos. Actualmente, no existen protectores solares en el mercado capaces de filtrar este tipo de radiación.
Sin embargo, la empresa noruega Promar AS ha obtenido las patentes para manufacturar y usar en los protectores solares una sustancia extraída de la bacteria M. luteus. Esto fue logrado con la ayuda de los investigadores del SINTEF.
En el SINTEF, los científicos vienen trabajando en bioprospección hace muhcos años. Esto incluye la exploración de organismos que poseen características útiles para aplicaciones industriales, como ácidos grasos, antibióticos, enzimas y cosas similares.
Una biblioteca de bacterias en el laboratorio
El proyecto incluye actividades que se realizan en el SINTEF y NTNU, mediante el cual los científicos colectan una variedad de diferentes microorganismos de la superficie del agua en el fiordo Trondheim. Estos organismos tienen algo en común, poseen una variedad de pigmentos que absorben la luz natural. “Esta es la razón por la cual son muy coloridas” dijo Trygve Brautaset, administrador del proyecto en SINTEF. El resultado final fue una “biblioteca” de estos microorganismos.
Al mismo tiempo, la empresa Promar AS vino trabajando en la idea de manufacturar una sustancia con una propiedad que le falta a los protectores solares en el mercado, la capacidad de filtrar la radiación UV de longitud de onda larga.
Esta es la razón por la cual SINTEF y NTNU fueron contratados para buscar un pigmento con esta característica. Después de investigar cientos de bacterias diferentes, los científicos encontraron a M. luteus en la “biblioteca”. Esta bacteria contiene el carotenoide “sarcinaxantina”. Este pigmento absorbe la luz solar en la longitud de onda que Promar deseaba. Mediante la adición de sarcinaxantina a los protectores solares, la radiación solar peligrosa es absorbida por la crema antes de alcanzar la piel. Sin embargo, la producción comercial del carotenoide requiere de algo de ingeniería genética.